¿Por qué el cielo es azul y el arcoíris de colores?
Cuando la luz del sol juega con los gases y el agua de la atmósfera
Ahora que vivimos tiempos complejos, igual es necesario volver a descubrir la simpleza de la naturaleza. A partir de esta semana, pretendo volver los ojos a temas aparentemente más sencillos pero que son la base del mundo que nos rodea.
Dispersión de Rayleigh
Lord Rayleigh en 1871 explicó como la luz, dependiendo de su longitud de onda, la propiedad física que caracteriza los colores en el espectro visible, interacciona con partículas pequeño tamaño, como los gases presentes en la atmósfera.
Una de las primeras preguntas que me hizo mi hijo, sabiendo que tenía un padre meteorólogo, fue de dónde proviene el azul del cielo y por qué el arcoíris tiene tantos colores.
La pregunta no es fácil de explicar a un niño, pero yo lo intenté del modo siguiente:
La luz del sol es esencialmente blanca, como resultado de la mezcla de todos los colores. Las gotas de agua, al igual que pequeños prismas, pueden descomponer estos colores y generar los arcoíris.
Al igual que las gotas de agua, los gases más presentes en la atmósfera, el oxígeno y el nitrógeno, tienen efectos en la luz solar que nos llega desde fuera de la atmósfera. Los gases no actúan como prismas, sino quedándose parte de los colores y rebotando otros. Casualmente ambos gases tienden a rebotar más la luz de tonos azulados, de ahí el color del cielo.
Pero la curiosidad de mi hijo no paró ahí: ¿Y que pasa con los colores al atardecer o al amanecer? Ahí el cielo es rojizo.
En este caso, al ser la tierra esférica y tener una atmósfera que la rodea, durante los amaneceres y atardeceres los rayos solares han de recorrer un mayor trayecto dentro de ella. Los gases rebotan durante más tiempo la luz, esto hace que se puedan entrever los colores rojos y amarillentos.
Si como mi hijo tienes alguna curiosidad meteorológica, puedes dejármela en los comentarios o a través de mi cuenta de Twitter @dsantosmunoz
