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Interior sustituye a Trapero por el ‘número dos’ de los Mossos, Ferran López

El ministro, Juan Ignacio Zoido, deja vacante la Dirección General de la Policía de Cataluña y sustituye al secretario de Interior por su segundo

Patricia Ortega Dolz

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha optado por respetar al escalafón y sustituir al mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, por su segundo, Ferran López. Dentro de la cascada de ceses y relevos que supone la aplicación del artículo 155 de la Constitución en el Departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña, el ministerio deja vacante el puesto más político, el de director general de la policía. Y sustituye al secretario general de Interior por su segundo, Juan Antonio Puigserver.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, saluda a Ferran López tras una de las reuniones de valoración de la amenaza por los atentados.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, saluda a Ferran López tras una de las reuniones de valoración de la amenaza por los atentados.

Los días previos a la aplicación del 155, que el viernes pasado aprobó el Senado, han sido una carrera contra reloj en el Ministerio del Interior, uno de los primeros y principales afectados por las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: cesar y sustituir a toda la cúpula de Interior de la Generalitat.

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Una vez destituidos los consejeros del Govern, además del secretario general de Interior y el director general de la policía autonómica, solo quedaba el jefe de los Mossos d’Esquadra. Un hombre clave, tanto por su ascendencia sobre ese cuerpo policial como por su “deslealtad al Gobierno español”, denunciada en su momento por Interior. Un mosso de pura cepa, se podría decir, ya que es el primer máximo responsable policial de los Mossos que ha desarrollado toda su trayectoria en este cuerpo.

Su carisma y su enorme protagonismo tras los atentados yihadistas del 16 de agosto en Barcelona y Cambrils ya sentó mal en el ministerio de Zoido. La neutralización de la célula terrorista tuvo luces y sombras, aciertos y errores, que dieron lugar a un cruce de dardos envenenados tras un terrible atentado que se leyó casi exclusivamente en clave catalanista, a la vista del 1 de octubre, el día en que se celebraría el referéndum por la independencia suspendido por el Tribunal Constitucional. Ese día se rompieron las relaciones y la confianza entre el Ministerio del Interior y los máximos responsables de los Mossos saltó por los aires.

Interior confió en los Mossos hasta el final y se sintió profundamente traicionado cuando estos no cumplieron con los mandatos judiciales de impedir la celebración de “la consulta ilegal” y de cerrar los centros electorales y retirar los materiales de votación. Por todo ello, por un posible delito de sedición, Trapero tiene un procedimiento judicial abierto en la Audiencia Nacional. Y, por todo ello también, hoy es un héroe para unos —los independentistas— y un traidor para otros. Su actual situación judicial es el pretexto que ponen en el ministerio para cesarlo fulminantemente: “Por la situación judicial en la que se encuentra, que hace desaconsejable que en tales circunstancias esté al frente del cuerpo policial”, señala el comunicado enviado ayer por el departamento de Zoido.

En el mismo comunicado, Interior anuncia que “los restantes órganos que están dentro del ámbito competencial del Departamento de Interior de la Generalitat —Protección Civil, Tráfico, Extinción de Incendios, etcétera— mantendrán sus actuales cargos y estructuras”.

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Y puntualiza, en cambio, que los servicios penitenciarios “dejarán de depender del Departamento de Justicia y sus funciones serán tuteladas también por el Ministerio del Interior, debido a que el Ministerio de Justicia no tiene competencias en materia penitenciaria”.

Dadas las fluctuaciones de confianzas y desconfianzas surgidas en el marco de esta fuerte crisis soberanista, Interior se guarda una carta en la manga y la explicita en su comunicado: “En el caso que fuera necesario por la evolución de los acontecimientos, para alguna situación determinada, unidades de los Mossos d’Esquadra podrían llegar a ser sustituidas por otras de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”.

De momento, los cerca de 6.000 agentes de Policía y Guardia Civil que fueron desplegados en Cataluña con motivo del referéndum del 1 de octubre, permanecerán allí y su coordinación con los Mossos estará dirigida por la Secretaría de Estado de Seguridad, cuyo titular es José Antonio Nieto.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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