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Un testigo de Lezo: “Ignacio González pidió a mi jefe que buscase un millón para el partido”

El segundo de Martínez Nicolás relata al juez una reunión en la que el expresidente pidió dinero también al Canal de Isabel II

El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, tras su detención el pasado abril.
El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, tras su detención el pasado abril.SANTI BURGOS

José Martínez Nicolás, un ingeniero hasta entonces de reputación intachable, cambió un 7 de junio de 2012. Aquel día, en el despacho de un diputado de la Asamblea de Madrid, le pidieron que usara su puesto, consejero delegado de la agencia informática de la Comunidad de Madrid (ICM), para conseguir dinero para el Partido Popular. Se lo pidió el entonces presidente de la Comunidad, Ignacio González y, según relata uno de los testigos más valiosos del caso Lezo, accedió.

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"González pidió a varias personas que buscaran dinero para el partido. A él, a la agencia, le pidió que consiguiera algo más de un millón de euros". Así lo explicó ante el juez el número dos de Martínez Nicolás en la agencia, otro ingeniero llamado Silvano Corujo, que añade en los audios de su declaración a los que ha tenido acceso EL PAÍS: "Pepe siempre fue para mí un tipo cojonudo y bruscamente cuando trata directamente con el presidente se le suben los humos a la cabeza y cambia de persona".

Ignacio González apenas llevaba unos meses como secretario general del PP madrileño. En el camino hacia el poder había conseguido un año antes echar a su archienemigo Francisco Granados. Pero se había encontrado con que las cuentas del partido no cuadraban. "Les dijo que las arcas estaban fatal, que se habían ido los que estaban antes, los de Granados, y que 'chicos, hay que hacer algo", relató Corujo ante el juez. Su jefe le contó la reunión al día siguiente de producirse.

A la reunión asistieron, siempre según su relato, Ignacio González, Borja Sarasola, diputado y que unos meses después sería nombrado consejero de Medio Ambiente por González, "gente del Canal de Isabel II" y César Palacios, director general de Relaciones con la Asamblea de Madrid en la Comunidad de Madrid, en cuyo despacho se desarrolló el encuentro. El juez Eloy Velasco pregunta durante el interrogatorio si Corujo recuerda quién estaba del Canal. "¿Edmundo Rodríguez Sobrino le suena?". El testigo contesta que su jefe no le dio nombres probablemente porque no iba a conocerles.

El propio Martínez Nicolás fue preguntado por el entonces instructor, el juez Eloy Velasco, y la fiscal del caso por dicha reunión cuando acudió a declarar como imputado en esta causa. El exconsejero de ICM negó en aquel interrogatorio dicha reunión, pese a que el magistrado le mostró un mensaje encontrado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en su teléfono móvil en el que se le convocaba a la misma. Pese a ello, el directivo de la agencia madrileña de informática insistió en que no había estado “ni en esa [reunión] ni en ninguna” en la que Ignacio González hubiera planteado la necesidad de recaudar fondos de empresas para la caja b del PP.

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Según detalló en el interrogatorio el juez Velasco, el SMS le fue remitido a Martínez Nicolás por Borja Sarasola para confirmar el día, la hora y el lugar de la reunión. “¿Fue a oír órdenes?”, le espetó el magistrado, a lo que el responsable de ICM se escudó en que no había estado en ella y que el entonces vicepresidente del Ejecutivo regional nunca le había pedido recaudar dinero con dicho fin. La fiscal del caso le preguntó entonces si tenía “miedo” de contar lo ocurrido en dicho encuentro. “Nada, nada” fue su respuesta. Poco después, el juez Velasco le dijo que le “gustó más” el testimonio de Corujo. Martínez Nicolás quiso entonces desacreditar al testigo, al que tildó de “mentiroso compulsivo”.

Un contrato "desorbitado"

Corujo relata que Martínez Nicolás le contó que les había pedido dinero a todos. Velasco le pide ejemplos de cómo se trasladó esa petición a la agencia informática madrileña. "Se hizo con contratos cautivos y negociaciones al alza, en algún caso prorrogando innecesariamente. No en la adjudicación, sino en algo más sutil, creo, que es hacerlo después", relata. Y da ejemplos concretos, que posteriormente la UCO de la Guardia Civil ha podido comprobar, como el concurso del recuento de las elecciones autonómicas de 2015, un contrato "que siempre se había adjudicado a Indra".

Corujo ya estaba fuera de la empresa cuando ICM adjudicó el contrato a Indra por 4,2 millones de euros para, según él, "hacer algo que se podía hacer por un millón". "Era un contrato absolutamente desorbitado", añade, y recuerda que cuando llegó el nuevo consejero delegado para sustituir a Martínez Nicolás --detenido en octubre de 2014 en el marco de la operación Púnica--, lo primero que hizo fue resolverlo. "Pero ese contrato ya lo había aprobado el Consejo de Gobierno, le había dado el visto bueno y estaba listo para empezar a funcionar", relata Corujo. Solo cuando saltó Púnica "se dieron cuenta en Sol [sede del Gobierno madrileño] del disparate y dieron marcha atrás". Indra declinó hacer comentarios.

Velasco pregunta a Corujo si Martínez Nicolás pudo sentirse presionado por la actitud de Ignacio González, y si cree que accedió al trato para llevarse él también una parte del botín o por pura admiración. "Cambió de persona. Es como si le hubieran abducido, como si un extraterrestre se lo llevase. Lo de servir al jefe le obnubilaba. Tiene esa personalidad. Y si es el jefe supremo ya ni le digo, demasié", le contesta, y relata que le llegó a decir: "Te ha abducido Ignacio González, tú sabrás". Según su relato, solo trataba con él y no con su jefe inmediato que era Salvador Victoria, consejero de Presidencia.

El otro contrato que según este testigo sirvió para inyectar dinero en las arcas del PP fue una consultoría con PwC. "Por una de esas tareas me enfrento a Pepe violentamente", dice Corujo al juez. "Me sentí tan mal que fui al notario y dejé una carta legitimada que conservo. La venganza fueron nueve meses seguidos sin contacto con nadie", añade. Después salió de la empresa. Martínez Nicolás incrementó en 600.000 euros el precio del contrato, asegura. El juez le pregunta por el objeto de ese acuerdo. "El objeto se había extinguido, era inexistente", responde. PwC declinó hacer comentarios.

Semanas después de su arresto por su implicación en la trama, Martínez Nicolás se presentó voluntario ante el juez Eloy Velasco y facilitó nuevos detalles de las presiones de su jefe directo, el consejero de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria, para que Indra pagase a una firma de la trama Púnica.

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