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La Unión de Oficiales de la Guardia Civil compara Cataluña con el País Vasco de 1981

Una asociación del instituto armado cree que los agentes "han sido abandonados a su suerte"

Decenas de vecinos y bomberos de Calella abuchean este martes a los guardias civiles hospedados en el hotel Vila. Vídeo: la Guardia Civil, escoltada para salir de Calella.Foto: atlas | Vídeo: Albert Garcia | ATLAS
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Policías y guardias civiles, obligados a abandonar los hoteles de Calella ante la presión de los vecinos

La Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO) ha manifestado este martes que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "están a la altura de las circunstancias a pesar de estar siendo hostigadas, manipuladas y vilipendiadas por ciudadanos a los que sirven" en Cataluña, que "ahora mismo parece el País Vasco en el año 1981". En al menos tres localidades catalanas, Pineda de Mar (Barcelona), Calella (Barcelona) y Figueres (Girona), la Policía Nacional y la Guardia Civil han abandonado o van a abandonar este martes los hoteles en los que se hospedaban ante el asedio de los vecinos

En un comunicado muy crítico, en que se preguntan por qué el Estado abandona a “sus servidores públicos”, esta asociación del instituto armado ha criticado “los lamentables incidentes que ahora mismo están aconteciendo en Cataluña”. Consideran que los agentes de la Policía y la Guardia Civil han sido “abandonados a su suerte, traicionados por algunos desleales Mossos d’Esquadra, azuzados por políticos traidores al Estado” que asisten, “en directo vía WhatsApp a su linchamiento".

Ante estas circunstancias, la Unión de Oficiales pide a los líderes del PP, del PSOE y de Ciudadanos —no incluye a Podemos en la terna— “que se actúe, que se les libere [a los guardias civiles], que se les reconforte, que se les asista y que se tomen decisiones”. Más allá de dialogar, la Unión de Oficiales pide que se actúe: “Que se note que hay sentido de Estado y no den la sensación a la opinión pública de que no hay Estado. No dejen que sus servidores públicos paguen los errores, la inacción, velen por ellos o retírenlos”.

“La Guardia Civil muere, pero no se rinde. La Guardia Civil está para servir con honor a su Estado, con lealtad, con abnegación, con firmeza, con prudencia, siendo serenos ante el peligro y políticos sin violencia. Los guardias civiles no echan gasolina al fuego, como algunos políticos que están deseando la fractura del Estado, la anarquía, la revolución, el sinsentido”, añade la Unión de Oficiales en un comunicado en el que subraya la lealtad del instituto armado. “Hagan lo que hagan, nosotros no les juzgamos. Es la historia la que les juzgará a ustedes, nosotros no, porque somos leales”, concluye.

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