Sánchez: “Después del 1 de octubre, Cataluña seguirá siendo España”

El líder del PSOE tiene claro que el momento actual, en el punto álgido de la crisis secesionista en Cataluña, exige "defender la integridad de España y la democracia". Un motivo superior por el que ha decidido aparcar sus discrepancias y cerrar filas con el mismo presidente del PP sobre cuya oposición ha construido gran parte de su figura. Pedro Sánchez ha optado por el perfil institucional y de Estado ante el desafío independentista y ha dado todo su apoyo a Mariano Rajoy, sin deslizar un solo reproche al PP. El respaldo al Gobierno ha incluido una fotografía de unidad con el presidente al que no quiso permitir gobernar, esta misma semana en La Moncloa. Desde Extremadura, a donde se ha trasladado para celebrar el día de la comunidad, Sánchez ha mantenido esta tesis y ha dirigido este sábado todas sus críticas a los independentistas. El líder del PSOE ha manifestado con rotundidad: "Después del 1 de octubre, Cataluña seguirá siendo España".

"Los independentistas han cometido un error histórico: considerar que cualquier idea está por encima de la democracia", ha reflexionado el líder del PSOE en un acto de partido en Badajoz junto al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. "Cualquier idea pierde toda legitimidad cuando se sitúa por encima", considera Sánchez. En ese sentido, entiende el líder socialista, lo que ha sucedido esta semana en el Parlamento catalán, con la aprobación de las leyes de referéndum y desconexión, no es "un avance hacia el independentismo, sino un retroceso muy grave en democracia".

El secretario general se ha dirigido también a los alcaldes socialistas de Cataluña para decirles que el partido está "muy orgulloso" de ellos ante su oposición a disponer urnas para el referéndum ilegal del próximo 1 de octubre. Barcelona y otros seis municipios catalanes de más de 100.000 habitantes —y que reúnen más de un tercio del total de la población— se negaron ayer a la demanda del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para ceder locales municipales para celebrar el referéndum ilegal del 1 de octubre. Otros 654 municipios, la mayoría de pequeño tamaño, han aprobado un decreto expresando su compromiso a colaborar con la votación pese a las advertencias legales. Los Ayuntamientos socialistas se encuentran entre los que se oponen.

Sánchez ha explicado también por qué apoya al Gobierno en este momento. "Yo no soy sospechoso de no haber mantenido discrepancias muy profundas con el presidente", ha remarcado el líder socialista. "Durante estos últimos 6 años el PSOE ha alertado sobre el grave deterioro de la situación política en Cataluña, ha denunciado también la pasividad del Gobierno", ha recordado, pero ahora "no es momento de reproches". "Somos la izquierda", es el lema del PSOE tras la victoria de Pedro Sánchez en las primarias del pasado mayo, y ese lema se reproduce en todos los atriles donde pronuncia sus discursos el secretario general. También en el de este sábado. Su posición de respaldo al Ejecutivo conservador obliga a Sánchez a explicar en sus actos que el nuevo PSOE es la izquierda, pero que sigue siendo "una izquierda de Gobierno" y que el partido, ante una crisis institucional de tanta envergadura, está "donde siempre ha estado: con la ley y la búsqueda de una solución política".

Hay preocupación en la dirección socialista ante la situación en Cataluña. Dirigentes de la cúpula reconocen en privado que el día 1 habrá urnas y temen intentos de que la tensión desemboque incluso en actos de violencia. El escenario, creen, pasa por nuevas elecciones catalanas. El PSOE fía el comienzo de solución a la crisis en su propuesta de una comisión parlamentaria para debatir el modelo territorial de España, que ha registrado este jueves en el Congreso, pero que en todo caso no está previsto que salga adelante hasta después del 1 de octubre.

El Estado autonómico está "agotado", ha reconocido junto a Sánchez el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, presidente del Consejo de Política Federal del PSOE. La Constitución española, ha reflexionado, fue solo el "inicio de construcción del Estado autonómico, sin proyecto básico y sin proyecto de ejecución". "Sabíamos de donde partíamos pero no teníamos ni puñetera idea de dónde íbamos a llegar", ha opinado Fernández Vara. El presidente extremeño cree que hace falta "generosidad, responsabilidad y audacia" y afrontar el debate "sin demasiados apriorismos".