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Granados apuntaba todos sus secretos en la misma agenda

El cabecilla de la trama Púnica anotaba en la misma libreta detalles de actos electorales, obras públicas y movimientos de la caja b del PP

Francisco Granados, el día que abandonó la cárcel de Estremera. Vídeo: desaparece documentación clave para incriminar a Granados.Foto: atlas | Vídeo: Víctor Sainz | ATLAS

Francisco Granados, supuesto cabecilla de la trama Púnica de corrupción, incurrió en un error habitual en otros delincuentes económicos como Juan Antonio Roca, condenado por el caso Malaya: dejar rastro escrito de sus actividades menos confesables. En una libreta de tapas negras de la marca Moleskine que el exconsejero de Presidencia madrileño guardaba en su casa los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hallaron una información que se ha revelado clave en la investigación: los primeros datos sobre la supuesta contabilidad b del PP de Madrid.

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En esta relación de entradas y salidas de dinero, los investigadores del Instituto armado descubrieron que Granados supuestamente se repartió con Javier López Madrid, exconsejero de la empresa OHL, 500.000 euros de una partida de 2,1 millones que la constructora había destinado para financiar las elecciones autonómicas de 2011.

La libreta, de 123 páginas, apenas si tiene anotaciones en una treintena. De ellas, solo una, la que contiene la supuesta contabilidad paralela del PP madrileño ha llamado hasta ahora la atención de los agentes. Sin embargo, el resto del cuaderno permite entrever otras inquietudes del expolítico, detenido en octubre de 2014 y que salió de prisión bajo fianza el pasado 14 de junio.

Gran parte de las hojas figuran fechadas en el mes de octubre de 2010 y se refieren a la preparación de las elecciones autonómicas y municipales de junio del año siguiente, en las que Granados, secretario general del PP madrileño, actuó como coordinador. En ellas se ven los contactos mantenidos con empresas de comunicación para diseñar la campaña, las encuestas encargadas o las diferentes reuniones preparatorias de la entonces presidenta, Esperanza Aguirre, con presidentes locales del partido.

Las delatoras anotaciones de la página 119

Granados no puso su nombre en el espacio de la libreta reservado para ello. Tampoco escribió en la primera página. Lo hizo en la segunda y, a partir de ahí, en otras quince. Luego dejó varias sin anotaciones antes de comenzar de nuevo a escribir en otras cinco. Solo en una ocasión lo hizo en el anverso y el reverso. A partir de la página que aparece numerada por la UCO con el número 25 se suceden casi cien páginas, de las que el político solo utilizó una: la 119. En ella aparecen los apuntes sobre la supuesta caja b del PP madrileño. Iniciales, cifras y términos en inglés como “in”, “out” o “me” pudieron ser interpretados gracias al constructor David Marjaliza. Este reveló que los números reflejaban cantidades de dinero y las enigmáticas iniciales “BG” y “JLM” correspondían en realidad a Beltrán Gutiérrez, gerente de los populares madrileños, y al empresario Javier López Madrid.

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Escándalos de la oposición

En una de las páginas, Granados apunta el guion para una reunión, el 24 de septiembre de 2010, con los presidentes y responsables electorales de distritos. Además de la idea de “concienciarse de que ha empezado la campaña”, de “mantener las sedes abiertas por las tardes” y de captar “voto inmigrantes”, Granados planteaba publicar en prensa y en “panfletos” posibles “escándalos” de la “oposición”. También pensaba encargar a Salvador Victoria —exconsejero de Justicia, también imputado en el caso Púnica— un “powerpoint sobre corrupción socialista” para mostrar en las sedes del partido.

El principal imputado de la Púnica incluyó en este plan “buscar día” para reunirse con Ignacio González en un lugar llamado “La casita de la Pradera” para diseñar la estrategia de campaña. Y también encontrarse con el entonces consejero de Transportes José Ignacio Echeverría para la “venta” —se entiende que la promoción ante los medios de comunicación— de la ampliación del Metro al barrio de la Fortuna, en Madrid. También recogía que en la convención que el partido iba a celebrar en aquellas fechas, habría un acto en el que iban a participar “María Dolores [de Cospedal] y EA [Esperanza Aguirre] junto a “600 jóvenes”.

En otras páginas, Granados parece interesarse por obras públicas como las de la Ciudad del Deporte, en Boadilla del Monte (Madrid), adjudicadas a la Constructora Hispánica por 26 millones de euros. A lo largo de dos páginas el entonces secretario general del PP madrileño desgrana los problemas para terminar los trabajos a tiempo y su interés en que no se culpe de los retrasos a la empresa contratista para que esta no sea penalizada. Sin embargo, la anotación más llamativa sobre dicha obra es la última, en la que Granados escribe: “El tema de esta adjudicación está en Gürtell (sic) por comisión de 750.000 euros a Tomás Martín Morales”, exalto cargo en el Ayuntamiento de esa localidad imputado en ese caso de corrupción. “Se llevó el expediente la policía”, apunta a mano.

En la siguiente página, el político se ocupa de la situación financiera de Caja Madrid en los meses previos a su integración en BFA-Bankia y las posibles soluciones para que la entidad aumentara sus niveles de solvencia. Habla de la venta de acciones en poder de la entidad que, en su opinión, dan “más problemas que plusvalías”. Granados, antes de ser elegido alcalde de Valdemoro, trabajó como analista financiero en la entidad francesa Societé Generale.

Las inquietudes de Granados recogidas en su libreta negra también apuntan al mundo sindical y, más en concreto, a la Confederación Sindical de Funcionarios, a la que cita en dos ocasiones. Primero escribe: “Gador, 1 afiliado por consejería montar YA (CSIF)”. Poco después vuelve a recoger las siglas del sindicato seguidas de tres frases: “Hablar con los consejeros para que den nombres”; “Formación, les vamos a dar para un curso 18.000 euros” y “Temas de organización de exámenes”.

De ahí, vuelve a saltar a los temas electorales, con anotaciones con interrogantes sobre un acto de Mariano Rajoy o los detalles para fletar un autobús con el que repartir un díptico propagandístico, fotos Esperanza Aguirre y “quincallería”. También de un posible viaje de la entonces presidenta del PP madrileño a Salamanca.

Empresas y directivos

Las anotaciones se detienen en abril de 2011 con referencias a una campaña para “introducir 7 hábitos en educación empezando por profesores” y se reanudan a principios de septiembre de 2014, cuando ya estaba siendo investigado por el caso Púnica. Para entonces Granados llevaba medio año fuera de la política tras haber tenido que dimitir al publicarse que tenía una cuenta oculta en Suiza. En esos tiempos, los apuntes se refieren a nombres e iniciales de empresarios, generalmente de la construcción como Luis Delso, de Isolux; Fernando Martín o el propio Javier López Madrid. También figura en la lista el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, y el empresario de la comunicación Blas Herrero.

La última página, antes de las anotaciones sobre la supuesta caja b del partido —que se encuentran en la parte final de la libreta—, las dedica a anotar nombres de grandes empresas españolas, junto con los de sus directivos, tanto consejeros delegados como directores de recursos humanos. Entonces, él estaba en el paro.

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