Del frente del ISIS al Club Marbella

Cuentan los investigadores que Ahmed Samsam, un danés de origen sirio de 27 años, hace tres años estaba combatiendo en las primeras líneas del Daesh (el ejército del autoproclamado Estado Islámico) y el otro día “andaba tomando copas en el Club Marbella con su hermano, su novia y otro colega danés”.

Llevaban varios días “viviendo la dolce vita en la Costa del Sol”, relatan quienes le detuvieron el pasado viernes en Benahavís (Málaga), y que le consideran el yihadista más peligroso detenido en España. “En 20 días había cambiado nueve veces de hotel”. Una noche que se quedó solo fue cuando los agentes de los servicios de Información de la Guardia Civil le detuvieron. “No se resistió, aunque llevaba varios días tomando medidas de seguridad”, aseguran.

Las pruebas en poder de los investigadores le sitúan en 2014 en la toma del aeropuerto de Raqqa, la capital del califato de Abu Bakr al Bagdadi. Y, ese mismo año, en los meses de julio y agosto, “en la llamada Base 17, la división 17 del Ejército sirio, donde se produjo uno de los episodios más sanguinarios del Estado Islámico, que decapitó a 87 militares provocándoles todo tipo de atrocidades”.

Residente en un barrio de Copenhague, Ahmed Samsam tenía un señalamiento de la policía de su país por el que debía ingresar en prisión, aseguran fuentes de los servicios de Información de la Guardia Civil. “Creemos que tiene que ver con un asunto de atentado contra la autoridad”, comentan. El detenido es un viejo conocido del sistema penitenciario danés, que supuestamente visitó más de una vez.

Su perfil de Facebook contiene un rosario de fotos en las que aparece haciendo el juramento al Estado Islámico, con un arma en una mano y el dedo índice levantado de la otra, en signo de unicidad. Exhibiendo armas y uniformado para el combate. “Incluso hay comentarios amenazantes —escribe en danés, árabe e inglés— dirigidos a otros internautas en los que les dice: ‘Os vamos a hacer lo mismo que en la Base 17”, aseguran los investigadores.

Durante al menos 15 días —los investigadores no tienen claro el día de entrada en España— estuvo viviendo con su hermano a todo trapo en la Costa del Sol: “Gastaban grandes cantidades de dinero, bebían, se drogaban y se hacían acompañar de prostitutas”, aseguran. Algo que contrasta con el tipo de vídeos críticos contra Occidente que colgaba en las redes sociales y en su canal de YouTube, en los que manifestaba su repulsión hacia todos esos comportamientos que después, siempre según fuentes del caso, reproducía en el Club Marbella.

“Es habitual que estos individuos se camuflen de este modo, es decir, participando de los mismos comportamientos que teóricamente rechazan”, comentan los investigadores. “Además, en España, el mejor lugar para que un danés pase inadvertido es Marbella, que es donde se encuentra la comunidad más importante”.

Es posible, a falta de que concluya una investigación que continúa abierta, que el dinero que manejaban proviniese del narcotráfico. O al menos esas son las sospechas de los investigadores. La operación se precipitó, cuando Ahmed realizó un par de contactos y se desplazó a determinados barrios para hacerse con un arma. Y mantuvo una conversación telefónica con un proveedor de chalecos antibalas. “Lo que pensara hacer con todo eso no podemos saberlo”. Desde el pasado lunes está en prisión por orden del juez.