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El Constitucional anula el acuerdo del Senado que negó a la antigua Convergència tener grupo propio

El PP alegó que el PDeCat debía tener, al menos, diez senadores

Juan José Mateo
Fachada del edificio del Tribunal Constitucional.
Fachada del edificio del Tribunal Constitucional.EFE

La Sala Segunda del Tribunal Constitucional ha estimado el recurso de amparo promovido por diez senadores contra los acuerdos de la Mesa del Senado que denegaron la constitución del Grupo Parlamentario Catalán en la Cámara Alta en agosto de 2016. El PP aprovechó entonces su mayoría absoluta para aplicar estrictamente el reglamento (que exige un mínimo de diez senadores para crear un Grupo, cuando la antigua Convergència tiene solo cuatro) y obviar que el partido catalán había conseguido que otras cuatro formaciones le prestaran senadores para cumplir con los requisitos (una práctica habitual). La sentencia del Constitucional declara la nulidad de esa decisión al entender que vulnera el derecho fundamental de los senadores recurrentes a “acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos” y reconoce el derecho del PDeCAT a contar con grupo parlamentario propio.

"La sentencia acaba de llegar, la vamos a estudiar y como todo el mundo, la acataremos y la pondremos en práctica", ha dicho Pedro Sanz, vicepresidente de la Cámara Alta, que tratará el asunto el próximo lunes en la reunión de la Mesa. El PSOE y el PNV, ambos con representación en este organismo, ya han avanzado que apoyan que el partido catalán tenga grupo propio de forma "inmediata", como Unidos Podemos y Compromís.

"La sentencia es muy clara, porque anula los acuerdos que denegaban el grupo y reestablece nuestro derecho a tenerlo", ha subrayado Josep Lluis Cleries, el portavoz del PDeCAT en la Cámara Alta, en conversación con EL PAÍS. "Los abogados nos dicen que es claro, y que desde la sentencia tenemos grupo y con antigüedad desde agosto", ha añadido el político catalán, que considera la decisión anulada refleja una "persecución" y un "ataque" contra su partido.

Los servicios jurídicos de la Cámara Alta estudian ahora qué fórmula pueden adoptar para cumplir con la sentencia y si es necesario el paso previo de que la formación catalana vuelva a solicitar un grupo propio.

En 2016, la Mesa del Senado rechazó la solicitud de la antigua Convergència con el voto de los cuatro representantes del PP y la abstención de los dos del PSOE, situación que dejó por primera vez desde la Transición a la formación catalana sin grupo en la Cámara Alta. Solo el PNV, con un representante en el órgano rector del Senado, se pronunció a favor. La decisión fue adoptada pese a que el Letrado Mayor del Senado había emitido un informe razonando que no existían motivos para denegar la constitución del Grupo. Además, la misma Mesa que negó al PDeCAT formar su grupo sí permitió al PP prestarle cuatro senadores al PNV para que tuviera el suyo.

La situación sigue siendo hoy la misma. El partido catalán, que tiene cuatro senadores, no cumple con el requisito de haber logrado un mínimo de diez representantes. Sin embargo, sigue contando con el apoyo de ERC (que aportaría dos senadores), Coalición Canaria (2), Bildu (1) y la Agrupación socialista de la Gomera (1) para que alcance la decena disponiendo de senadores suyos.

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Ese gesto de cortesía parlamentaria, que se ha empleado en múltiples ocasiones con distintos partidos, fue el que impidió la Mesa al considerar el PP que el número de senadores prestados no podía superar los cuatro, porque estos volverían a sus respectivos grupos posteriormente, lo que impediría que el PDeCAT cumpliera con el mínimo de seis senadores que debe tener un grupo a lo largo de la legislatura. La sentencia del Constitucional afea ese criterio: asegura que la Mesa se precipitó al interpretar que la formación independentista perdería a los senadores prestados y que se quedaría en un grupo con cuatro miembros, por lo que aplicó una causa de disolución de forma "prematura". Debía haber esperado a que eso sucediera, razona el Alto Tribunal, que además refleja en su sentencia que los dos senadores de Coalición Canaria se habían comprometido a permanecer en el grupo (para un total de seis, con lo que se cumpliría el requisito).

Beneficios de tener grupo propio

"La Mesa hizo una interpretación del reglamento que a mí me parece acertada: dice que para constituir un grupo tiene que haber un mínimo de 10 senadores, que si a lo largo del periodo de sesiones ese número baja de seis el partido tendría que irse al grupo mixto... y el PDeCAT son cuatro senadores", ha argumentado José Manuel Barreiro, portavoz del PP. "Más allá del tema concreto, a nosotros nos gustaría que ese respeto que hay ante la decisión del Constitucional lo hubiese siempre", ha añadido en conversación con este diario. "Es decir, que los políticos independentistas tuviesen el mismo reconocimiento a las sentencias cuando defienden el derecho legítimo de cuatro senadores del PDeCat que cuando defienden los derechos de 47 millones de españoles".

El PP tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta y en la Mesa, con lo que la aplicación de la sentencia dependerá del partido de Mariano Rajoy. El resto de formaciones han defendido sin fisuras que los independentistas catalanes tengan grupo propio, lo que viene acompañado de una mayor capacidad de fiscalización al Gobierno (tiene un mayor cupo de preguntas en las sesiones de control), de más capacidad legislativa (también aumenta el cupo de iniciativas que se pueden llevar a pleno) y de más presupuesto para asesores y trabajadores.

"La sentencia es clara y no hay motivos para dilatar su aplicación", ha asegurado un portavoz de Unidos Podemos. "Siempre hemos defendido que la pluralidad política tenga reflejo en las instituciones".

"La decisión del PP solo buscaba coartar la labor como Cámara de representación territorial que tiene el Senado, ya que la aboca a no contar con los grupos importantes en esos ámbitos territoriales", ha lamentado Jokin Bildarratz, portavoz del PNV.

"Esperemos que la Mesa acate y actúe de urgencia con la creación del grupo. Esto demuestra de nuevo que el PP es un partido antisistema que incumple reiteradamente la Constitución", ha opinado Carles Mulet, senador de Compromís.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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