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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

En el Ejército no hay “obediencia ciega”, señor fiscal

Maza ignora los principios básicos del Estado de Derecho al hablar de los militares

Miguel González
El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, anunciando la dimisión de Moix.
El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, anunciando la dimisión de Moix.Mariscal (EFE)

El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha asegurado, en el congreso de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), que la autonomía del Ministerio Público “se encuentra a mitad de camino entre lo que puede ser un militar que tiene, por necesidad del servicio, que obedecer ciegamente las órdenes que recibe, y un juez, que no puede recibir ninguna orden de nadie”. Muchos fiscales se han escandalizado de que su jefe les hable de disciplina militar pero nadie parece haber reparado en que Maza ha hecho gala de una clamorosa ignorancia de las normas básicas de un Estado democrático como el español.

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No es cierto, contra lo que cree el fiscal general del Estado, que los militares españoles deban “obedecer ciegamente las órdenes que reciben”. Este concepto es propio de las dictaduras y fue esgrimido por algunos golpistas para justificar su papel en la intentona del 23-F de 1981.

En Estados democráticos como el español lo que rige es la “obediencia debida”, que es lo contrario a la obediencia ciega. Así, el Código Penal Militar vigente establece que incurrirá en desobediencia “el militar que se negare a obedecer o no cumpliere las órdenes legítimas de sus superiores relativas al servicio”. Es decir, sólo están obligados a cumplir las órdenes “legítimas” y “relativas al servicio”. Existe abundante jurisprudencia sobre lo que esto significa pero, para ilustración del señor Maza, baste decir que un jefe no puede ordenar a su subordinado trabajos particulares, como sucedía no hace tanto tiempo.

El Código Penal Militar insiste, además, en que “en ningún caso incurrirán en responsabilidad criminal los militares por desobedecer una orden que entrañe la ejecución de actos que manifiestamente constituyan delito, en particular contra la Constitución, o una infracción manifiesta y terminante de una norma con rango de ley o del Derecho Internacional de los conflictos armados”. Nadie puede, por ejemplo, escudarse en una orden para eximir su responsabilidad en el maltrato a un prisionero.

Tal vez el señor Maza quiso recurrir a una metáfora para hacerse entender, pero él no es un poeta, sino un jurista, igual que su auditorio. Peor aún, el fiscal general del Estado es el jefe de los fiscales militares que aplican cada día el Código Penal Militar a los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, incluido el delito de desobediencia. Alguien debería haberle explicado que en el Ejército español hace mucho tiempo que se desterró la obediencia ciega.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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