Dirigentes de UGT en la época de Méndez respaldan a Sánchez
El actual secretario ha exigido a los líderes sectoriales y territoriales que se mantengan neutrales
Más de 1.000 sindicalistas, a su vez afiliados al PSOE, han presentado este martes un manifiesto de apoyo a Pedro Sánchez. Entre los firmantes hay miembros de una decena de sindicatos (UGT, CC OO, Fetico, CSI-F, CIG). No obstante, la presencia de los de UGT es abrumadora, supera el 90%. La adhesión es “individual, autónoma y libre”, ha querido aclarar nada más comenzar su intervención Toni Ferrer, impulsor del manifiesto, número dos de UGT con Cándido Méndez y colaborador de la candidatura de Sánchez.
La rápida aclaración tiene una explicación: el actual secretario general del sindicato, Pepe Álvarez, no quiere que UGT se implique en las primarias del PSOE en favor de ningún candidato. En público, Álvarez ha dejado claro que ni él ni su ejecutiva expresan preferencias ni apoyan a nadie, pero en privado ha ido más allá. En el Consejo Confederal celebrado en marzo pasado reclamó a las organizaciones que componen la confederación (agrupaciones sectoriales y territoriales), y a sus líderes, que mantengan la misma neutralidad que él.
Buena parte de UGT también vota el domingo por el secretario general del PSOE. La explicación está en más de un siglo de historia compartida (UGT se funda en 1888 en Barcelona y el PSOE celebra su primer congreso una semana después, también en Barcelona), en casas del pueblo todavía compartidas por toda España y en el artículo 7 de los estatutos vigentes del PSOE: “Los afiliados del Partido deberán actuar en algún movimiento social. En caso de actuar sindicalmente deberán de hacerlo preferentemente en la Unión General de Trabajadores”. Por eso, para muchos miembros del sindicato no es indiferente que suceda el domingo. No para todos: la central tiene más de 800.000 afiliados y el PSOE, 180.000.
Desde que llegó a la dirección Álvarez ha querido remarcar más la independencia del sindicato respecto del PSOE. Pero esa cultura de la doble militancia está muy presente. De ahí esa petición expresa a los secretarios generales de las tres federaciones sectoriales y de las 17 uniones territoriales. La petición fue acompañada de una circular en la que se exige que nadie utilice su cargo en el sindicato ni se asocien las siglas del sindicato a las candidaturas de Susana Díaz, Pedro Sánchez o Patxi López. “No vamos a entrar como dirección”, señala Álvarez, y continúa en tono de advertencia: “Y espero que no lo hagan las organizaciones territoriales y sectoriales”.
Los secretarios generales de federaciones y uniones sí que han cumplido la llamada de Álvarez. Sin embargo, por debajo de ellos se han expresado públicamente preferencias, como se pudo ver en la presentación del manifiesto. El debate, no obstante, está ahí. “A título individual”, insiste Pedro Hojas, secretario general de FICA, la federación de industria, único de los tres líderes sectoriales de UGT que no está afiliado al PSOE, “aunque sí soy simpatizante y votante”. Pero ese apoyo individual no es sinónimo de discreción, como se ha visto este martes en la presentación del manifiesto “Sindicalistas con Pedro Sánchez”. Más del 90% proceden de afiliados de UGT, entre los que hay cuadros conocidos de la organización (José Miguel Villa, José Luis Alperi o Frederic Monell), figuras históricas (Antón Saracíbar) o miembros de la última ejecutiva de Cándido Méndez (Toni Ferrer, Manuel Bonmati, Carmen López o Marisa Rufino). También los hay de CC OO y casos esporádicos de otras centrales, como CSI-F, Fetico o CIG gallega.
También Susana Díaz ha recabado apoyos abiertos en UGT. Uno de ellos es el de la histórica diputada del PSC (hasta 2015) y miembro de su ejecutiva, Isabel López i Chamosa. Sabe que “en Cataluña ganará Pedro”, aunque apunta que no cree que en el sindicato él tenga más respaldo, solo que quien está con el político madrileño en UGT está haciendo más ruido. Lo mismo explican desde Andalucía, la organización territorial más numerosa, más inclinada hacia Díaz, que sus seguidores se significan menos porque “están siendo disciplinados”.
“No hay un debate orgánico. Lo hay a título individual ¿Quién tiene más apoyo en el sindicato? Es difícil de apreciar. Creo que se parece al resultado de los avales”, apunta Julio Lacuerda, secretario general de la federación de servicios públicos. El responsable de la federación de servicios, Miguel Ángel Cilleros, en cambio, sí que ve más partidarios de Sánchez, aunque él también se guarda de manifestar en público sus preferencias. “Si hubiera habido masa crítica, habría apoyo a las otras candidaturas”, zanja.
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