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El Parlamento andaluz echa de su despacho a una diputada

La Cámara desplaza a la parlamentaria Carmen Prieto tras abandonar Ciudadanos

Javier Martín-Arroyo
El presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán (izq.), ayer.
El presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán (izq.), ayer.JOSÉ MANUEL VIDAL (EFE)

El Parlamento andaluz ha echado de su despacho a la primera diputada no adscrita, Carmen Prieto, hasta hace un mes miembro de Ciudadanos. La Cámara ha aclarado a Prieto, diputada por Málaga, que dispone de un ordenador portátil y un móvil para ejercer sus funciones como parlamentaria y le ha dado de plazo hasta este mediodía para que recoja sus documentos y abandone la oficina, ya que esta pertenece al partido naranja. 

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Tras su salida de Ciudadanos para convertirse en diputada no adscrita debido a los cambios ideológicos de la formación, Prieto achaca lo sucedido a una maniobra orquestada entre el PSOE y Ciudadanos —que permite gobernar a los socialistas en Andalucía—. "Durán [el presidente de la Cámara, Juan Pablo Durán] me avanzó que en cuanto me lo pidiera [Ciudadanos] tendría que dejar el despacho. Yo le contesté que antes de dejarlo necesitaba saber adónde trasladarme, como es normal. Es vergonzoso que el letrado de la Cámara [Javier Pardo Falcón] se preste a estas cacicadas. Ni siquiera ha emitido informe sobre mi situación", se lamenta.

Sin embargo, el acuerdo para dejarle sin despacho fue adoptado por unanimidad por la Mesa del Parlamento, en el que están representados PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos. "Ha sido un acuerdo unánime de los grupos para aplicar el reglamento tras la decisión de una diputada de abandonar su formación. Y hay muchos diputados que carecen de despachos y hacen su labor política en sus circunscripciones", alegan fuentes de la Cámara.

En su respuesta por escrito ante la Mesa de la Cámara, Prieto subraya que le parece "indigno oponer la más mínima resistencia" y reitera que debe disponer de un despacho para realizar su trabajo, al igual que los otros 108 diputados. "Hay momentos en la vida en los que la gente intenta humillarte. Allá ellos con sus pequeñas mezquindades. Solo pido un espacio para trabajar. La intención del texto del letrado es humillarme", señala. Cuatro grupos parlamentarios (PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos) forman parte de la Mesa del Parlamento, que nunca antes de Prieto ha tenido una diputada no adscrita.

La Mesa de la Cámara autonómica argumenta que su reglamento interno dicta que "la disposición de espacios y medios materiales" corresponde a "los grupos parlamentarios", por lo que es incapaz de garantizar a Prieto que desempeñe su trabajo "en condiciones de igualdad respecto de los diputados de este Parlamento", según reza el escrito del letrado mayor de la Cámara, Javier Pardo.

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En su escrito, el Parlamento advierte a Prieto de que si en las próximas horas no accede a recoger "toda la documentación, pertenencias y demás efectos personales que sean de su propiedad", varios funcionarios limpiarán el despacho y custodiarán todos sus documentos a la espera de que los recoja. Un portavoz del Parlamento ha puntualizado: "De momento no hay disponibilidad de despachos. Si existiera, se verá". La Mesa de la Cámara se reunirá el próximo miércoles y previsiblemente abordará la cuestión.

Mientras, su exjefe en Ciudadanos, el portavoz Juan Marín, afirma: "Si el despacho es mío y nos faltan tres despachos para nuestros nueve diputados, ella no puede estar. Ella debería tener un espacio, pero tendrá que ver con la disponibilidad de espacio en el Parlamento". Y critica: "La solución es que ella entregue el acta y eso no lo cumple, su comportamiento no es ético".

Hace un mes Prieto se convirtió en el cargo con más rango en abandonar Ciudadanos tras su giro ideológico, y recuerda las razones de su salida: "Ciudadanos decía una cosa y hacía otra. Pedí las cuentas al grupo y no me las dieron. Doné mis dietas en agosto y me lo echaron en cara. Pedí la sede de Málaga para reuniones y me la denegaron. En febrero pasaron de ser liberales y socialdemócratas a liberales y progresistas. Y el reglamento y los estatutos se convirtieron en estalinistas y propios de la KGB, donde no se admite la libertad de expresión".

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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