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Cirugía valenciana para corazones de niños refugiados

Un español participa en una misión para salvar la vida a 13 niños sirios con graves malformaciones

Un niño  sirio atendido en un hospital.
Un niño sirio atendido en un hospital. AFP

El cirujano especializado en cirugía cardíaca pediátrica del hospital La Fe de Valencia, Alejandro Vázquez ha participado en una misión médica para operar las malformaciones congénitas de 13 niños sirios refugiados en los campamentos que rodean Ammán, la capital de Jordania, “los corazones y las malformaciones son iguales aquí que allí, lo único que cambia es el lugar donde las haces”. No es la primera experiencia con la cooperación de este castellonense, previamente ya había estado colaborando en una expedición valenciana en Mozambique.

Más de un millón de personas que huyen de la guerra en Siria viven hacinadas en estos campamentos gestionados por la ONU. Las condiciones de vida son muy duras y la atención médica especializada no les llega “ Jordania tiene unos 5 millones de habitantes y no puede hacerse cargo de la atención a casi un millón más de refugiados, por eso estas actuaciones son imprescindibles”, señala el doctor Vázquez.

El doctor Alejandro Vázquez.
El doctor Alejandro Vázquez.

El perfil de los pacientes atendidos tiene entre 4 meses y 12 años. Son niños que a medio y largo plazo no se van a desarrollar con normalidad y van a sufrir una insuficiencia cardíaca grave, “la familias están muy agradecidas porque lo que para nosotros es ordinario para ellos es una lotería y son conscientes de la gravedad de la enfermedad de sus hijos”. Alejandro Vázquez atiende esta clase de malformaciones habitualmente en el hospital La Fe de Valencia, “mi principal apoyo ha sido el doctor José Anastasio Montero, jefe del Área del Corazón del hospital La Fe, formo parte de su equipo”.

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La selección de los pacientes la han hecho los médicos jordanos, los “únicos que acceden a los campamentos”. El equipo de médicos internacional organizado por la ONG francesa La chaine de l’espoir, en el que participaba Vázquez, ha realizado todo el trabajo en un hospital privado de Ammán. “Es duro ver a estas familias en los campos. Son médicos, abogados o profesores que, de repente, viven en una tienda de campaña y los organizadores de los campos son muy restrictivos para conceder el acceso ”, explica la organizadora de la expedición, Tomasa Centella, cirujana pediátrica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y presidenta de la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular.

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Esta médico madrileña, con experiencia en cooperación internacional, en Etiopía en 2008 y luego en Kenia, ha sido la encargada de contactar con la ONG francesa y dirigir el equipo de profesionales españoles en Jordania, “contar con Alejandro Vázquez ha sido enriquecedor porque el también tenía experiencia en Mozambique. Hemos trabajado muy a gusto”.

Los cirujanos han reparado el corazón de 13 niños a razón de “dos intervenciones al día”. En el hospital se les hacia screaming previo y se valoraba que casos atender en función de la complejidad. En los casos de cardiopatías más complejas “tienes que ser restrictivo”, señala la doctora Centella. En estas mismas circunstancias, en España se opera a niños recién nacidos pero “allí no hay medios suficientes”. En estos casos se ha resuelto la situación con una cirugía parcial y hacer la intervención más agresiva cuando crezca. “Hemos tomado esta decisión para un bebé de 4 meses con Síndrome de Down”. Los niños pasan a recuperación en la UCI del centro y siguen una supervisión por parte del médico del campo de refugiados y cada 15 días vuelven al hospital, “me acaban de mandar un informe de cada niño y están todos bien”.

Todas las operaciones se han realizado en el Gardens Hospital de Ammán “ es un centro privado con el nivel de un hospital europeo”, comenta la doctora Centella. La cirugía cardíaca pediátrica requiere de medios importantes, “hemos utilizamos menos medios garantizando la calidad del servicio”. Alejandro Vázquez valora la atención del personal jordano, “ son muy profesionales y nos han ayudado en todo”.

A pesar del éxito de las intervenciones, a los médicos les preocupa la vuelta a los campos de refugiados, “pueden tener riesgo de endocarditis y el acceso a antibióticos es complicado” aunque la mayoría de los niños se quedan curados”. El objetivo del equipo es seguir colaborando con la ONG francesa y los refugiados sirios sobre el terreno. Tomasa Centella descarta traerlos a España, “con el mismo dinero que atiendes aquí a un niño, haciéndolo allí operas a 12 y puedes formar a los profesionales para que aprendan”. Una parte del objetivo de esta expedición era consolidar un equipo que pueda volver a trabajar en Jordania y “creo que lo hemos conseguido”, concluye la doctora Centella.

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