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Pero ¿cuántos espías tiene Trump?

17 agencias forman la comunidad de inteligencia estadounidense, a la que se ha enfrentado su presidente (y comandante en jefe)

Javier Rivas
Donald Trump en la sede la CIA el 21 enero, un día después de ser elegido presidente.
Donald Trump en la sede la CIA el 21 enero, un día después de ser elegido presidente.GETTY

La pregunta tiene trampa. EE UU siempre se ha esforzado por enmascarar la dimensión de sus operaciones de espionaje y contraespionaje y el número de implicados en la seguridad nacional, un secretismo elevado exponencialmente desde el 11-S. Una amplia investigación de The Washington Post concluyó en 2010 que unas 1.271 organizaciones gubernamentales y 1.931 empresas trabajaban en programas de antiterrorismo, seguridad e inteligencia y que unas 854.000 personas tenían acceso de uno u otro nivel a información clasificada, cifra que el especialista en seguridad William W. Keller elevaba en enero pasado a 1,5 millones.

Desde su llegada a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump mantiene un claro enfrentamiento con la comunidad de inteligencia de EE UU. Con este nombre se conoce al conjunto de 17 agencias cuya misión legal es realizar “las actividades de inteligencia precisas para la dirección de las relaciones exteriores y la protección de la seguridad nacional”, como figura en la Orden Ejecutiva 12333 con la que Ronald Reagan le dio carta de naturaleza inicial en 1981. ¿Quiénes son los miembros de esa comunidad de los que su jefe recela? Estos:

Oficina del Director Nacional de Inteligencia (ODNI, en sus siglas en inglés). Creada por el Congreso tras el 11-S, fue puesta en marcha en 2005. Coordina a las otras 16 agencias y unifica su estrategia. Su director es el principal responsable de la comunidad y el más destacado asesor del presidente en esta materia.

Agencia Central de Inteligencia (CIA). La más conocida (y reflejada en la cultura popular) del listado. Es la principal responsable de facilitar información de inteligencia de todo tipo, especialmente la recogida por fuentes humanas, y realizar las operaciones clandestinas correspondientes.

Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA). Se define como una organización de apoyo de combate al Pentágono. De las pocas que reconoce su plantilla —“más de” 16.500 militares y civiles, estos casi el 70%—, genera, analiza y difunde información para misiones militares.

— Las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas (Ejército de Tierra, Armada, Fuerza Aérea y Marines) cuentan con sus correspondientes unidades de inteligencia (G-2, Oficina de Inteligencia Naval, 25ª Fuerza Aérea y Departamento de Inteligencia del Cuerpo de Marines, respectivamente) encargadas de las actividades de información requeridas para la actuación de cada una.

— Oficina Federal de Investigación (FBI). La otra entidad más conocida. Suma funciones de inteligencia y policiales en campos como antiterrorismo, contraespionaje, cibercrimen… Su rama específica en esta materia se creó en 2005.

Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA). Dependiente del Pentágono, proporciona información geoespacial que sirva a la seguridad nacional. Sus datos se usan para operaciones militares, pero también ayuda humanitaria, desastres o vigilancia fronteriza.

Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO). Igualmente subordinada al Pentágono, construye y opera los satélites de reconocimiento y vigilancia. Su existencia no fue reconocida hasta 1992, cuando llevaba ya 31 años funcionando.

Agencia de Seguridad Nacional (NSA). La más avanzada tecnológicamente —y una de las mejores, y más secretas, del mundo en su campo—, se dedica a la inteligencia de señales y la creación, difusión, intercepción y tratamiento de información codificada de todo tipo. Una de las muchas cosas que se dicen de ella es que es el mayor empleador de matemáticos en EE UU.

Oficina de Inteligencia y Contrainteligencia del Departamento de Energía. Protección y respuesta a las amenazas en materia de seguridad energética.

Oficina de Inteligencia y Análisis del Departamento de Seguridad Interior (DHS). Información en las materias que pueden afectar a esta área del Gobierno, incluyendo la prevención y disuasión de amenazas terroristas o el control fronterizo.

Oficina de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado. Proporciona al secretario de Estado y sus diplomáticos toda la información necesaria para la política exterior.

Oficina de Inteligencia y Análisis (OIA) del Departamento del Tesoro. Junto con la Oficina de Terrorismo e Inteligencia Financiera (TFI), coordina la protección del sistema financiero contra su uso ilícito frente a otros países, terroristas, blanqueo, narcotraficantes y otras amenazas.

Administración para el Control de Drogas (DEA). La agencia antidroga estadounidense, también de larga vida en la ficción, cuenta con una unidad de inteligencia (ONSI), que se sumó a la comunidad en 2006.

Guardia Costera (USCG). Integrada en las Fuerzas Armadas, pero dependiente de Seguridad Interior en tiempo de paz, defiende las más de 100.000 millas de costa y vías navegables interiores, otro amplio ámbito para generar información.

Y un último dato: el presupuesto oficial del año fiscal 2016 para los dos programas que engloban las actividades de la comunidad —el Programa de Inteligencia Nacional (NIP) y el de inteligencia militar (MIP)— sumó 71.800 millones de dólares (unos 67.100 millones de euros). Para 2017 están inicialmente previstos 70.300 millones de dólares.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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