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Interior sanciona a dos policías por desatender a un turista que se suicidó en una celda

Una investigación de Reino Unido revela una negligencia en la muerte del británico Anthony Abbott en Benidorm en 2015

Joaquín Gil

El turista británico Anthony Abbott, de 36 años, falleció en un calabozo de la comisaría de la Policía Nacional de Benidorm (Alicante). Ocurrió en la madrugada del 23 de octubre de 2015. El Ministerio del Interior informó de que el detenido se suicidó ahorcándose con la tira de una manta que ató a un barrote de la celda. Pese a que la Dirección General de la Policía defendió tras el suceso a los agentes, EL PAÍS ha confirmado que este organismo impuso sendas sanciones graves a los dos funcionarios que custodiaron a Abbott. Uno de los policías castigados se ausentó de su puesto de vigilancia. Y el otro, no le relevó, según reconocen fuentes oficiales. El turista permaneció 18 minutos desatendido en el calabozo. Tiempo suficiente para quitarse la vida.

El turista británico Anthony Abbott junto a su pareja, y dos hijos.
El turista británico Anthony Abbott junto a su pareja, y dos hijos.
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La celda de Abbott carecía de cámaras. Nadie monitorizó a este británico que pasaba en Benidorm unas vacaciones con su pareja y dos hijos, que entonces tenían siete y ocho años.

La Dirección General de la Policía decidió imponer a los agentes el tramo más leve de la sanción grave recogida en la Ley Orgánica 4/2010 del Régimen Disciplinario. El castigo consistió en solo cinco días de suspensión de empleo y sueldo, según fuentes policiales.

El detenido permaneció 18 minutos sin vigilancia. Los policías se ausentaron.

La institución no informó de estas infracciones al Juzgado de Instrucción número tres de Benidorm, que investigó el caso, según la abogada de la pareja del fallecido, María Ángeles Reyes Bernal. “Una cosa es la instrucción judicial y otra las sanciones”, defienden fuentes policiales oficiales.

Antes de entrar en el calabozo, este turista que fue arrestado por un presunto delito de violencia de género, se golpeó la cabeza contra una de las paredes de la comisaría, según el sumario.

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El castigo a los agentes consistió en  cinco días de suspensión de empleo y sueldo

Las pesquisas en España para aclarar la muerte de Abbott se archivaron. Una vía que contrasta con la investigación abierta en Reino Unido. Una coroner de Manchester –figura que se refiere a la funcionaria independiente que indaga los motivos de un fallecimiento- concluyó el pasado 23 de marzo que la defunción del turista se produjo por ahorcamiento. Sin embargo, calificó de “negligencia” y “factor importante” que la comisaría de Benidorm no reformara sus instalaciones para evitar suicidios.

La coroner cita un informe interno del Ministerio del Interior elaborado meses antes de la muerte de Abbott. El texto recomendaba actualizar las dependencias de Benidorm para impedir que los detenidos se quitaran la vida.

Fallos de seguridad en comisaría

Interior proponía entonces colocar cámaras en las siete celdas del recinto, arreglar las puertas para evitar “la introducción de tiras de mantas”, instalar timbres en los calabozos y reparar el sistema de avisos sonoros. El propio Ministerio criticaba, además, que los arrestados debían gritar para ser atendidos, ya que las celdas se encontraban en el semisótano y el puesto de control de seguridad, en la primera planta. Y recogía las dificultades para monitorizar las 12 plazas de los calabozos. En la comisaría trabajaban en 2015 un total de 324 funcionarios.

El arrestado se golpeó la cabeza contra una pared de la comisaría antes de entrar en el calabozo

Interior recordaba también que el 26 de marzo de 2014 un arrestado estuvo a punto de quitarse la vida en la celda colectiva colgándose con la tira de una manta. El mismo sistema que empleó Abbott.

La investigación desarrollada en Reino Unido, de 17 meses de duración, concluye que no existe constancia de que la comisaría de Benidorm implantara estas recomendaciones de Interior. Un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía sostiene que "algunas" de estas reformas sí que se hicieron. Este periódico ha intentado sin éxito recabar la versión del comisario de Benidorm.

El informe de Reino Unido sobre Anthony Abbott será enviado al ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson. El documento pide que se adopten medidas para garantizar la seguridad de los detenidos.

“¿Cómo puede un arrestado romper una manta a pedazos para ahorcarse en una comisaría?”, se pregunta la letrada en España de la pareja del fallecido, María Ángeles Reyes Bernal, que se prepara para reclamar una “elevada cantidad económica” al Ministerio del Interior.

Nacido en Bolton (Gran Manchester), Abbott fue arrestado en el hotel Palm Beach de Benidorm después de que la policía recibiera una llamada de un empleado tras escuchar una discusión con su pareja. Fuentes policiales apuntaron entonces que se encontraron al turista ebrio y señalaron un posible caso de violencia de género.

La compañera de Abbott, Catherine Corless, de 30 años, ha negado posteriormente esta circunstancia. Su entorno apunta a que la pareja planeaba casarse en los próximos meses. Tras la muerte, Corless puso en marcha un sistema de crowdfunding o micromecenazgo. Recaudó 7.000 euros. El dinero se destinó a repatriar el cadáver y pagar a los abogados.

investigacion@elpais.es

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Sobre la firma

Joaquín Gil
Periodista de la sección de Investigación. Licenciado en Periodismo por el CEU y máster de EL PAÍS por la Universidad Autónoma de Madrid. Tiene dos décadas de experiencia en prensa, radio y televisión. Escribe desde 2011 en EL PAÍS, donde pasó por la sección de España y ha participado en investigaciones internacionales.

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