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Este es el perfil de Twitter de un yihadista español

El consumo de propaganda terrorista, como la difundida por el ceutí Hamido Mohamed por las redes, se ha convertido en el gran arma de reclutamiento del ISIS

La cuenta de Twitter de Hamido Mohamed.Foto: reuters_live | Vídeo: PACO PUENTES / QUALITY
J. J. Gálvez

Cuando las fuerzas antiterroristas rastreaban la red a la caza de Hamido Hamido Mohamed, se toparon en uno de sus tres perfiles de Twitter (@22Hamido) con la foto de un hombre erguido, con los brazos cruzados a la espalda y la mirada clavada en la cámara. Y completamente vestido de negro: desde las botas altas hasta la capucha que le cubría la cabeza. De esta forma se presentaba este propagandista yihadista, de 43 años y nacido en Ceuta, en su cuenta.

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"Pido a Alá que me dé valor para matar infieles", había escrito antes en Facebook, en uno de los primeros mensajes interceptados por los investigadores. "Dios derriba a los infieles y protege a sus siervos musulmanes", había añadido en su usuario de Google+, que convirtió, junto a sus otros 27 perfiles en redes sociales, en una de las herramientas principales para difundir su ideología radical.

Detenido en 2014 por esta actividad, Mohamed utilizaba todas estas plataformas para compartir música, vídeos y fotografías a favor de los miembros de Al Qaeda y del autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Los presentaba como héroes y repetía insistentemente el "honor" que supone incorporarse a sus filas hasta "morir como mártires". Una conducta que, según la sentencia que lo condenó hace apenas tres meses a dos años de cárcel, "eleva el riego de sufrir acciones terroristas". Porque internet se ha erigido, según un juez de la Audiencia Nacional, en el gran aliado del yihadismo para extender sus "tentáculos" mediante la búsqueda de "adeptos" en cualquier lugar del mundo. También, en España.

Los terroristas han diseñado una amplia trama basada en las redes sociales que acercan a sus simpatizantes, captadores y combatientes. Según explican fuentes de las fuerzas de seguridad, un joven de Ceuta puede, por ejemplo, contactar con un simple golpe de clic con un reclutado que ya se encuentra luchando en Siria. Y, además, todos ellos se reenvían una y otra vez la infinidad de infografías, revistas, tutoriales y vídeos que cuelgan en el ciberespacio. "Porque, hasta ahora, nunca un grupo terrorista había tenido tal capacidad de propaganda", sentencian fuentes de la Jefatura de Información de la Guardia Civil.

Sus familiares cuentan que, de repente, les echan la bronca por no ser buenos musulmanes Fuentes de la lucha antiterrorista
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Pero, en la práctica, ¿cómo se produce el proceso de radicalización a través de internet? "Hay un momento en el que la conducta de ese individuo cambia", se arranca un agente del instituto armado: "De pronto, estas personas empiezan a consumir intensamente toda esta propaganda. Lo hacen en privado, encerrados en habitaciones habitualmente". Entonces, comienzan a aislarse y a retrotraerse socialmente. "Y sus familiares cuentan que, de repente, les echan la bronca por no ser buenos musulmanes", detallan fuentes de la Jefatura de Información.

Un informe de las fuerzas antiterroristas españolas describe, además, cómo la propaganda del ISIS se diseña en base en un programa de adoctrinamiento concebido en cuatro etapas. La primera tiene como objetivo presentar al musulmán como "víctima". Para ello, se difunde incesantemente imágenes de musulmanes muertos —sobre todo, niños— en diferentes conflictos armados. "Hasta conseguir que el receptor asuma las penurias de estas personas como si se las infligieran a alguien de su familia", concluye este documento, que señala que la segunda fase consiste en "culpabilizar" de estos hechos a Occidente y a los países del golfo pérsico. "Esta identificación se realiza en las redes sociales con la emisión de imágenes en las que aparecen los supuestos enemigos del Islam reuniéndose".

En ese momento, comienza la tercera etapa: se incita al posible reclutado a que se pregunte si es un "buen musulmán" y qué puede hacer para serlo. Y se le sugiere, ya en la cuarta fase, que la respuesta pasa por el activismo islamista radical y que la violencia está justificada.

"En España, a los que se detiene por propaganda o enaltecimiento suelen tener un papel muy activo. No se detiene a alguien simplemente por mirar propaganda yihadista, aunque lo haga de forma habitual", relatan fuentes de la Guardia Civil, que remachan: "Tienen que dar un paso más allá: manifestar sus intenciones de marcharse a combatir; o de captar o incitar a gente a que se vaya; o, incluso, hablar de intentar organizar alguna acción".

En uno de los vídeos compartidos por Hamido Mohamed en su cuenta de Youtube, un combatiente yihadista agita un sable mientras grita: "Por Alá, nosotros saldremos victoriosos... Y os cortaremos la cabeza con esta espada". El ceutí, al que la Guardia Civil relacionó con el narcotráfico y le incautó un arma, también escribiría en su perfil de Facebook: "Lucharé hasta la muerte".

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Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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