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La Guardia Civil investiga si la banda de ‘simpas’ también huyó sin pagar una boda

Entre 150 y 200 comensales, aún sin identificar, se fueron el mes pasado sin abonar unos 10.000 euros del restaurante El Rincon de Pepín, también en la provincia de León

Imagen del exterior de la entrada del restaurante El Rincón de Pepín. R. PepínFoto: atlas
Daniel Muela

La hostelería de la región de El Bierzo, en León, ha vivido en menos de un mes dos sobresaltos mayúsculos. El pasado lunes cien personas se marcharon, a la fuga y sin abonar la cuenta de 2.000 euros, tras disfrutar de la cena durante la celebración de un bautizo en un establecimiento en la localidad de Bembibre. Ahora, se conoce un segundo caso aún más sorprendente que ha puesto sobre aviso a las autoridades de la zona. En febrero, entre 150 y 200 comensales que acudieron a festejar una boda en el restaurante El Rincón de Pepín, ubicado en Ponferrada, abandonaron el lugar dejando a deber un montante de entre 10.000 y 12.000 euros, según han confirmado fuentes de la investigación.

Los invitados aludieron que "la comida no había estado a la altura de lo que esperaban" y se marcharon sin dar más explicaciones, según han explicado fuentes conocedoras del caso

Los invitados alegaron que "la comida no había estado a la altura de lo que esperaban" y se marcharon sin dar más explicaciones, según han explicado fuentes conocedoras del caso. Ambos establecimientos están separados por solo 20 kilómetros, pero se han visto sorprendidos de la misma manera. Una investigación que continúa abierta y en la que aún se desconoce si son las mismas personas que hicieron el insólito simpa en Bembibre.

Las autoridades deben esclarecer, entre otros asuntos, si se trata de "bromas pesadas aisladas" o, como todo parece indicar, de "una estafa pensada con premeditación". "Según datos aportados por la Policía Nacional de Ponferrada, que es la encargada de la investigación, aún no se puede afirmar que se trate del mismo grupo de personas", argumenta José Manuel López, responsable de Prensa de la Subdelegación de Gobierno en León. 

Este periódico ha intentado ponerse en contacto con la dueña del restaurante El Rincón de Pepín, sin éxito. El encargado del local ha argumentado que se encuentra de vacaciones fuera de El Bierzo "durante esta semana". En palabras de la propietaria, recogidas en el portal de noticias infobierzo.com, "todos los comensales abandonaron en estampida el lugar tras finalizar el banquete y mientras disfrutaban de una fiesta por todo lo alto". La reserva la habían contratado una familia originaria de un país de Europa del Este. Tras el incidente, el simpa fue denunciado por la dueña a las autoridades de Ponferrada.

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Misma zona, idéntica forma de proceder

Más suerte corrió el propietario Juan González del hotel restaurante Novo, en Ponferrada, ubicado en la Nacional VI a la altura del kilómetro 386. Este empresario, que lleva toda la vida dedicándose al sector hostelero, pudo haber sido una víctima más de estos desconcertantes simpas. Hace unos meses, según relata, varias personas —originarias también del Este de Europa— acudieron al local para reservar la celebración de un cumpleaños. El trato al que se llegó entre ambas partes era simple: el hotel ponía las instalaciones y los comensales proveían la comida y la bebida necesaria para el evento. “El alquiler de la sala fueron 400 euros. Todo transcurrió con normalidad, sin problemas, pero cuando se marcharon sí nos dimos cuenta de que se llevaron alguna cosa”, explica vía telefónica a EL PAÍS.

Este hecho, unido a la gran cantidad de personas que se sumaron a última hora a la celebración, hizo sospechar a González de que algo raro sucedía. “En principio, me dijeron que acudirían unas 30 personas, al final se presentaron muchas más, al menos cien”. Curiosamente, la misma cantidad de personas que dejaron sin pagar la mayor parte de la cuenta del bautizo en Bembibre. “Lo que está pasando es bastante raro, yo no he visto cosa igual”, razona González.

Las mismas personas volvieron, meses después, con la pretensión de alquilar el espacio para un nuevo convite. “Yo no quería cederles el espacio, ya no me fiaba. Lo intentaron tres o cuatro veces y yo siempre les ponía alguna excusa, como que tenía el recinto alquilado previamente”. Esta vez, el empresario les impuso un anticipo por adelantado y un aval (de unos 3.000 euros) mediante un acuerdo firmado “por si desaparecían utensilios o dejaban desperfectos del mobiliario durante el festejo”. “Ellos se negaron en redondo y al ver que yo no cedía se cansaron y no volvieron más”, a lo que añade: “Por desgracia, se la colaron a la gente de Bembibre esta misma semana. Mi negocio está a pocos kilómetros de ese pueblo".

González piensa que estas personas han actuado de forma premeditada en los sitios donde han conseguido marcharse sin abonar la cuenta completa. “Cuando estuvieron en mi local, acudieron en coches de alta gama. Recuerdo haber visto BMW X6 y vehículos similares en el aparcamiento”. Una forma de proceder que, por ahora, no ha tenido ninguna consecuencia debido a que las autoridades no han conseguido dar con ninguno de los implicados. "No creo que vuelvan por aquí, al menos, durante un tiempo".

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Sobre la firma

Daniel Muela
Es redactor de Escaparate. Está especializado en temas de tecnología y dispositivos electrónicos y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en el gabinete de prensa de Ifema y El Mundo. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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