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MrGranbomba justifica el vídeo de “cara anchoa” en su medio millón de suscriptores

El repartidor que le dio la bofetada al 'youtuber' alega que se defendió por temor a un robo

Momento del suceso.
Momento del suceso.

El youtuber conocido como MrGranbomba ha justificado este jueves ante el juez el vídeo que se ha hecho viral en el que llamó "cara anchoa" a un repartidor de mensajería con el argumento de que es lo que le pedía su “medio millón de seguidores”. El mensajero ha alegado que reaccionó propinándole un bofetón al youtuber porque temió ser víctima de un robo. La fiscalía y la acusación particular han reclamado para el presunto agresor multas de entre 120 y 180 euros por un delito leve de lesiones. La defensa, en cambio, ha reclamado su absolución tras invocar la eximente de legítima defensa y ha anunciado que presentará una querella por injurias y calumnias contra el youtuber.

Internet ha revolucionado la sociedad de la información hasta tal punto que un juicio por una simple bofetada puede convertirse en noticia de primera plana. Basta con que esté aderezado con los ingredientes adecuados: la plataforma digital Youtube y un insulto que parece haberse instalado en el imaginario colectivo: cara anchoa. El juzgado de Instrucción número 8 de Alicante ha acogido este jueves la vista oral por la agresión del repartidor de mensajería al youtuber.

La vista ha generado una importante atención mediática. Las imágenes del bofetón, que han sido reproducidas en la sala, no dejan lugar a dudas. La secuencia transcurre en una calle de la ciudad de Alicante el pasado 9 de diciembre. Mr Grambomba se acerca al repartidor y le pregunta por una dirección. El mensajero, solícito, comienza a darle las señas. Pero el youtuber, le interrumpe en dos ocasiones para llamarle"cara anchoa". El mensajero se revuelve, le llama "payaso" y tras amenazarle verbalmente le suelta una bofetada a mano abierta. Sonora y contundente. Sin miramientos. 

El incidente generó un aluvión de críticas hacia el youtuber alicantino y ha enterrado su carrera digital. El denunciante ha admitido esta mañana que ha vendido su canal en esta red social a la empresa ilicitana Hawkers, dedicada a la fabricación de gafas de sol, aunque no ha revelado por qué cantidad porque el contrato "es confidencial".

Sobre el incidente, ha relatado que el repartidor se puso "nervioso" y le agredió, aunque él se disculpó "reiteradas veces" por el insulto que le había dirigido y trató de convencerle de que solo trataba de grabar una escena cómica con una cámara oculta.

Según Soler, en ningún momento quiso ofender al repartidor, ni menoscabar su dignidad, aunque muchas veces la finalidad de sus vídeos consista en "enfadar a la gente". “Yo nunca he actuado con maldad; solo pretendo entretener a mis suscriptores. Es lo que me pide mi medio millón de seguidores", ha precisado.

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El denunciante sostiene que es la primera vez que sufre una agresión física por culpa de sus vídeos. Pero varias grabaciones exhibidas en el juicio muestran todo lo contrario. En las imágenes se observa cómo es zarandeado y golpeado por cinco víctimas de sus chanzas.

"Unas personas se lo toman mejor y otras peor, pero no creo que mis vídeos hagan sufrir a las personas, no creo que sea para tanto. No pienso que dos palabras puedan provocar una agresión", ha puntualizado Soler.

El youtuber no se arrepiente de lo que hizo, pues él entiende que se limita a “interpretar un personaje”, a hacer el “papel de bromista”.

Por su parte, el mensajero acusado de la agresión ha alegado que no es una persona agresiva pero reaccionó de forma violenta en esta ocasión al pensar que le querían "quitar los paquetes" que estaba repartiendo.

"Estábamos en plena precampaña de Navidad y había bastante jaleo. Cuando llegué a la nave de la empresa di el parte de lo que me había ocurrido, dije que creía que me habían intentado robar", ha aseverado.

Osorio se ha visto sobrepasado por una fama que nunca ha buscado. La gente le reconoce por la calle y le para continuamente. Muchos le dicen que debería haberle “dado dos bofetadas” al chico que le insultó, en lugar de una sola, según ha contado.

El denunciante afirma que ha tenido que acudir al psicólogo y medicarse contra la ansiedad. Fuentes de su entorno han informado a El PAÍS que el repartidor ha recibido ofertas para participar en bolos de discoteca y protagonizar algún anuncio televisivo. Pero las ha rechazado todas porque no tiene ningún afán de notoriedad.

Su letrado, Carlos Frigola, ha pedido al juez que le absuelva tras exponer que actuó en legítima defensa tras creerse víctima de un robo. El abogado ha anunciado además que va a interponer una querella contra Mr Granbomba por un delito de injurias y calumnias, después de que calificara a su cliente en un vídeo posterior a la agresión de "desequilibrado mental", "amargado", "estúpido", "prepotente" y "delincuente".

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