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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Repensar las primarias

El método de prueba y error para innovar no está mal, pero es costoso si no se acierta

Francesc de Carreras
El candidato a la Secretaría General del PSOE, Pedro Sánchez.
El candidato a la Secretaría General del PSOE, Pedro Sánchez.Chema Moya (EFE)
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Tengo la impresión de que el entusiasmo por las elecciones primarias en los partidos españoles ha sido poco meditado. Se suele decir que las primarias son un invento de Estados Unidos, cuando no es exactamente así: allí los candidatos a presidente se eligen en una convención compuesta por compromisarios, solo parcialmente designados en primarias e, incluso en este caso, con sistemas muy diferentes.

Por tanto, lo que se está ensayando en España, y en otros países europeos, es algo en parte semejante a Estados Unidos pero no igual ni, menos aún, idéntico. Vayamos, pues, con cuidado: en ningún lugar está escrito que este sea el mejor sistema, ni siquiera un buen sistema. El método de prueba y error para innovar no es mal sistema pero también es arriesgado y, si no se acierta, suele ser costoso. Seamos, pues, cautelosos en la implantación de primarias.

Lo estamos viendo en las primarias del PSOE. Tengo la impresión de que los contendientes presentados de momento —Patxi López y Pedro Sánchez— se han precipitado al anunciar sus candidaturas. O quizá la gestora que dirige el partido ha retrasado demasiado el congreso, no lo sé. Pero en esta disputa entre miembros de la formación, quien más puede perder es el partido mismo al mostrar falta de unidad en una campaña excesivamente larga que enfrenta a compañeros.

Si dos meses antes de las primarias, uno de los candidatos, como es el caso de Sánchez, se postula como representante de la izquierda, ello tiene el efecto de desplazar al otro a la derecha y, probablemente, a la candidata que aún no ha entrado en liza, todavía más allá. No da la impresión que estemos ante una disputa razonada de ideas sino de simples frames, de “marcos mentales”, que tienen más de mensajes publicitarios que de argumentos. Las mismas presentaciones en actos con formato de mitin no parecen ser las más adecuadas para deliberar serenamente sobre los diferentes matices de sus proyectos.

Patxi se precipitó, Pedro le siguió a la rueda y Susana, más prudente y responsable, pierde fuelle porque da la impresión de no acabar de decidirse y, en todo caso, no ocupa cuota de pantalla en la atención del público. Creo que las cosas no están saliendo bien. La serenidad y seriedad de Javier Fernández —¡qué gran candidato se ha perdido!— y del resto de la gestora no parece haberse contagiado al partido.

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“Los experimentos, con gaseosa, no con champán”, que decía aquel. Repensar el sistema de primarias podría ser una de las tareas pendientes de la regeneración de la democracia en España.

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