_
_
_
_
_

El fiscal pide 48 años para Sergio Morate por el crimen de Marina y Laura

Las dos jóvenes desaparecieron en Cuenca en verano de 2015 y sus cuerpos fueron hallados junto a una poza

Morate es escoltado por la Policía, en Rumanía en 2015.Foto: atlas | Vídeo: ADRIAN PICLISAN EFE | ATLAS
Más información
Las confesiones de Sergio Morate
Familiares de las víctimas esperan la comparecencia de Morate en el juzgado
Sergio Morate, detenido por el crimen de Cuenca, asiste al registro de su casa

La Fiscalía de Cuenca ha pedido 48 años de prisión para Sergio Morate por los asesinatos de Marina Okarinska — exnovia suya de 26 años— y Laura del Hoyo — de 24 años—, cometidos en agosto de 2015. Morate, en prisión preventiva desde hace casi año y medio, es la única persona implicada en los crímenes. Las dos jóvenes desaparecieron en Cuenca el 6 de agosto de 2015 y sus cuerpos fueron hallados enterrados en cal viva una semana después. El principal sospechoso fue detenido en Rumanía tras una larga persecución policial.

Morate será juzgado por un jurado en la Audiencia de Cuenca. El escrito de acusación de la Fiscalía reclama que el principal enjuiciado, con antecentes por violencia de género, sea condenado a 25 años por el crimen de Marina, y a 23 años de prisión por el de Laura, la amiga de su exnovia que la había acompañado a recoger unas pertenencias el día en el que fueron asesinadas. El escrito de acusación ha contemplado el parentesco y la violencia de género como agravantes a la hora de solicitar la condena por el crimen de Marina. En el caso de Laura, el fiscal cree que el abuso de superioridad supuestamente cometido por Morate contra la joven también debe elevar su condena.

El ministerio público solicita además una indemnización de más de 500.000 euros para las familias.

El último mensaje de WhatsApp en el móvil de Laura, encontrado extrañamente dentro de su coche junto a su bolso y las pastillas que tomaba diariamente por una dolencia cardíaca, es precisamente el de la cita con su amiga de origen ucranio a la que había conocido en Valencia. La acompañaba para recoger algunas cosas personales que se había dejado en el piso de su expareja, en el barrio del Pozo de las Nieves en Cuenca.

El primer asesinato era el planeado. El segundo, no. “Yo no quería matar a Laura”, le confesaría después a un agente que la madre de Morate escogió como confidente. “Pero no me quedó más remedio”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_