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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Fitur o la independencia de Pilar de la Oliva

La jueza se ha caracterizado por su independencia e interés por investigar la corrupción

Desde la izquierda, Betoret, Such, Martínez, Magariños, Correa y Crespo en el juicio de Fitur.
Desde la izquierda, Betoret, Such, Martínez, Magariños, Correa y Crespo en el juicio de Fitur.JOSÉ JORDÁN

Pilar de la Oliva es la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, que acaba de dictar la primera sentencia de la trama Gürtel. Son 538 folios a cargo de Juan Climent, el ponente, un trabajo más de escalpelo que de ordenador, aunque también. Es la autopsia de cinco años de delitos de prevaricación, cohecho, malversación continuada y otros en la contratación de la Feria Internacional del Turismo (Fitur).

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De la Oliva llegó a la presidencia del tribunal en 2010, cuando todavía reverberaba el eco de las palabras del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, sobre el entonces presidente del TSJCV, Juan Luis de la Rúa. Decía Camps que era “más que amigo”, definición que De la Rúa realzó: “Me siento feliz de esa relación”.

En su mandato, De la Oliva se ha caracterizado por su independencia e interés por investigar la corrupción. Presidió el tribunal del juicio del llamado caso Cooperación, que acabó en 2013 en la condena de ocho años de prisión para el consejero Rafael Blasco. No ha dejado de apuntar De la Oliva a la falta de medios para investigar la corrupción. La corrupción era producto, según la magistrada, de una “delincuencia que se ha servido del amparo del propio Estado para materializarse”.

Al vencer a finales de 2015 su mandato de cinco años, la atención se centró en el descabezamiento de Miguel Ángel Gimeno, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y su sustitución por Jesús Barrientos, quien acaba de presidir el tribunal de la consulta del 9-N.

Pero el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, no puso menos empeño en sustituir a Pilar de la Oliva. Aunque conservadora, su independencia era molesta. Y si bien sería difícil evitar, por lo escandaloso, que presidiera la primera pieza de la trama Gürtel —el caso Fitur—, su sustitución permitiría enviar un mensaje al tribunal.

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La expresidenta de la Audiencia Provincial de Valencia, Carmen Llombart, elegida vocal del CGPJ a propuesta del PP, llevó la voz cantante. Se le reprochaba a De la Oliva que no tuviera sintonía alguna con la Conselleria de Justicia de la Generalitat.

El candidato propuesto era Vicente Magro Servet, presidente de la Audiencia de Alicante, ex senador del PP tras las elecciones de 1996 y ex secretario primero de la comisión de Justicia del Senado. Pero Lesmes y Llombart fracasaron: una alianza de votos progresistas y conservadores descolgados formó una mayoría para renovar a Pilar de la Oliva.

El caso Fitur quedó visto para sentencia el 14 de abril de 2016, pero sucesivos problemas de medios, tanto humanos como técnicos, retrasaron el fallo, esa escasez que tanto ha denunciado Pilar de la Oliva.

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