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Tres meses de cárcel por dejar a su hijo faltar a clase reiteradamente

El proceso judicial comenzó después de que el menor se ausentase del instituto 117 horas en un mes

Jesús A. Cañas
Un pupitre vacío en un aula de un colegio público.
Un pupitre vacío en un aula de un colegio público. CARLES RIBAS

Unos padres de Chiclana de la Frontera (Cádiz) han sido condenados a tres meses de prisión por permitir a su hijo faltar a clase de forma reiterada durante cuatro cursos. El niño, ahora mayor de edad, tenía 6 años cuando entró en el programa (curso 2000-2001) y 14 cuando el caso se puso en manos de la Fiscalía (curso 2008-2009). La sentencia del Juzgado de lo Penal número 5 de Cádiz considera probado que los progenitores cometieron un delito de abandono de familia. Permitieron que su hijo encadenara constantes faltas a clase en su instituto hasta convertirse en “un caso de absentismo escolar grave”, según ha explicado el delegado municipal de Educación del Ayuntamiento de Chiclana, Joaquín Páez. De hecho, el proceso judicial comenzó después de que el joven se ausentase del instituto 117 horas en un solo mes.

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El juez también ha acordado la suspensión de la ejecución de la condena por un plazo de dos años si los padres no vuelven a cometer ningún delito en dicho periodo, según una nota de prensa del Consistorio. Tal y como ha relatado Páez, los hechos se remontan al curso escolar 2000-2001, cuando el menor se encontraba en un centro educativo de Primaria de la localidad. Después de que el niño se ausentase más de cinco días lectivos al mes (cuando ya se considera un caso de absentismo escolar en Primaria), los responsables del centro remitieron el caso al Ayuntamiento. “En ese momento, los técnicos de las delegaciones de Educación y Servicios Sociales van a hablar con la familia, que reconducen el tema. De hecho, recibieron una carta de refuerzo positivo, en la que se le comunica que ahí acaba la actuación”, ha matizado el edil.

Pero los problemas volvieron ya en Secundaria, a partir del curso 2007-2008. Tanto ese año como en los dos siguientes el chico “vuelve a ser absentista de carácter grave y a faltar a clase de manera reiterada, por lo que el centro deriva el caso a la delegación de Educación, que vuelve a poner en marcha el protocolo”, como ha explicado Páez. El concejal reconoce que ya, en estos años, “durante los encuentros de los técnicos municipales con la familia, se observa que los padres no responden como la vez anterior”. Fue entonces cuando desde el Ayuntamiento activaron el segundo paso del protocolo y avisaron a la Policía Local de la localidad. “En un primer momento, los agentes hablan con los progenitores para que esta actitud cambie. Todo ello sin éxito”, reconoce Páez. De hecho, los agentes llegaron a descubrir al menor con su padre en su trabajo en un puesto de un mercadillo ambulante durante horas lectivas.

Faltas de “graves” a “muy graves”

Fue en 2009, cuando los técnicos de Servicios Sociales del Consistorio emitieron un nuevo informe en el que se relataba que, solo durante el mes de enero de ese año, el menor se había ausentado de clases 117 horas. Hasta ese momento, las faltas del joven se consideraban como un caso de “absentismo grave” al acumular entre 25 y 50 horas mensuales de faltas sin justificar. Sin embargo, ya en ese mes de enero, pasó a la consideración de “muy grave”, al superar con creces las más de 50 horas de faltas injustificadas al mes. El Ayuntamiento envió el nuevo informe y un atestado de la Policía Local a fiscalía que decidió denunciar el caso a los juzgados.

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Se da la circunstancia de que los mismos progenitores tienen también dos hijos menores que también han empezado a acumular faltas sin justificar a clase, según ha reconocido el delegado municipal. Sin embargo, hasta ahora, sus casos de absentismo no han superado las primeras fases del protocolo en las que los técnicos municipales de Educación y Servicios Sociales se encargan de reconducir la situación. De hecho, el caso de uno de los dos menores “ya se está normalizando”, según han precisado desde el Consistorio.

La sentencia condenatoria a los padres llegó al Consistorio el pasado mes. En ella, el juez penaliza a los progenitores a los tres meses de prisión, a inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y el pago por mitad de las costas procesales. Páez ha explicado que han decidido dar a conocer la sentencia para que “sirva de ejemplo a otras familias”. “Estamos hablando de la decimocuarta condena a unos padres de Chiclana por absentismo escolar de sus hijos y el objetivo es que podamos acabar con este problema”, ha sentenciado el concejal.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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