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Estadios de fútbol, plazas de toros y otros lugares donde depositar las cenizas tras una incineración

Las funerarias se amoldan al cambio de costumbres sobre los entierros

Hugo Gutiérrez
Un hombre deposita unas cenizas en el cementerio de Chiclana de la Frontera (Cádiz).
Un hombre deposita unas cenizas en el cementerio de Chiclana de la Frontera (Cádiz).Román Ríos
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In English: Spain turns back on burials as cremations gain ground

La familia Singul pudo escoger un entierro al uso, pero prefirió que su padre fuese incinerado. Hace diez años, el 16% de los servicios funerarios eran cremaciones. En la actualidad son el 36% —unos 152.000 el último año— y en 2026 la patronal del sector funerario (Panasef) estima que la incineración será la opción escogida en seis de cada diez casos. ¿Pero qué hacer después con las cenizas? La familia Singul eligió los servicios de Gala azul, una empresa de Barcelona que ofrece el esparcimiento de las cenizas en el mar. “Fue como él hubiera querido, en su Mediterráneo”, explica la hija del fallecido.

Las funerarias se amoldan al cambio de mentalidad de la sociedad. “A la gente joven no le gusta ir a los cementerios”, explica Reyes Aguilar, portavoz de Panasef. La subida de las cremaciones lo demuestra: en las grandes ciudades ya superan el 70%. Por ello, en los últimos diez años se han invertido 800 millones de euros en hornos crematorios, hasta alcanzar una capacidad de 1.456 incineraciones al día (en 2015 la media fue de 419), según Panasef. 

El cambio en la demanda de los clientes, asegura Aguilar, no es por el precio. El gasto medio está en unos 3.600 euros, sea entierro o incineración. “No existe una diferencia económica de inicio, aunque a la larga termina siendo más caro el entierro al tener que renovar la concesión del nicho”, reconoce un portavoz del cementerio San José de Granada.

El problema con el que se encuentran las familias, y más si son católicas, tras la prohibición del papa Francisco de esparcir las cenizas, dividirlas entre los familiares o conservarlas en casa, es dónde depositar estos restos. Dado que no hay una ley nacional de servicios funerarios, en cada municipio es diferente. Ante esta situación, la mayoría de cementerios ha incorporado espacios habilitados para enterrar o esparcir las cenizas. Algunos de los camposantos van más allá: el de Roques Blanques, en Barcelona, está situado dentro de un parque natural en el que se está habilitando un camino de montaña de un kilómetro donde se podrán enterrar urnas biodegradables. Actualmente el recinto ya cuenta con 2.000 sepulturas ecológicas para cenizas y con este camino será el primero de España en tener una zona para enterrar cenizas con estas dimensiones.

Otros cementerios, sin embargo, incorporan estos espacios de forma gratuita. Esto ocurre en el camposanto de Torrero, en Zaragoza, donde se habilitó en 2011 un Jardín de cenizas donde se pueden esparcir las cenizas sin coste. Asimismo dispone de una zona donde se pueden enterrar las urnas biodegradables con las cenizas bajo una planta y una placa con el nombre, aunque en este caso no es gratuito.

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Lugares “ocupados” por cenizas

El Ayuntamiento de Almonte prohibió en 2004 el esparcimiento de cenizas y el abandono de urnas en la Aldea del Rocío, algo que se hizo usual entre romeros. En la actualidad, es necesaria una autorización del Consistorio para depositar las cenizas en la Aldea, en el camposanto habilitado por el Ayuntamiento. La ordenanza califica la práctica como infracción administrativa e impone sanciones de hasta 15.000 euros.

El monumento a Curro Romero, en los alrededores de la plaza de toros de La Maestranza, en Sevilla, es otro de los lugares afectados por el esparcimiento sin autorización de cenizas. En la capital andaluza no existe una ordenanza municipal específica para el depósito de cenizas, aunque son consideradas como residuos y se incluirían en la normativa que los regula. Por tanto, está prohibido arrojarlas en espacio público, excepto en los lugares habilitados para tal fin.

Por último, los estadios de fútbol son otros de los lugares preferidos por los aficionados para pasar el resto de sus días: Benito Villamarín (Real Betis), Vicente Calderón (Atlético de Madrid) y Cornellà-El Prat (RCD Espanyol) cuentan con columbarios para que se puedan depositar las urnas con las cenizas de fallecidos aficionados del club. El Barcelona tiene proyectado asimismo la construcción en las inmediaciones del Camp Nou de un espacio donde tendrán cabida más de 20.000 urnas.

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Sobre la firma

Hugo Gutiérrez
Es periodista de la sección de Economía, especializado en banca. Antes escribió sobre turismo, distribución y gran consumo. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS tras pasar por el diario gaditano Europa Sur. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, Máster de periodismo de EL PAÍS y Especialista en información económica de la UIMP.

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