_
_
_
_
_

La banda fue derrotada hace cinco años

¿Por qué ETA se empeña en escenificar el desarme?

Luis R. Aizpeolea
Marcha de apoyo a los presos de ETA este agosto en Bilbao.
Marcha de apoyo a los presos de ETA este agosto en Bilbao.Fernando Domingo Aldama

El 20 de octubre se conmemorará el quinto aniversario del anuncio de cese definitivo de ETA y, con él, de 43 años de asesinatos, extorsión, kale borrokay coacciones. Es también el quinto aniversario de su derrota, porque ETA finalizó el terrorismo de manera irreversible sin lograr ninguno de sus objetivos: ni el derecho a la autodeterminación ni la unión de Navarra con Euskadi. En esa etapa final, Batasuna, su brazo político, forzó el cese de una ETA muy debilitada ante la presión del Gobierno socialista, que le amenazó con su eliminación política. Batasuna consiguió su legalización, con el nombre de Sortu, tras reconocer la derrota de ETA al rechazar en sus estatutos expresamente la violencia y contribuir a su final. Este logro histórico se produjo las últimas semanas del Gobierno de Zapatero, siendo Alfredo Pérez Rubalcaba ministro del Interior.

Tras su cese definitivo, los restos de la dirección política de ETA se instalaron en Oslo (Noruega) con la pretensión de abordar con el Gobierno su desarme y la situación de sus presos. Pero el PP, tras ganar las elecciones de 2011, rechazó esa vía y un año después consiguió la expulsión de los etarras de Noruega.

De modo que, cinco años después, estamos ante la absurda situación de que sigue pendiente el desarme de una banda terrorista que ha renunciado a la violencia porque ETA quiere verificarlo en presencia del Gobierno y este no quiere. ¿Por qué ETA se empeña en escenificar el desarme? No es para negociarlo a cambio de alguna reivindicación, pues su derrota ya fue efectiva con su cese definitivo. Tampoco su armamento es sofisticado: varios centenares de fusiles y pistolas. Lo que pretende es dejar para la historia que su desarme fue voluntario como el cese definitivo del terrorismo, hace cinco años, fue unilateral. Quiere una foto a la colombiana. Pero, a diferencia de lo sucedido en el país latinoamericano, sin otra contrapartida que la foto.

A su vez, el Gobierno impide todo movimiento de ETA para la verificación bilateral del desarme. Incauta zulos y corta su pretensión de comprometer a Francia, porque quiere escenificar la derrota policial de ETA. Algo también absurdo, porque habrá otros zulos y ETA ya fue derrotada hace cinco años. En 2014, el Ejecutivo vasco se ofreció al Gobierno del PP y a ETA para verificar su desarme, con apoyo internacional, para obtener un final ordenado del terrorismo para evitar el descontrol del armamento. No tuvo respuesta. Quizás la próxima legislatura.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_