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Iglesias comienza a perder apoyos entre sus principales aliados

El líder de Podemos se revuelve contra el sistema y afianza su estrategia ante la militancia

Pablo Iglesias en la asociacion La Morada este miércoles.Foto: atlas | Vídeo: Uly Martín / ATLAS

Las tesis del líder de Podemos, Pablo Iglesias, comienzan a perder apoyos entre sus socios territoriales. Los aliados del partido, y algunos de sus referentes autonómicos, han entrado en la pugna interna. La vicepresidenta de la Comunidad Valenciana y dirigente de Compromís se ha manifestado este viernes sobre la relación con el PSOE. Mónica Oltra, que gobierna con el socialista Ximo Puig, no solo se ha desmarcado de Iglesias sobre la posibilidad de romper algunos pactos regionales, sino que ha reconocido que las negociaciones con Pedro Sánchez pudieron gestionarse mejor.

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Iglesias afianza su estrategia ante sus bases

Pablo Iglesias afianzó este viernes su estrategia en un encuentro con la militancia de Podemos celebrado en Madrid en los cine Palafox. El líder de la formación hiló un discurso impugnatorio con el sistema en el que, entre ataques a este periódico, buscó reafirmarse en todos y cada uno de sus pasos recientes, de la decisión de no permitir un Gobierno de Pedro Sánchez en la pasada legislatura a la defensa de nuevo modelo de organización. El acto, convocado para reactivar a los círculos, contó finalmente con pocas intervenciones de los simpatizantes tras casi una hora de intervención. El debate duró unos 15 minutos. El encuentro ha empezado con un vídeo que ha ensalzado su trayectoria desde el nacimiento de la formación, en 2014.

Iglesias defendió que una de sus señas de identidad es decir verdades incómodas, “parecer creíbles”, y “ser contrapoder”. En esa tesis quedó enmarcado su rechazo a acudir a los actos de celebración de la Fiesta Nacional y a los Premios Princesa de Asturias. “Los representantes de la democracia no son los que comen canapés, son la gente”, aseguró. “Que no me digan que ser patriota es estar en un desfile o una recepción. No tengo por qué ir a ninguna recepción. Esa decepción estará llena de antipatriotas, por muchos uniformes y esmoquin que lleven”, clamó, y esa fue la parte de su discurso más aplaudida.

“Claro que hay diferencias estratégicas. Claro que pensamos diferente, y atraviesan todos los procesos, los locales, los regionales”, siguió Iglesias. “Claro que Debatir tiene riesgos. El primero tiene que ver con nosotros mismos. Tiene que ver con banalizar los debates entre radicales y moderados. Os pido desde aquí como secretario general de todos que nos respetemos todos a nosotros mismos”, reclamó a los suyos.

“Si alguien facilita un Gobierno del PP en España, ¿Lo que vamos a hacer es facilitar un Gobierno del PP en las comunidades? Esto es absurdo. Entiendo que están expresando una opinión política, la misma que expreso yo ahora, que Mariano Rajoy no es positivo, a partir de ahí no vamos a empeorar la situación”, ha mantenido este viernes la número dos del Gobierno de la Generalitat Valenciana, quien también ha hecho autocrítica sobre la negociación con el PSOE.

La dirigente de Compromís ha reconocido que la decisión de no apoyar la investidura de Sánchez tras las primeras elecciones generales “se habría modulado de otra manera”, sabiendo lo que se sabe ahora. Sin embargo, Oltra ha matizado que su formación no sabía lo que iba a suceder y adoptó “la única decisión que podía tomar”. La vicepresidenta ha criticado también que el PSOE pusiera entonces delante de Podemos un plato de lentejas: “Si las quieres las tomas y si no, las dejas. No fue la mejor manera de negociar”, ha dicho. “Visto con perspectiva, quizá se tendría que haber calibrado mejor aquella decisión”, ha señalado.

El mapa de fuerzas

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Oltra, cuyas palabras se sitúan más cerca de las tesis de Errejón, no es la única dirigente de la coalición Unidos Podemos que expresa esas dudas. Pablo Iglesias solo controla con claridad el núcleo duro de Podemos, mientras el debate sobre la conveniencia de adoptar posiciones políticas más o menos beligerantes se abre paso entre sus socios territoriales.

La propia Teresa Rodríguez, líder del partido en Andalucía, se mostró partidaria tras las elecciones del 26 de junio de apoyar un Gobierno en solitario de Sánchez. Lo ha hecho a pesar de tener perfil propio en la organización —donde se encuadra en el sector anticapitalista— y mantener una oposición muy dura frente a la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Por su parte, la alcaldesa de Barcelona y promotora de En Comú Podem, Ada Colau, gobierna con el PSC, aunque ha evitado pronunciarse abiertamente sobre las tensiones internas de Podemos y tomar partido por uno de los dos dirigentes. Y el líder de IU, Alberto Garzón, no oculta su proximidad a los planteamientos del secretario general, a los que vincula su continuidad en la colaboración con Podemos.

A estos posicionamientos se añaden los de los dirigentes territoriales, lo que configura un mapa de equilibrios de la formación bastante definido. Iglesias cuenta con el apoyo sin fisuras de las federaciones de la España interior: Castilla-La Mancha, Castilla-León, Aragón, liderada por el secretario de Organización, Pablo Echenique, y, al menos hasta ahora, la Comunidad de Madrid. En cambio, en Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y País Vasco reivindican mayor autonomía con respecto al secretario general y algunos de estos territorios se han inclinado en más de una ocasión del lado de Errejón.

El control de Madrid es clave. Por esta razón, Iglesias quiere asegurarse el triunfo en el congreso regional de una candidatura que afiance su estrategia y se ha posicionado con el portavoz en el Senado, Ramón Espinar, frente al proyecto encabezado por Rita Maestre. Un acto convocado este viernes tenía precisamente como objetivo la movilización de la militancia en favor de su estrategia. “La otra estrategia”, ha dicho sin mencionar a Errejón, “la que nos dijo absteneros, es la que pretendía subalternizarnos”. “Acertamos, cuando dijimos al PSOE que una de dos: o gobernáis con nosotros o con el PP”. El líder ha apuntado además que esa línea dura es la que pretende mantener en el futuro: “Vamos a ser igual de coherentes para ser una fuerza de oposición”. Iglesias también ha criticado a la prensa y ha llegado a afirmar: “No habla bien de nuestra democracia cuando uno va al quiosco todos los periódicos defiendan que Rajoy tiene que ser presidente”.

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