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El PNV gana con holgura y Urkullu será lehendakari

El PSE-EE, superado por Bildu y Podemos, obtiene su peor resultado desde 1980

Pilar Zabala, de Elkarrekin Podemos, este domingo en Zarautz (Gipuzkoa).Foto: atlas | Vídeo: Juan Herrero / ATLAS

El PNV ha ganado con holgura las elecciones vascas y podría gobernar en solitario. Iñigo Urkullu repetirá como lehendakari tras la victoria electoral del PNV en las tres provincias vascas. Este partido, con 29 escaños, no logra la mayoría absoluta —se queda a nueve asientos—, pero refuerza su poderío en el ámbito nacionalista. Aventaja en 12 escaños a EH Bildu y no se resiente de la entrada de Elkarrekin Podemos en la Cámara vasca.

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Con el 100% del escrutinio, el PNV es el único partido que aumenta el porcentaje de voto con respecto a 2012 y es el triunfador en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa con 397.664 papeletas en total. La ventaja le permitirá gobernar en solitario, como esta pasada legislatura, y ni siquiera un pacto entre EH Bildu y Podemos (suman 28) puede desbancar a Urkullu.

El lehendakari en funciones, que ha destacado la “cultura pactista” de los vascos en contraposición con las hostilidades de la política nacional, tiene la opción de repetir los acuerdos que ha mantenido con los socialistas. Estos dos partidos tendrían mayoría absoluta.

Urkullu, tras el recuento y en medio de los vítores de sus correligionarios, se ha comprometido a iniciar “búsqueda de acuerdos con todas las fuerzas”. “Nos ponemos a la tarea para lograr un gobierno sólido y estable”, ha dicho.

EH Bildu da por bueno mantener el segundo puesto

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Diecisiete escaños (con el 100% escrutado) es un buen resultado para EH Bildu, dicen sus dirigentes. Todo lo que fuese estar por delante de Elkarrekin Podemos iba a ser bien recibido por la coalición independentista. Se había colocado el listón muy bajo al poner como referencia los malos resultados obtenidos en las dos citas a las Cortes —una extrapolación le daba 12 escaños—. Hace cuatro años logró 21 diputados y se festejó con júbilo. La curva ascendente que había experimentado desde los comicios de 2001 se truncó ayer con un retroceso notable.

Es la segunda fuerza en el Parlamento (224.254 votos), donde tratará de que la mayoría nacionalista se imponga para avanzar por la senda soberanista de la mano del PNV y de Podemos, con los que comparte la defensa del derecho a decidir.

Arnaldo Otegi, inhabilitado para presentarse el 25-S, ha felicitado al PNV por su victoria, pero ha advertido de que “el asalto a los cielos empieza esta noche de la mano de la izquierda soberanista”. Porque, ha indicado, 58 de 75 parlamentarios apoyan la consulta. EH Bildu pasa del 25% al 21% en el porcentaje de voto.

Podemos entra en la Cámara de Vitoria en el tercer lugar

Fue la primera fuerza en el País Vasco en las elecciones de diciembre y también en las de junio. Las encuestas le daban unos resultados muy buenos en las autonómicas vascas, en algún caso por encima de EH Bildu. Todas las miradas estaban puestas en esta formación que se estrena en el Parlamento vasco como tercera fuerza. Podemos competía contra sí mismo en Euskadi y se ha quedado con 11 escaños, por debajo de las optimistas expectativas de sus responsables políticos.

No logró que la magistrada Garbiñe Biurrun fuese el cartel electoral, tampoco prosperó el intento posterior con el exararteko Iñigo Lamarca. Podemos logró, sin embargo, un golpe de efecto al presentar como candidata a lehendakari a Pilar Zabala, hermana de José Ignacio Zabala, uno de los dos jóvenes militantes de ETA secuestrados y asesinados por los GAL en 1983.

Podemos ha concurrido a estas elecciones en medio de una lucha interna dentro del partido entre sus dos máximos responsables, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. La formación vasca que dirige Nagua Alba, declarada errejonista, ha podido verse perjudicada por el barullo que se ha formado.

Los cálculos que manejaban en Podemos eran más favorables que lo que han resuelto las urnas finalmente. Suma 156.671 votos (14,8%) con el recuento finalizado. Zabala ha calificado de “histórico” el resultado, porque “nunca un partido había logrado 11 escaños en sus primeras elecciones” en Euskadi. “Se consolida nuestro espacio político. Es un resultado muy bueno”, ha sentenciado.

Obtiene cuatro escaños en Álava (cuarta fuerza en esta provincia), otros tantos en Bizkaia (los mismos que EH Bildu) y tres en Gipuzkoa (igualado con los socialistas como tercera fuerza). Irrumpía en el panorama político vasco con casi el 15% de los votos emitidos.

La fragmentación del voto de izquierdas entre tres partidos (EH Bildu, Podemos y el PSE) y un retroceso en la participación electoral tampoco han beneficiado a la candidatura de Zabala, uno de cuyos principales mensajes electorales ha sido que hay que “meter aire fresco en Ajuria Enea”.

Con 11 asientos, Podemos puede jugar un papel relevante en la configuración de la agenda vasca que el PNV quiere llevar adelante para resolver el asunto pendiente del modelo territorial y el encaje de Euskadi en España.

El PSE-EE obtiene su peor resultado desde 1980

Los peores pronósticos se confirmaron para el PSE-EE que, incapaz de frenar la irrupción de Podemos, obtuvo los mismos diputados que en 1980, cuando se celebraron las primeras elecciones vascas. Idoia Mendia no contuvo la tendencia a la baja que los socialistas padecen desde 2012 y se hundió a la cuarta plaza tras lograr nueve escaños (11,94% de los votos), siete menos de los que logró hace cuatro años.

“El resultado es malo. No se esperaba”, reconoció Mendia. En solo dos legislaturas el PSE-EE se ha jibarizado desde los 25 escaños que Patxi López obtuvo en 2009, la mejor marca del partido: su consecuencia fue el único Gobierno no nacionalista en Euskadi en toda la democracia. Los 16 diputados de hace cuatro años —seis en Álava, cinco en Bizkaia y cinco en Gipuzkoa; en esta ocasión el reparto fue equitativo—, su peor resultado desde 2001, se antojaban una cifra envidiable.

Un resultado salvable para el PSE-EE pasaba por sumar con el PNV la mayoría necesaria para gobernar sin depender de otros partidos. La esperanza socialista también estaba en el agrado, según las encuestas, de los ciudadanos con los acuerdos con el PNV en Ayuntamientos y Diputaciones.

El PP cede un escaño con su campaña en clave nacional

El PP ha obtenido su peor resultado en las elecciones autonómicas en el País Vasco desde 1990. El exministro de Sanidad y exalcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, logra nueve escaños en el Parlamento vasco, uno menos de los que tenía hasta ahora, con el escrutinio al 100%. Su campaña electoral, realizada en clave más nacional que autonómica, y con la vista más puesta en parar la “aventura” de un hipotético Gobierno de Pedro Sánchez que en los problemas de Euskadi, no han evitado la caída de la formación conservadora, muy alejada de su mejor resultado, con 19 actas, logrado en 2001 por Jaime Mayor Oreja.

El PP vasco no ha logrado capitalizar la mejor situación económica general. En 2012, en lo más duro de la crisis, Antonio Basagoiti salvó los muebles con 10 parlamentarios. Las excusas ahora se ponen más caras.

Por territorios, el PP se sitúa como segunda fuerza en Álava, repitiendo los cinco escaños de 2012. En Bizkaia pierde una de las tres actas que tenía y en Gipuzkoa mantiene los dos diputados que conservaba de 2012.

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