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“No queremos ciudadanos de primera ni de segunda”

El candidato a lehendakari critica los "silencios preocupantes" de Urkullu sobre la independencia

Nicolás de Miguel, candidato de Ciudadanos en EuskadiVídeo: J. Hernández / EPV
Mikel Ormazabal

Nicolás de Miguel (San Sebastián, 1963) está molesto con el "nerviosismo" del PP por su intento por arrebatarles al electorado. El candidato de Ciudadanos, que se inició en IU y después militó en UPyD, justifica el repliegue que ha hecho su partido sobre la supresión del Concierto Económico y las diputaciones forales con la siguiente afirmación: "No es un debate que está en la calle. Ceder no es renunciar".

Pregunta. Ciudadanos es un partido emergente en España, pero en el País Vasco parece que no despega.

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Respuesta. No es así, Ciudadanos en está bien implantada en España, otra cosa es la visibilidad. La atención que nos han dado los medios públicos ha sido nula. Eso nos penaliza. Pero estamos ilusionados y las sensaciones que percibimos en la calle son buenas. Estamos convencidos de que vamos a entrar en el Parlamento.

P. Las encuestas dejan a Ciudadanos fuera del Parlamento.

R. No lo contemplo. Somos percibidos como una opción de centro, serena, reformista, moderna, algo que no representan el PP ni el PSE. Estos dos partidos pertenecen a la vieja clase política, no solo por los casos de corrupción, sino por sus propuestas. Son partidos cortoplacistas, de mucho artificio y poco contenido.

P. ¿Lo nuevo es Ciudadanos? ¿Cuál su distintivo en Euskadi?

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R. Provenimos de la sociedad civil. Somos voluntarios, tenemos un gran equipo y vamos a llevar al Parlamento propuestas basadas en el realismo que conduzcan a Euskadi a una sociedad inclusiva, que apueste por un proyecto común con el resto de España y Europa, y se centre en los problemas que preocupan a los ciudadanos. Hemos sufrido los recortes de la época de Zapatero y de Rajoy y quién mejor que nosotros para plantear soluciones.

P. ¿Los vascos son españoles de primera?

R. Nosotros no queremos ciudadanos de primera ni de segunda. Nuestra leyenda es la libertad, la igualdad y la solidaridad. No pretendemos igualar a la baja, sino al alza. Si nos comparamos con las zonas más deprimidas de España, estamos mejor, pero dentro de Euskadi hay zonas que lo están pasando muy mal, con altos índices de paro y degradación social, como la Margen Izquierda o Pasaia. Nosotros no creemos en esto que se predica del oasis vasco. Ahí están las más de 6.000 empresas destruidas, los 18.000 autónomos que han perdido el trabajo…

P. ¿Se ha hecho un buen uso de las herramientas del autogobierno vasco?

R. El Gabinete de Urkullu ha desperdiciado una legislatura, con una gestión gris y poca ambiciosa.

P. ¿Por qué Ciudadanos ha rectificado su planteamiento con respecto al Concierto?

R. Ya lo dejamos claro en los acuerdos alcanzados a nivel nacional con el PSOE y después con el PP. La supresión de las diputaciones quedaba fuera del amplio abanico de reformas para Euskadi y España. Las diputaciones son elegidas por sufragio y es un debate que no está en la calle. No es una urgencia ni una prioridad. Es cierto que buscamos una homologación fiscal en el conjunto de Europa, luego no es algo exclusivo de Euskadi. No está nuestro programa.

P. ¿Y el Cupo?

R. Pedimos que se actualice, no es posible que se prorrogue y que haya tanta opacidad en cuanto al cálculo que debe aportar Euskadi a las arcas nacionales. Que se haga con luz y taquígrafos.

P. No habría que suprimirlo.

R. No. Decimos que se actualice y se haga de forma justa. No se trata de igualar a la baja. Queremos una sociedad vasca y española más igualitaria.

P. En esta materia se ha producido un repliegue de Ciudadanos.

R. Somos un partido serio y responsable. Ceder en política no es renunciar, sino sencillamente significa llegar a acuerdos que beneficien a la mayor parte de la gente.

en nuestro ideario nacional planteamos una cesión de soberanía a la UE

P. El PP está haciendo guiños al votante de Ciudadanos.

R. Eso denota nerviosismo en el partido de [Alfonso] Alonso, que en Euskadi está desbocado. Eso quiere decir que Ciudadanos no solo tiene opciones, sino que es la opción y una alternativa a un partido que lleva muchas mochilas. Me refiero al PP, que ahora se ve obligado a sacar del cajón esta batería de fuegos de artificio. La única opción sensata que apuesta por la unión y la concordia de todos los españoles es Ciudadanos. Desde la moderación se puede llegar a acuerdos entre diferentes. Nosotros lo hemos demostrado en Madrid, mientras que el PP y el PSOE son incapaces de hacerlo, porque siempre piensan más en el partido que en el país.

P. ¿Incluye al PNV entre los representantes de la vieja política?

R. El PNV es paleopolítica. Tienen un planteamiento que ahonda en la división, que no busca el encuentro y solo piensa en una parte de la sociedad.

P. En el próximo Parlamento habrá mayoría nacionalista. ¿Teme un acelerón soberanista en el País Vasco?

R. Si el PNV sigue los derroteros de la exConvergencia, Ciudadanos se pondrá enfrente. Si se persigue dividir a los vascos, enfrentarnos, buscar diferencias que solo conducen a la frustración, Ciudadanos se opondrá. Todos los vascos que apuesten por un partido de centro desde la modernidad tiene en Ciudadanos su referente frente a estas veleidades y delirios nacionalistas.

P. ¿Qué piensa cuando escucha hablar del derecho a decidir de los vascos?

R. Nunca vamos a entrar en asuntos que aumenten la división. Apostamos por la unión, la solidaridad, por un proyecto común en España y en la UE.

P. Cuando haya que abordar el debate sobre el encaje de Euskadi en España, ¿qué posición va a defender su partido?

R. Se nos coloca la etiqueta de partido recentralizador, que podría ser algo legítimo, pero Ciudadanos apuesta por una España de las autonomías. Proponemos que se delimiten claramente cuáles son las competencias nacionales y autonómicas para que no haya solapamientos. No somos recentralizadores, porque en nuestro ideario nacional planteamos una cesión de soberanía a la UE.

P. ¿Defendería la transferencia de más competencias al País Vasco?

R. La mayoría de la ciudadanía está satisfecha con los niveles de autogobierno que tenemos en el País Vasco.

P. ¿Observa riesgo de que Euskadi lleve la misma senda que Cataluña?

R. No. En Cataluña, la antigua Convergencia entró en una carrera sin sentido, de la mano de ERC y la CUP. Espero que eso no ocurra en Euskadi. Por eso, apelo a la seriedad, responsabilidad y sentido común del partido de Urkullu. No estamos para aventuras alocadas.

P. ¿A Urkullu le ve alguna tentación en esa dirección?

R. Hay silencios preocupantes. Preocupa esa sintonía entre Podemos Euskadi y el PNV. Hay indicios que pueden llevar a la preocupación, pero espero que se quede ahí.

P. ¿Cómo se sitúa Ciudadanos en el debate sobre paz y convivencia?

R. Estamos en una posición de avanzar en todo lo que contribuya a mejorar la convivencia. Aquí no sobra nadie. Creemos en un proyecto común. Esto es una labor larga después de un pasado atroz. ETA no ha desaparecido, fue derrotada y ha dejado de asesinar, pero no se ha disuelto, no colabora en el esclarecimiento de los más de 300 crímenes que están sin resolver, tampoco ha dado muestras de entregar las armas y disolverse. Lo último de ETA es que quiere erigirse, dicen ellos, en un agente político más. Esto es espeluznante. Con respecto a la convivencia, los pasos dados por el PNV de Urkullu los valoramos positivamente, pero se quedan cortos y hay que ir más allá. Hay que conseguir que lo que ha pasado aquí no se olvide, sin sed de venganza.

P. ¿Confía en que se pueda construir un relato fiel del pasado?

R. Nosotros queremos un relato veraz.

P. ¿Usted hubiese permitido a Otegi presentarse a estas elecciones?

R. No, ningún ciudadano está por encima de las leyes y este señor tampoco. Además, por dignidad a las víctimas, este señor no podía ser cartel de ningún partido. A la izquierda abertzale le queda mucho camino para reconocer el mal causado. No basta con un cambio de imagen y con sonreír. Hay que pedir perdón y decir que asesinar estuvo mal. Es algo que lo tendrán que madurar, pero no se ha dado ningún paso en esa dirección. Ahora se dicen demócratas, pues que se pongan a la cola.

P. Usted habla de la imposición idiomática que se ha dado en Euskadi.

R. Eso no es ningún secreto. No es políticamente correcto, pero hay que decir que se ha utilizado el euskera como un elemento de exclusión para acceder a la administración pública. Yo lo he vivido en primera persona. Se han arruinado carreras profesionales por el euskera, la mía por ejemplo. Y en territorios como Álava ha provocado el exilio de miles de vascos que no podían continuar sus carreras profesionales. Ha sido una política lingüística impositiva que ha atropellado los derechos de muchas personas.

P. Sobre pactos poselectorales, ¿qué lineas rojas se maca?

R. Con EH Bildu no pactaríamos. Otra cosa son los acuerdos. Si estos son para beneficiar a todos los vascos ahí estará Ciudadanos.

P. Ciudadanos no descarta entenderse con el PNV, pero a la inversa parece que es imposible.

R. El PNV nos veta porque para sus intereses de partido somos molestos. Un partido moderado, de centro, reformista, que busca el entendimiento entre diferentes supone un peligro para ellos.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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