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Por qué Urkullu lo tiene casi hecho para seguir de lehendakari

Las reglas de investidura y el equilibrio de fuerzas entre partidos aseguran su reelección

El lehendakari y candidato a la reelección por el PNV, Íñigo Urkullu, en un mitin de la campaña electoral en Vitoria.Vídeo: L. RICO / EFE

Iñigo Urkullu será de nuevo lehendakari, salvo catástrofe. La estabilidad de las encuestas, las reglas de investidura en el País Vasco y el equilibrio entre los partidos aseguran su reelección. El PNV será casi con seguridad el partido más votado en las elecciones vascas. La media de encuestas dice que logrará cerca de 27 escaños y le seguirán Bildu (16-17), Podemos (14-15), PSE-EE (8-9), PP (8) y C's (0-1). El PNV no tendrá mayoría -que está en 38 escaños-, pero no la necesita.

El País Vasco es un lugar difícil para las empresas que hacen encuestas: “Sigue siendo muy complicado. El ratio de respuesta en Galicia ha sido el doble que en el País Vasco. Es difícil conseguir que responda el votante de Ciudadanos, del PP, del PSE”, dice Narciso Michavila, presidente de Gad3. Aún así, ninguna encuesta se ha alejado de una cómoda victoria de Urkullu: “El PNV mantiene una base social fuerte que no disminuye. Suma un poco de lo que obtuvo en 2012. Es su zona cómoda. Hay un cierto consenso ahí”, dice Francisco Camas, de Metroscopia. Incluso, según Michavila, podría solo ir hacia arriba: "Mi sensación es que el PNV va a mejorar resultados. Los 27 escaños de 2012 son su suelo".

La estabilidad de los sondeos tiene una grieta pequeña: “Hay más incertidumbre de la que parece. Hay un deseo mayoritario por los pelos -un 51%- de cambio de gobierno”, dice Braulio Gómez Fortes, director técnico del Deustobarómetro. No parece un deseo suficiente como para que el PNV pueda bajar mucho de esos 27 escaños que pronostica la media de sondeos.

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Si se mantiene ahí, con una mayoría sólida pero lejos de la absoluta, la investidura será clave. El País Vasco tiene un procedimiento propio. La investidura del lehendakari es más sencilla que la de presidente del Gobierno. En 2012 Iñigo Urkullu fue investido solo con los 27 votos de su grupo. La clave está en que el reglamento del Parlamento Vasco no permite el voto en contra. A la investidura pueden presentarse varios candidatos. Para ser elegido en primera votación es necesaria una mayoría absoluta, pero no en la segunda: el candidato más votado es elegido lehendakari.

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De esta forma tampoco es posible un bloqueo.

¿Qué necesita entonces Urkullu para ser reelegido? No mucho. Será investido si cada grupo vota a su candidato o se abstiene, como pasó en 2012. Para amenazar su elección otros partidos tendrán que coordinarse. La alternativa con más opciones es un acuerdo entre Bildu y Podemos: juntos tendrían votos para imponerse al PNV en solitario. Pero parece poco probable: “Habría que asumir que Bildu y Podemos quisieran sumar. Habría que ver entonces quién queda delante, a quién ponen de candidato y en qué medida están dispuestos a sumar sus votos sabiendo en ese caso que PSE y PP le darían la mayoría al PNV”, dice Pablo SImón, profesor de la Universidad Carlos III. Si Bildu y Podemos suman, el PNV tendría muy fácil pedir el apoyo de PSE y PP: la negociación le saldría barata.

El PP y el PSOE no enfrentan el mismo dilema que en el Congreso. Allí los partidos deciden entre investir a un candidato o mantener el bloqueo. Pero en el Parlamento Vasco no hay bloqueo posible: los partidos eligen entre uno u otro candidato, que saldrá elegido sí o sí. Es difícil pensar que el PSOE o el PP van a permitir un gobierno de Bildu por no apoyar al PNV.

¿Qué necesita entonces Urkullu para ser reelegido? No mucho. Será investido si cada grupo vota a su candidato o se abstiene, como pasó en 2012

El socio del PNV más probable es el PSOE. El acuerdo podría ser de investidura y de gobierno. Ambos partidos han llegado a acuerdo similares en legislaturas pasadas (en 1984, 1991 y 1994). Además los dos partidos ya gobiernan desde 2015 en las tres diputaciones vascas: allí el PSOE votó la investidura de los candidatos del PNV en Álava, Guipúzcoa y VIzcaya.

Hay otros escenarios posibles: el PNV tiene tan consolidada la centralidad que podría buscar el apoyo de Bildu. Es difícil que el PNV lo vea como conveniente, según Simón: “Bildu querría ir más allá en la autonomía nacional y no hay suficiente confianza entre ellos. Es más barato para el PNV apoyarse en un partido estatal que en Bildu por las cosas que le van a pedir. El PNV está ahora en una vía pragmática para atraer a gente de todos los partidos”.

Hay aún una última vía para el PNV: el acuerdo con Podemos. “La bolsa más grande de indecisos son los que dudan entre el PNV y Podemos”, dice Gómez Fortes. “No es nada loco dudar entre Podemos y PNV. El PNV ha sido siempre central en el País Vasco. Ahora Podemos es el partido que está más cerca del ciudadano medio vasco tanto en ideología como en el eje territorial”, añade.

El PNV mantiene casi todas las opciones de pactos abiertas. Si los números de los sondeos se parecen, gracias al proceso de investidura, será casi imposible que Urkullu no renueve su cargo: “El PNV tiene todos los pactos a mano para escoger más fortaleza o más cambio. Yo no veo otra película que no sea un lehendakari del PNV”, dice Gómez Fortes.

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