_
_
_
_
_
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Euskadi ya no se mira en Cataluña

Solo Bildu ha reivindicado su ejemplo como expresión de la vía unilateral a la independencia

Luis R. Aizpeolea

En otros tiempos, la coincidencia de la Diada con el inicio de la campaña del 25-S hubiera marcado el debate vasco. Pero Euskadi ya no se mira en Cataluña. Solo Bildu la ha reivindicado como expresión de la vía unilateral a la independencia, que esgrime para remarcar perfil en su pugna con Podemos, defensor de un ambiguo derecho a decidir. Ni el lehendakari Urkullu ni el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, se han referido a la Diada. Solo Joseba Egibar, a la vista de la gran manifestación, ha interpelado al Gobierno del PP por su ausencia de diálogo con Cataluña, tras aclarar que Euskadi va por otro camino.

El Partido Popular y Ciudadanos insisten en encuadrar al PNV en la vía soberanista catalana, pero hace tiempo que se distanció de ella. Excepto para EH Bildu, esta vía está cegada en Euskadi. El momento culminante fue hace tres años, cuando el lehendakari Urkullu, en un encuentro con el president Artur Mas, trató de convencerle de que abandonara la vía soberanista unilateral y unieran fuerzas para proponer al presidente Rajoy una reforma constitucional que reconociera la pluralidad del Estado. Fue tarde porque Mas estaba comprometido, con ERC, en la consulta soberanista.

Al comienzo, Urkullu se distanció prudentemente. Tras la consulta informal de 2014 osó criticar al nacionalismo catalán por ceder la dirección del proceso a plataformas y no disponer del suficiente acuerdo en Cataluña, culminado con la caída de Mas por decisión de la CUP.

Esta caída reafirmó al PNV en su decisión de huir de cualquier proceso soberanista unilateral. Ya lo habían vivido con Ibarretxe y lo pagaron con la pérdida del Gobierno vasco. Además, en la Euskadi post-ETA cayó el independentismo por su vinculación con la banda terrorista. El fracaso del referéndum escocés y la actitud de Europa ante los soberanismos locales hicieron el resto.

El PNV, un partido pragmático y europeísta, ha aprendido la lección y tendrá la vista puesta en la cohesión interna de la sociedad vasca en cualquier posible proceso de ampliación del autogobierno. Solo EH Bildu propugna la independencia y no tiene ni la fuerza ni el clima político favorable como para movilizar a la sociedad vasca por ella.

Pero que la independencia cotice a la baja no significa que haya desaparecido el debate sobre la revisión del modelo de Estado, que la situación catalana apremia. En Euskadi, una vez descontado EH Bildu, hay tres propuestas: la reforma federal socialista; el nuevo Estatuto pactado con el Estado, del PNV; y la de Podemos, con su ambigua reclamación del “derecho a decidir”. Este debate es inevitable la próxima legislatura y requerirá un Gobierno central receptivo, hoy inexistente, que aborde la crisis catalana y evite otra en Euskadi.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_