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La sintonía entre los equipos económicos facilita el diálogo entre el PP y Ciudadanos

La buena relación entre De Guindos y Garicano no es extensible a Montoro, muy criticado por la formación de centro

La defensa común de la estabilidad presupuestaria y la sintonía entre los gurús económicos del PP —Luis de Guindos— y de Ciudadanos —Luis Garicano— facilita el entendimiento entre estos partidos para negociar el techo de gasto y los Presupuestos si Mariano Rajoy es presidente. Sin embargo, esa afinidad no es extensible a Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda en funciones, al que Ciudadanos afea la amnistía fiscal, la bajada de impuestos previa a las elecciones y el diseño del impuesto de sociedades. Esta formación quiere reformar este tributo antes de negociar.

Luis Garicano y Luis de Guindos durante el debate electoral de EL PAÍS.
Luis Garicano y Luis de Guindos durante el debate electoral de EL PAÍS. Samuel Sánchez

La sintonía entre De Guindos, ministro de Economía en funciones, y Garicano, catedrático de la London School of Economics, ha facilitado un intercambio de datos que permite a las dos formaciones avanzar por separado en sus previsiones financieras con el objetivo de cotejar sus números si Rajoy es investido presidente. Esta relación se basa en su talante moderado y en el carácter dialogante del ministro, que en la pasada legislatura se distinguió por informar con frecuencia a Juan Moscoso y Valeriano Gómez, sus contrapartes del PSOE. La relación con Montoro es otra. En el equipo económico de la formación de Rivera hay críticas a la labor del ministro, del que tampoco gusta su verbo agresivo.

Así, el programa electoral de Ciudadanos ya recogía su apuesta por ingresar 2.800 millones de euros en las arcas públicas obligando a los beneficiarios de la amnistía fiscal que diseñó el ministro a pagar el 10% que se anunció inicialmente, en lugar del 3% que acabaron tributando. En las filas del partido no gustó tampoco la bajada de impuestos que aprobó el Gobierno antes de los comicios, que se juzga como “electoralista” y causante de los problemas para cumplir con los requisitos de Bruselas. Finalmente, dirigentes próximos a Rivera recuerdan que España ha incumplido reiteradamente los objetivos de déficit marcados por Europa con Montoro como ministro.

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En consecuencia, el equipo económico de Ciudadanos cree que es prioritario reconducir parte del trabajo del ministro de Hacienda antes de abrir negociaciones. “Primero, reformar el impuesto de sociedades con un decreto ley, porque solo recauda 12.000 millones y así no cuadran las cuentas”, resume una fuente de la oficina económica de la formación. “Eso es fundamental antes de empezar a hablar, porque lo condiciona todo. No se puede exigir sacrificios a los ciudadanos y tener así el impuesto”, sigue. “Segundo, techo de gasto”, añade. “Y tercero, Presupuestos. No daremos cheques en blanco a nadie, pero seremos constructivos”.

¿Impediría todo esto llegar a un acuerdo sobre los Presupuestos de 2017 si Rajoy es presidente? Aparentemente no, puesto que un miembro de la oficina económica de Ciudadanos se mostró “cautelosamente optimista”.

Reunión

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Rajoy y Rivera tienen previsto volverse a reunir, previsiblemente la próxima semana, para estudiar datos macroeconómicos. El líder del PP espera que esas conversaciones acaben sirviendo para convencer a Rivera de que debe pasar de la abstención al voto afirmativo en la votación para su investidura. El presidente de Ciudadanos, por ahora, se opone con una doble negativa: no a negociar las cuentas públicas antes de que Rajoy sea presidente —mientras esté en funciones no puede aprobar los Presupuestos— y no a favorecer que llegue a ese puesto votando a su favor.

Luis de Guindos gana enteros

RP TRAS REUNIÓN DEL CONSEJO DE MINISTROS
RP TRAS REUNIÓN DEL CONSEJO DE MINISTROS
ANTONIO MAQUEDA

Luis de Guindos ha tomado las riendas de las conversaciones con Ciudadanos. Acostumbrado a las dosis de adrenalina que conlleva rescatar bancos o negociar en Bruselas algo de tregua en medio del vendaval de la crisis, el ministro comenzó a aburrirse tan pronto como capeó el temporal. Y ese aburrimiento se tornó en hartazgo al ver cómo su cartera se quedaba a la sombra de la de su compañero y rival en el Gobierno, Cristóbal Montoro. Sin apenas asuntos que llevar al Consejo de Ministros, la decisión de abandonar estaba tomada. Sus aspiraciones europeas eran el camino para sortear un periodo de incompatibilidades con el sector privado. Pero la operación europea se frustró. Y un interrogante se cernía sobre su futuro. Sin embargo, en los últimos meses, Guindos ha renacido. Ha sido la cara económica de la última campaña electoral. Ha logrado escapar de la multa de Bruselas. Y ahora intercambia información con Luis Garicano, de Ciudadanos. Guindos está de vuelta. Su perfil técnico y su talante negociador lo colocan de nuevo en la parrilla de salida de la carrera para dirigir la política económica del país.

Garicano, negociador clave para Rivera

JUAN JOSÉ MATEO

Luis Garicano es mucho más que el responsable de Economía, Industria y Conocimiento de Ciudadanos. En febrero, cuando Pedro Sánchez y Albert Rivera abrieron negociaciones para firmar un pacto de gobierno, asumió un papel clave y multidisciplinar en las conversaciones. Ahora, cuando aprobar las cuentas públicas puede depender de Ciudadanos, vuelve a hacerlo. Garicano es hoy un negociador clave para Rivera.

El catedrático de Economía de la London School of Economics simboliza el salto de profesionalización que acometió el partido cuando decidió expandirse por España en 2015. Ha dejado huella en el programa económico, cultural y educativo de la formación. Y ha mantenido una relación fluida con Luis de Guindos pese a que llegó a calificar de “camino a ninguna parte” la política económica del Gobierno en el Financial Times.

Columnista de EL PAÍS, Garicano es muy crítico con las propuestas económicas de Podemos. Esa es una de las incompatibilidades que aduce Ciudadanos para explicar su negativa a pactar con el partido de Pablo Iglesias.

La complicidad con Sevilla no se estrenará

ANABEL DÍEZ

La complicidad que alcanzaron Jordi Sevilla, del PSOE, y Luis Garicano, de Ciudadanos, tras el 20-D no se pondrá a prueba en esta coyuntura política ya que el primero no va a participar en ninguna reunión de negociación con el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy. De momento se trata de intercambiar documentos con el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, pero en ello no participará el socialista De existir algún encuentro, Sevilla no tendría ningún problema en sentarse con el ministro en funciones, de quien es amigo.

En cualquier caso, Sevilla, De Guindos y Garicano han debatido, y con dureza, en distintos medios de comunicación, incluido en EL PAÍS, en la campaña del 26 de junio. Garicano y Sevilla no mantenían estrategias conjuntas, los dos coincidieron en arremeter contra el ministro del PP.

Sus números y sus datos chocaban con las críticas a la “ineficacia” económica de sus políticas y con requerimientos del Sevilla para debatir “sobre personas”, no sobre cifras. Sevilla ahora les dejará solos.

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