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Convergència se queda sin grupo en el Congreso tras el desafío del Parlament

El PP, PSOE y Podemos se abstienen; Ciudadanos rechaza las alegaciones del partido catalán

Francesco Manetto
Ana Pastor junto a José Luis Gordo.
Ana Pastor junto a José Luis Gordo.Claudio Álvarez

Convergència se quedó por primera vez sin grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados. El partido nacionalista catalán, que tuvo voz y representación propia en Madrid desde la Cortes Constituyentes de 1977, se integrará en el Grupo Mixto después de que la Mesa de la Cámara rechazara, con los votos de Ciudadanos y la abstención del PP, del PSOE y de Podemos, las alegaciones presentadas. La decisión, que se sustenta en un informe jurídico del Congreso, se tomó en un clima de abierto desafío del Parlament al Constitucional.

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El debate sobre la formación del grupo de Convergència —ahora, Partit Demòcrata Català— estuvo en las conversaciones de los principales partidos desde la sesión constitutiva de las Cortes del pasado 19 de junio. Ese día el PP y la formación catalana coincidieron en algunas votaciones de los miembros de la Mesa de la Cámara baja, lo que fue interpretado como un acuerdo tácito para la concesión del grupo parlamentario. Solo Ciudadanos manifestó su rechazo a esa hipótesis desde el principio. CDC no alcanzó el pasado 26 de junio el 15% de los votos en todas las circunscripciones, uno de los requisitos necesarios para constituirse en grupo parlamentario. Ese argumento fue esgrimido por Ciudadanos, cuyos dos representantes en la Mesa votaron este martes en contra y se apuntaron el tanto de haber impedido que la fuerza nacionalista que históricamente ha tenido más peso en Madrid tenga voz propia en el Parlamento.

Tanto los populares como los socialistas, que en su conjunto tienen a cinco miembros en el órgano de gobierno del Congreso, evitaron en las pasadas semanas cerrar la puerta al grupo catalán. El portavoz del PP, Rafael Hernando, llegó a hacer pronunciamientos públicos favorables. “Soy partidario de que Convergència tenga grupo propio, como también soy partidario de que vuelvan a los principios constitucionales”, escribió en Twitter.

Pero la semana pasada, la aprobación del Parlament de Cataluña de la vía unilateral a la independencia, en abierto desafío al Tribunal Constitucional, que el lunes anuló esa declaración, cambió el clima de la negociación.

Qué dice el reglamento

J. P. C.

1. Quien tenga 15 diputados, tiene automáticamente derecho a grupo. Si no, se necesitan al menos 5 y, además, una de estas dos condiciones: un 5% de votos en todo el país o un 15% en las provincias en que haya presentado una candidatura.

2. Convergència tiene ocho diputados. Pero no tiene el 5% nacional ni el 15% en las circunscripciones que se ha presentado. En dos de ellas sacó menos: 12,17% en Barcelona y 13,57% en Tarragona. En Girona y Lleida superó el 20%.

3. Los precedentes. El inicio del precedente se remonta a 1986 con el PNV. Los servicios jurídicos interpretaron —con flexibilidad— que el 15% se calcula como media de votos, y no en cada provincia. En aquel año, el PNV no llegó al 2% en Navarra, pero su casi 30% en la provincia vasca más poblada —Bizkaia— le permitía superar el 15% de media. El 20-D tanto ERC como Convergència quedaron por debajo del 15% en Barcelona, pero la media les ayudó. En 2004, ERC obtuvo el 15% de media en las cuatro provincias catalanas, pero el partido se había presentado también en Valencia y Baleares. Allí no obtuvo ningún diputado ni la media de todas las provincias —catalanas y no— sumaba 15%.

El Partido Popular llevó el caso al Tribunal Constitucional, que dio la razón a ERC: solo cuentan las provincias donde se ha sacado diputado, dijo el Tribunal. Esta vía no es aplicable a Convergència porque ha sacado diputados en todas las provincias.

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Así, tras retrasar su decisión y después de que Convergència presentara un escrito de alegaciones, la Mesa resolvió finalmente enviar a los ocho diputados de Convergència al Grupo Mixto.

La votación fue insólita. El PP y el PSOE atribuyeron su abstención al informe de los letrados del Congreso. Podemos, cuyos dirigentes se manifestaron a favor de que Convergència tuviera grupo, explicó su voto alegando que esa formación había llegado a un acuerdo con el PP, aunque en el último momento, señaló Íñigo Errejón, los populares les han fallado. Las relaciones entre el partido de Pablo Iglesias y CDC sufrieron, además, un revés después de que este intentara —llamando personalmente a Carles Puigdemont— convencer a las fuerzas catalanas de que votaran a Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem, como presidente del Congreso.

Ciudadanos sacó pecho, en cambio, de su votación. En vísperas de su reunión con Mariano Rajoy, Albert Rivera proclamó: “Nunca dos personas, 32 escaños y 3,2 millones de votantes habían sido tan útiles para los españoles”. Así, afirmó en una reunión con su grupo parlamentario, la Cámara no tendrá que “aguantar” a otra formación independentista. Ignacio Prendes, vicepresidente de la Mesa, lanzó además una crítica a la actitud del PP y del PSOE. “Todos estaban presos de un mar de dudas. Han preferido ponerse de perfil y mirar para otro lado”, señaló.

“No me ha presionado”

También el presidente del Gobierno en funciones se pronunció sobre el hecho de que Convergència ya no tenga grupo. Preguntado sobre si esa votación puede facilitar las relaciones con Ciudadanos, aseguró que ese partido no influyó en la decisión del PP: “A mí Ciudadanos no me ha presionado”. “¿Eso facilita el entendimiento? No lo sé, pero las posiciones del PP y de Ciudadanos no son distantes”, consideró Rajoy en alusión a la política económica y la defensa de la soberanía nacional.

La negativa del Congreso llega un día después de la del Senado. Esta circunstancia convierte por primera vez a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el único partido catalán con grupo propio en las dos Cámaras y dejará a la formación del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sin los tres millones de asignaciones que le hubieran correspondido en caso de poder formar grupo. No obstante, su portavoz en Madrid, Francesc Homs, quiso lanzar una advertencia. “Nos pueden impedir tener grupo, eso es evidente, pero lo que no nos van a sacar son los ocho diputados que en el contexto de la legislatura son clave”, dijo. “Vamos a ser fieles a nuestro compromiso. Vamos a continuar con nuestra hoja de ruta”, zanjó.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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