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El PP presiona a Rivera con el miedo a un Gobierno de izquierdas

Los populares minimizan el impacto de acuerdos puntuales ahora con los nacionalistas

Javier Casqueiro
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.Francisco Seco (AP)

El PP ha continuado este jueves con su línea de minimizar el impacto real de su presunto pacto parlamentario con los nacionalistas de Convergència y PNV, que facilitó la elección el martes de sus miembros de la Mesa del Congreso, para tranquilizar algo a su pretendido socio de investidura, Ciudadanos, y para sosegar a las bases y votantes populares que no entienden ningún acercamiento ni estratégico con los separatistas. Todos los dirigentes populares que se manifestaron este jueves lo hicieron para asegurar que no habrá ningún acuerdo de investidura o de Gobierno con Convergència ni con los independentistas y que solo se podrá plantear en su momento, en todo caso, algún acuerdo económico, presupuestario y social futuro con el PNV, sobre todo tras las elecciones autonómicas vascas de otoño.

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El mensaje principal del PP de estos días se dirige hacia Ciudadanos. El calendario institucional corre rápido y las negociaciones con Albert Rivera y su partido no van a la velocidad que le gustaría a Mariano Rajoy. El líder popular se ha quejado en privado a su equipo de que Rivera no le aclara qué puntos de su programa-documento para discutir no le gustan o cuáles querría incorporar. El PP ha optado por acrecentar la presión pública hacia el partido naranja.

El vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo, fue el encargado de alertar a Rivera de que si no accede a cambiar la abstención actual a la investidura de Rajoy por un sí no hay opciones reales de que haya un Gobierno: “No puede haber acuerdos después de la investidura si no hay investidura y no puede haber investidura si Ciudadanos se mantiene en la abstención”. Y avisó de que si ese salto no se produce cobrará sentido un Gobierno alternativo de izquierdas del PSOE con Podemos y partidos nacionalistas “que hoy parece absolutamente imposible”.

Martínez-Maillo ha pedido a Ciudadanos que salga de la situación en la que se ha encallado de abstención técnica y les ha recordado que “la sobreactuación en política y, en estos momentos, no procede, hay que ponerse en marcha, pasar de la abstención al sí”. En esa línea de presión, el número tres del PP ha agregado: “La abstención no es suficiente, no sirve para elegir un presidente de Gobierno y que se ponga en marcha la legislatura, aunque la valoramos positivamente”. Luego es cuando ha incorporado la advertencia de lo que puede pasar si Rivera y Ciudadanos siguen en esa posición.

El dirigente del PP ha subrayado que entonces la otra opción que hoy no es real, una alternativa de izquierdas con Podemos e independentistas, sí sería posible porque todos los líderes políticos aseguran que nadie quiere unas terceras elecciones, y tanto Francesc Homs como Pablo Iglesias le están pidiendo a Pedro Sánchez que dé un paso adelante: “No puede haber acuerdos después de la investidura si no hay investidura y no puede haber investidura si Ciudadanos se mantiene en la abstención".

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Maillo también ha destacado, ante la interpretación de un posible pacto con los nacionalistas catalanes para que tengan grupo propio a cambio de sus votos para la elección de la Mesa del Congreso, que el PP no tiene “ningún acuerdo con un partido independentista ni lo va a tener”. El dirigente popular ha afirmado que la composición de los grupos en la Cámara es una decisión que tomará la Mesa del Congreso, el martes que viene, y que llegará “avalada por los técnicos y los servicios jurídicos”. El portavoz popular recordó que algo similar ocurrió en diciembre en el Senado, cuando los partidos que hoy ve protestando “y rasgándose las vestiduras”, entonces no dijeron nada. El PP y Rajoy, entonces, cuestionaron agriamente aquella colaboración del PSOE.

El dirigente del PP solo ha aceptado, de hecho, un pacto evidente de su partido con Ciudadanos para dar a Ana Pastor la presidencia del Congreso y relativizó la importancia de los otros 10 votos añadidos que cosechó esa votación porque no sabe de quién son, “porque son secretos”, y porque no "cambiaron el resultado final de las vicepresidencias”. Y reiteró: “No ha habido ninguna contraprestación con partidos independentistas, algo que sería fundamental para llegar a un acuerdo”.

El vicesecretario nacional del PP distinguió también entre el PNV y Convergència, ya que con los últimos no sería posible llegar a un acuerdo de investidura porque como consecuencias de sus iniciativas de Gobierno en la Generalitat de Cataluña han provodado "decenas de recursos a sus intentos de romper España”. Maillo no entiende que se pueda dudar ahora de sus "planteamientos y principios para que las propuestas independentistas no prosperen”. Y remachó que un acuerdo con esos partidos nacionalistas ahora "no es viable” aunque matizó que en el futuro sí podría ser posible con otros nacionalismos en temas económicos o sociales y consideró ese escenario como "normal”.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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