Villarejo, mensajes en una botella

El comisario José Manuel Villarejo Pérez tuvo que declarar ante un juez el pasado miércoles como investigado, acusado de revelación de secretos en el caso Nicolay, y aprovechó la ocasión para advertir de lo que pasaría si cuenta todo lo que sabe y tiene documentado. Fueron sus mensajes en una botella para asegurarse el apoyo que aún le ofrecen el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y los mandos policiales.

Declarar como investigado tiene la ventaja de que se puede mentir y eso llevó a Villarejo a crecerse en sus acusaciones e insinuaciones. El policía acudió con menos arrogancia que la vez anterior, en la que fue como testigo y el juez Arturo Zamarriego le tuvo que llamar la atención. Aunque esta vez el magistrado también le advirtió cuando se quiso despachar con Marcelino Martín-Blas y el equipo de policías que ha elaborado el informe de acusación, que él califica como una vendetta.

Los mensajes iban dirigidos al ministro, al director general de la Policía y a algunos compañeros. Según consta en la transcripción de la declaración, al ministro y a sus compañeros de cuerpo les recordó la policía patriótica, que ha vuelto a ser noticia tras la filtración de la grabación de una conversación entre Fernández Díaz y el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, en la que se deduce una operativa para acusar de corrupción a diversos políticos nacionalistas catalanes.

A pesar de todo, Villarejo añadió que no tiene relación con el ministro y que solo le ha visto dos veces (lo dice textualmente). Según esta versión, solo habrían coincidido cuando le entregó la medalla pensionada y el sábado pasado, cuando comió con él y con Eugenio Pino (el director adjunto operativo) en la despedida de este en un restaurante de Guadalajara. El ministro siempre ha dicho que Villarejo ha realizado importantes servicios al Estado.

Del director general de la Policía, Ignacio Cosidó, declaró que rompió relaciones con él por actuaciones que no le gustaron. Se refería, sin duda, a lo que ya ha denunciado en otras ocasiones:que le impidió investigar el caso del ático del expresidente madrileño Ignacio González en Estepona.

Pero la advertencia más dura es la que supuestamente trasladó a sus mandos para evitar el registro de su domicilio en Boadilla del Monte que solicitaba una comisión judicial. Según fuentes policiales, Villarejo dijo que la policía judicial lo encontraría “todo” sin problemas. El comisario lleva años presumiendo de tener “documentada” toda su actividad policial y privada, que compagina desde hace años. El fiscal se opuso al registro.