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DESDE EL EXTERIOR
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¡El Peronismo se exporta!

El auge de un partido como Podemos despierta especial fascinación en Argentina

Era un lugar común entre los políticos argentinos evocar la Transición española como una utopía posible. En cada crisis —¡y son tantas!— saltaba al discurso público el recuerdo de los Pactos de la Moncloa, de la Constitución, del diálogo posible entre rivales en contraste con el cortoplacismo, el espíritu de revancha y el egoísmo que han marcado el rumbo del país desde que se tiene memoria.

Contar en Argentina los seis meses que España lleva en campaña significa ante todo desmontar un mito. Toca explicar el cambio cultural y social que impide a unos líderes en el fondo no tan distintos negociar un pacto del que surja un gobierno.

De todas las causas detrás de ese fenómeno hay una que despierta especial fascinación en Argentina: el auge de un partido como Podemos que se nutre de ideas políticas nacidas y probadas en Latinoamérica.

Pablo Iglesias destaca los “rasgos peronistas” de su formación, Íñigo Errejón se emociona con el retrato de Evita y ambos encuentran inspiración en los tratados del argentino Ernesto Laclau, el filósofo del populismo que fue sostén intelectual del matrimonio Kirchner.

Que el peronismo se exporte a Europa —¡con lo que cuesta explicar qué es!— justifica la curiosidad con que en sectores políticos de Argentina se sigue el desenlace del proceso electoral español.

Le agrega un elemento intrigante constatar que eso ocurre en momentos en que las distintas encarnaciones peronistas deambulan en la confusión que los dejó la pérdida del poder a fines de 2015. Los últimos líderes viven acorralados por las investigaciones de corrupción y los que aspiran a sucederlos no terminan de calibrar hacia dónde dirigir la siguiente reinvención ideológica.

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El gobierno de centroderecha de Mauricio Macri espera una pronta definición en España, el segundo inversor en Argentina. Su relación con Mariano Rajoy es inmejorable, aunque también tendió puentes con el PSOE y con Ciudadanos.

En pleno ajuste de la economía, a Macri le interesa que haya un gobierno estable para revivir las relaciones bilaterales. Su obsesión es la llegada de capitales y las empresas españolas todavía actúan con la desconfianza aprendida en 12 años de hostilidad kirchnerista.

Nada es lo que era, aunque empiece a hacerse costumbre. Me lo decía esta semana un veterano dirigente del PP, sospecho que un poco en broma. O igual no: “¡Qué tiempos cuando íbamos a Argentina a dar consejos! Ahora llamamos a los políticos amigos para preguntarles qué hacer con este caos”.

Martín Rodríguez Yebra es corresponsal en España del diario argentino La Nación

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