_
_
_
_
_

Rivera arranca la campaña del 26-J peleando por solo 1.500 votos

El líder de Ciudadanos abre su agenda electoral en Albacete, donde el 20-D logró un diputado

Albert Rivera en el acto de apertura de campaña.Vídeo: Álvaro García
Juan José Mateo
Más información
Rivera: "Tenemos que ser decisivos"
Ciudadanos reformula su propuesta laboral, judicial y contra la violencia de género
Rivera: “No puedo gobernar con Rajoy"
Ciudadanos abre el debate para acelerar la formación de Gobierno

En Castilla-La Mancha, los escaños se pelean vecino a vecino, puerta a puerta y voto a voto. Aquí, en Albacete, ha inaugurado este viernes Albert Rivera su campaña electoral del 26-J. El pasado 20-D, Ciudadanos logró un diputado en esta circunscripción por solo 1.521 votos de diferencia sobre Podemos (una distancia de menos del 1%). La alianza del partido de Pablo Iglesias con IU pone ese escaño, y los otros dos que logró la formación emergente en esta autonomía, en muy serio peligro. Así que Rivera se ha lanzado este viernes a la pelea por mantener sus tres diputados manchegos mientras intenta conseguir lo que nunca nadie ha logrado antes: consolidar el centro ideológico en España, tarea en la que antes no tuvieron éxito ni UCD ni UPyD.

"El 26-J deciden los españoles, no las encuestas, pero las encuestas consolidan un centro político, un proyecto que ha nacido de cero. Esa es la gran novedad de lo que está pasando", ha dicho Rivera en Albacete, donde le han tirado un huevo mientras paseaba por el centro de la ciudad, sin que llegara a tocarle. "Están bailando los escaños en casi todas las provincias de España, pero nosotros estamos haciendo una apuesta por vertebrar este país", ha añadido. "Nosotros queremos un cambio de gobierno, de personas y de políticas para que la gente se vuelva a ilusionar. Ni Iglesias ni Rajoy representan a la España de las oportunidades".

Ciudadanos consiguió 40 escaños el 20-D. Ahora, en una campaña extremadamente polarizada, en la que pierde electores a derecha e izquierda, intenta consolidar su presencia parlamentaria. Pocos partidos de su corte ideológico han superado a la larga su primer éxito. No ha ocurrido en España con la UCD y UPyD, ni entre los referentes europeos que confiesa tener Rivera en Reino Unido (los liberal-demócratas de Nick Clegg pasaron de 57 a 8 representantes tras entrar en el Gobierno de Cameron); Holanda (el D66 ha tenido grandes fluctuaciones de resultados hasta consolidarse como cuarta fuerza) o Francia. No solo la historia pesa en contra de las expectativas electorales de Rivera. También lo hacen los datos. Ciudadanos se enfrenta a una situación espinosa: tiene que evitar que el 10% de electores que duda entre PP-Ciudadanos y el 9% que lo hace entre PSOE-Ciudadanos opten por los dos partidos tradicionales como mejor garantía de que la formación de gobierno se va a desbloquear.

"Parece que Ciudadanos todavía despierta un cierto atractivo transversal, pero tengo la impresión que mucho menos que en las elecciones del 20-D", advierte Ángel Valencia, catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Málaga. "Los ciudadanos pueden valorar para su voto dos cosas, lo realizado en el pasado o las expectativas de futuro. Desde ese punto de vista, Ciudadanos tiene un capital político interesante", añade sobre la capacidad de diálogo demostrada por la formación con su pacto poselectoral con el PSOE y sobre su intención de seguir encarnando el cambio. 

Rivera intenta poner en valor esas dos razones en aquellas provincias donde ahora están en peligro los diputados que logró el 20-D. Este viernes ha empezado en Albacete. A partir de hoy, y durante quince días de campaña, será uno de los candidatos con más actos: Ciudadanos pelea por conseguir los escaños que le hagan decisivo en las negociaciones poselectorales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_