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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Los réditos de la polarización

Partido Popular y Unidos Podemos son los que tienen un electorado más fiel

Mariano Rajoy se hace un "selfie" este sábado en Barcelona con dirigentes del PP
Mariano Rajoy se hace un "selfie" este sábado en Barcelona con dirigentes del PPAlberto Estévez (EFE)
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Los titulares que arroja la estimación de resultado electoral de Metroscopia de cara a las elecciones del próximo 26-J en esta oleada de junio del Barómetro de Clima Social son: a) una participación cinco puntos inferior a la del pasado 20-D; b) el PP volvería a ser la fuerza más votada con un porcentaje de voto similar al de hace cinco meses; c) Unidos Podemos consolidaría el sorpasso al PSOE que, de haber ido juntos, Podemos y Unidad Popular ya habrían, probablemente, logrado el pasado diciembre; d) el PSOE perdería apoyos y obtendría un nuevo suelo electoral y; e) Ciudadanos aumentaría su porcentaje de voto con respecto a las pasadas elecciones reduciendo la distancia entre la primera y la cuarta fuerza política y reforzando, por tanto, el cuatripartidismo ya existente

Son varias las ocasiones en las que Pablo Iglesias, y otros dirigentes de Podemos, han hecho pública su intención de buscar la confrontación directa con los populares confiando en obtener así mayores réditos electorales. Una lógica que también parece atraer a los estrategas del PP aunque, en su caso, no lo manifiesten públicamente. La estrategia de la polarización frente al PP planteada por Unidos Podemos parece estar dando frutos: el PP volvería a ser, en estos momentos, el partido más votado con el 28.5% de los votos válidos (solo dos décimas menos que el pasado 20-D) y Unidos Podemos pasaría a ser la segunda fuerza en votos con un 25.6% (1.2 puntos más que la suma de lo logrado hace cinco meses por Podemos y Unidad Popular), lo que le situaría, además, más cerca del PP que del PSOE.

La fidelidad del voto

Los datos del sondeo avalan el éxito momentáneo de la polarización. Por un lado, UP y PP son los dos partidos que cuentan con una mayor fidelidad de voto: el 79% de quienes el pasado 20-D votaron a Podemos o a Unidad Popular votaría ahora a Unidos Podemos; y el 78% de quienes lo hicieron por el PP repetirían su voto. Por otro lado, los potenciales votantes de ambas formaciones son quienes mayor grado de movilización electoral manifiestan: el 76% en ambos casos dice que con total seguridad acudirá a votar el próximo 26-J. Además, Unidos Podemos es la primera fuerza en intención directa de voto entre los electores que se posicionan en la escala ideológica en los puntos que van desde el 0 hasta el 4 (desde la extrema izquierda hasta el centro izquierda).

El PP lo es entre los electores que se ubican entre el 6 y el 10 (entre el centro derecha y la extrema derecha). Solo entre los españoles que se autoposicionan en el punto central (en el 5) Ciudadanos y PSOE son las opciones preferidas por encima de las otras dos. PP y Unidos Podemos son, al mismo tiempo, los dos partidos con un porcentaje de rechazo más elevado: un 54% de los españoles dice que en ningún caso votaría al PP y un 46% dice lo mismo de UP (el porcentaje de rechazo al PSOE y a Ciudadanos se sitúa por debajo del 20%). Y sus candidatos son quienes reciben una peor evaluación entre el conjunto del electorado: Rajoy obtiene un saldo evaluativo (diferencia entre los porcentajes que aprueban y desaprueban su actuación política) de -43 puntos e Iglesias de -40.

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El centro, desdibujado

Entremedias, los dos partidos que los ciudadanos ubican más cerca del centro en la escala ideológica —PSOE y Ciudadanos— aparecen ahora algo desdibujados. El partido naranja, con todo, se beneficiaría, hoy por hoy, del caudal de votantes procedentes del PP y del PSOE que todavía fluyen (aunque en menor cuantía que en los meses previos al 20-D): un 8% de quienes votaron a los populares y el mismo porcentaje de quienes votaron a los socialistas hace cinco meses le darían su apoyo el 26-J. Se trata de electores que, probablemente, no se atrevieron a dar el paso hace cinco meses y ahora parecen proclives a darlo. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ya no goza del beneplácito de la mayoría de los españoles, pero conserva una imagen muy favorable entre sus potenciales votantes y apreciablemente positiva entre los del PP y del PSOE. Con todo, Ciudadanos es el partido que presenta mayor disparidad entre el porcentaje que dice preferirle y el de quienes, entre ellos, dicen que con total seguridad acudirán a votar (60%, 15 puntos menos que los del PP y UP). El suyo parece ser, una vez más, el electorado más lábil.

El PSOE, por su parte, es el que más sufre en este tensionamiento de la escena electoral. Obtendría un 20.2% de los votos, 1.8 puntos menos que el pasado diciembre, y podría perder su condición de partido referencia de la izquierda al verse superado por UP en voto y, tal vez, en escaños si no logra acortar la distancia de más de cinco puntos que ahora le separa de la coalición de Iglesias y Garzón. Para mejorar su resultado ahora estimado bastaría con que lograra convencer a una parte de ese tercio de españoles que le votaron hace cinco meses y ahora dice tener dudas sobre su comportamiento el próximo 26-J (14%) o manifiesta su intención de votar a otro partido (18%). Hay que tener en cuenta que, en estos momentos, el PSOE es, entre los cuatro principales partidos, el que cuenta con una menor fidelidad de voto (68%).

Un cuatripartidismo fuerte

En definitiva, se altera el orden de los partidos pero el cuatripartidismo se fortalece —los porcentajes de voto de las cuatro principales fuerzas políticas sumarían ahora más que el 20-D— y se hace más competitivo —se estrecha la diferencia entre el primer y el cuarto partido—. Quien gobierne tendrá que hacerlo con el apoyo de otros partidos, algo que no solo da por descontado la práctica totalidad de los españoles (94%) sino que, además, la mayoría considera positivo para España (76%). Y si al final hubiera que decantarse por una de las dos coaliciones más extremas, son algunos más quienes prefieren una coalición entre PSOE y Podemos (48%, 70% entre los potenciales votantes socialistas) que una entre PP y Ciudadanos (42%).

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