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Cuatro años de cárcel por la estafa de las entradas de la final del Mundial 2010

El acusado deberá devolver a cada uno de los 66 denunciantes el coste del paquete y 1.500 euros por daños morales

Fernando J. Pérez

La Audiencia Nacional ha condenado a cuatro años de prisión al agente de viajes que estafó a 54 particulares y 12 empresas con entradas falsas para la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, en la que España se impuso a Holanda el 11 de julio de 2010. Además de la pena de cárcel, el acusado, Pablo Casanova Freije, deberá devolver a los afectados el coste del paquete de viaje, 2.495 euros por persona, y tendrá que indemnizar a cada uno de ellos con 1.500 euros por daños morales.

El gol de Iniesta contra Holanda, en Mundial de Fútbol de Sudáfrica.
El gol de Iniesta contra Holanda, en Mundial de Fútbol de Sudáfrica.Alejandro Ruesga

Según la sentencia, Casanova, que no disponía de dinero para adquirir las entradas del partido, firmó el 10 de julio un contrato en un hotel de Madrid con un representante de la empresa Euroteam Travel AS, de Oslo (Noruega), para adquirir 200 entradas a razón de 1.100 dólares cada una. Ese mismo día, Casanova pagó 46.895 euros por 46 entradas que resultaron ser falsas. La víspera había abonado otros 173.570 euros por el resto de los billetes, que no se le llegaron a entregar. Euroteam Travel AS está siendo investigada en Noruega por estafa y su administrador se encuentra en situación de rebeldía.

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Pese a no tener las entradas, Casanova fletó un vuelo chárter entre Madrid y Johannesburgo. Según la sentencia, como la empresa dedicada a alquilar los vuelos, Worldwide Charters International, le exigía el pago por adelantado, el acusado simuló hacer dos transferencias internacionales, que supuestamente llegarían a su destinatario el 12 de julio, después del partido. Con un mero pantallazo, Casanova logró que la empresa fletara el vuelo con la compañía Pullmantur y adelantara el coste del combustible. En total el viaje costó 575.400 euros.

En el vuelo chárter volaron 255 personas con ánimo de ver el partido. Los viajeros fueron trasladados del aeropuerto al estadio, donde esperaron a que alguien les diera las entradas. Casanova y sus trabajadores solo pudieron entregar los 46 billetes —"más bien le fueron arrebatados", dice la sentencia— que resultaron falsos. Al final, la mayoría de los afectados, todos lo que no consiguieron entradas por otra vía, se quedaron fuera del estadio.

Al terminar el partido, los afectados volvieron en el mismo vuelo a Madrid. A la vuelta, 66 personas —entre ellas, 12 agencias de viajes que trabajaron con la empresa de Casanova como intermediaria— presentaron una denuncia por lo sucedido.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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