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'IN MEMORIAM'
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Luis González Seara, intelecto y compromiso

Sociólogo pionero en el estudio de la opinión pública, fue ministro de Universidades en los primeros Gobiernos de la Transición

Luis González Seara, en 1996
Luis González Seara, en 1996Claudio Álvarez

Hoy, cuando se constata el fracaso de una política en la que los partidos son capaces de llegar a acuerdos que resulten en un Gobierno democrático; hoy, cuando el marketing, los argumentarios y los mantras electorales se superponen a cualquier idea que nos infunda confianza y respeto, es forzoso volver a plantearse aquel viejo debate del papel del intelectual en la política.

Un debate al que Luis González Seara —mi marido, fallecido hace justo una semana—, ministro de Universidades en los primeros Gobiernos de la Transición, tanto aportó.

Un debate que en nuestra sociedad de tertulias superficiales pone de relieve la necesidad de mayor profundidad y transparencia ideológica. Un debate que exige una mayor presencia del pensamiento, un protagonismo mayor de la confrontación de ideas.

Luis, volteriano y jacobino, se acercó al compromiso político con tolerancia, respeto y diálogo. Con él viví muy de cerca los acuerdos, pactos y desencuentros de la Transición. Con otros muchos intelectuales, que aportaban enseñanzas y sobre todo dudas, nos planteamos cómo dar el paso desde la dictadura a una democracia duradera.

Siento ahora en lo más profundo la falta de pensamiento aplicado a la acción política; como también siento la imposibilidad de llegar a acuerdos de mínimos en esta democracia consolidada. Una democracia que se desenvuelve en una sociedad muy diferente de aquella que quiso romper, desde las reformas y los acuerdos básicos, una larga noche de cuatro décadas.

Luis fue uno de los intelectuales comprometidos con la socialdemocracia; con ellos promovió una renovación de los medios de comunicación —fue uno de los fundadores EL PAÍS— y apoyó la democratización de la universidad. Impulsó también las plataformas cívicas que pavimentaron el camino de la apertura social.

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Hoy más que nunca estamos faltos de un pensamiento en profundidad para salir de tanta mediocridad y falta de miras. Los ciudadanos queremos volver a sentir emoción por la política, queremos recuperar las cotas de igualdad que nos permiten ser más libres. La sociedad civil tiene mucho que decir. Los partidos deben renovarse; los últimos en llegar tienen que evitar parecerse tanto a lo más viejo de los más viejos.

A Luis, pionero de la sociología política, uno de los primeros intelectuales en reflexionar sobre la formación de la opinión pública, le desalentaban la deriva de la política actual, la falta de imaginación y la escasa apertura a horizontes más utópicos.

Su amplitud de miras y su imaginación política es lo que hoy necesitamos todos. Ojalá actitudes como las suyas sean aún posibles. Porque esas son las actitudes que necesitamos.

Carmela García Moreno, viuda de Luis González Seara, fue diputada en el Congreso por UCD y PSOE.

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