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Quijote, presidente

El Congreso de los Diputados ha celebrado una sesión extraordinaria para celebrar el cuarto centenario de la muerte de Cervantes

Rut de las Heras Bretín
Manuel Tafallé, caracterizado de Miguel de Cervantes, saluda a Celia Villalobos, Albert Rivera, Pedro Sánchez y a Patxi López en la puerta de los leones en el Congreso.
Manuel Tafallé, caracterizado de Miguel de Cervantes, saluda a Celia Villalobos, Albert Rivera, Pedro Sánchez y a Patxi López en la puerta de los leones en el Congreso.Uly Martín

Al timbre que anuncia que comienza la sesión en el Congreso este jueves le ha seguido el sonido de la orquesta La Spagna, que ha ocupado el centro del Hemiciclo. Las teclas que se tocaban no eran las de los taquígrafos, sino las de un clave que junto con violines, violas, un chelo y un contrabajo han tocado varios fragmentos de la suite Burlesque de Quixotte de Georg Philipp Telemann.

Actores y músicos han tomado el Congreso para conmemorar el cuarto centenario de la muerte de Cervantes. Ellos en nombre del escritor, sentado en el lugar del presidente de la Cámara. Manuel Tallafé ha encarnado al autor del Quijote. Nada era común en la sesión: el homenajeado era a la vez el maestro de ceremonias. Todos los escaños estaban ocupados, incluidos los de los miembros del Gobierno en funciones. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, ha entrado unos minutos tarde y durante unos segundos se ha sentado en el sillón de Mariano Rajoy -que no estaba presente-, enseguida se ha cambiado de sitio. Ha compartido bancada con Carlos Floriano (PP), Antonio Hernando (PSOE), Toni Cantó (presidente de la Comisión de Cultura) y Albert Rivera (líder de Ciudadanos).

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El turno de palabra lo daba el escritor alcalaíno, que frente a la solemnidad de las lecturas de distintos capítulos "del libro más editado de la historia", Don Quijote de la Mancha, por parte de actores como Marisa Paredes, José María Pou, José Mota y José Luis Gómez, salpicaba la sesión con lanzas envenenadas hacia los políticos. Lanzas que no se "quedaban atrapadas en puertas giratorias". Ha bromeado también Cervantes-Tafallé con la idea registrar su novela en Panamá y editarla en Las Bahamas, o con el tiempo que le llevó escribirla, le parecía menos que los allí presentes y ausentes han tardado en firmar "lo que debían". Rivera y Sánchez aplaudían la ironía del presidente de la Cámara por un día, vigilado de cerca por el presidente real, Patxi López, uno de los impulsores de esta iniciativa, sentado junto a Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Cultura en funciones, Celia Villalobos (PP) y a Alicia Sánchez-Camacho (PP). El líder socialista y el de Ciudadanos también se han puesto de acuerdo a la hora de votar el hashtag con el que se tuiteraría la sesión #QuijotePresidente.

Lo único habitual en el hemiciclo era el papel de los ujieres, que iban acercando el correpondiente vaso de agua a quien ocupaba el estrado. Voces, todas profesionales, profundas y con enjundia en sus palabras, que eran las de Cervantes. "Un lujo inmenso" para José Mota, que explica que ante lo que puede impresionar hablar allí, lo tenía fácil "hacía playback", en referencia a que pocas lecturas pueden ser mejor que las del escritor del Siglo de Oro. El que no hizo playback fue el cantante Miguel Poveda, que también hizo uso de la palabra, esta vez cantada. El arte, excepcionalmente presente en la Cámara. A pesar de que López ha declarado que el Congreso debía servir como amplificador y que la creación y la cultura son unificadores.

Miguel Poveda canta en el estrado del Congreso, le escuchan Marisa Paredes, José Mota, José María Pou, José Luis Gómez. Preside la sesión Manuel Tafallé como Miguel de Cervantes.
Miguel Poveda canta en el estrado del Congreso, le escuchan Marisa Paredes, José Mota, José María Pou, José Luis Gómez. Preside la sesión Manuel Tafallé como Miguel de Cervantes.ULY MARTIN
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Pero no giró toda la sesión en torno al caballero de la triste figura, la compañía de teatro Ron Lalá amenizó el acto con distintas intervenciones: "De mí misma quiero ser mi propia soberana (...) Mi alma es libre y nació libre", decía una gitana mientra recorría las escaleras entre las bancadas. Prueba de la modernidad del autor. Pusieron la nota final con lo que se ha convertido una especie de himno del espectáculo que tienen de gira por toda España, Cervantina: "España está agonizante, España se va al abismo. Todo el mundo lee a Cervantes para pensar por sí mismo".

José Luis Gómez, actor y académico de la Lengua, se ha subido a muchos estrados en su larga carrera, ha declamado a multitud de genios y ante la posibilidad excepcional de hablar en el Congreso ha confesado que está muy bien leer a Cervantes  -"después de la dejación, es un gesto, quizá de última hora"- pero al que de verdad le daban ganas de leer allí era a Azaña.

Unánime aplauso al cerrar la sesión, al que acompaño otro acto excepcional: la salida de los actores, diputados y asistentes por la puerta de los leones, que solo se abre para el Rey. Leones más mansos que otros días gracias a la música que ha sonado en la Cámara entre texto y texto. Los músicos dejaban caer que sería necesaria una orquesta residente que actuara entre las intervenciones de los diputados. Y si se ha nombrado a Quijote presidente, su creador no podía tomar otro papel que el de Rey. No en vano es uno de los máximos representantes de la cultura española en la historia y el mejor embajador de las letras hispanas.

Las golas sustituyen a las corbatas en la Cámara baja

Faltaba un Alonso en la Cámara baja: Alonso Quijano, don Quijote. Un personaje que le da a su escudero consejos antes de que impartir gobierno en la ínsula Barataria: "Haz gala de tu humildad. Habla con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo".

Ayer, por fin, Quijano entró en el Congreso. Desde el lunes Daoiz y Velarde, los leones de la puerta, leen sus aventuras situadas en dos atriles en la madrileña carrera de San Jerónimo. Así comenzó la semana cervantina del Parlamento, en la que se han organizado varios actos: una exposición con objetos y documentos que se conservan en el archivo de la institución en torno a estas figuras del Siglo de Oro; una conferencia que el mismo lunes impartió Francisco Rico, académico y máximo conocedor del Quijote, que llevaba de título El justo medio: Cervantes en el Quijote.

El acto de ayer fue el más importante de todas las conmemoraciones. Celebraciones que aunque suene insólito han unido a todas las fuerzas políticas, según manifestó el presidente de la Cámara, Patxi López. Tanto, que se sentaron salteados en los escaños de la primera fila sin respetar el orden habitual.

Cuando los diputados tomaron posesión de sus escaños, semanas atrás, la noticia fue que las corbatas poco a poco iban abandonando el hemiciclo. Ayer, la novedad fue que las golas ocuparon la tribuna.

Pasado y presente unidos dentro y fuera de la Cámara, ya que cuando acabaron las lecturas, salieron todos los asistentes para hacer una ofrenda floral a la estatua del autor que está en la plaza de las Cortes. Acto similar al que se celebró en 1905 con ocasión del tercer centenario de la publicación del Quijote.

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