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Protestas por la directiva sobre secretos comerciales

Organizaciones periodistas aseguran que amenaza la publicación de informaciones como los papeles de Panamá

Rosario G. Gómez
Sede de la firma Mossack Fonseca, de la que han salido los llamados papeles de Panamá.
Sede de la firma Mossack Fonseca, de la que han salido los llamados papeles de Panamá. Alejandro Bolivar / EFE

Una nueva directiva para salvaguardar los secretos comerciales y atajar el espionaje industrial recibió este jueves el visto bueno del Parlamento Europeo. La normativa sobre “la protección del saber hacer y la información empresarial no divulgada” tiene como objetivo evitar las filtraciones y el robo de información confidencial de las corporaciones, pero ha sido muy criticada por organizaciones no gubernamentales, juristas y entidades periodísticas, que ven en ella una amenaza para la libertad de expresión y un ataque al periodismo de investigación.

Antes de su aprobación, 46 organizaciones que velan por la transparencia y el derecho a la información activaron una campaña contra una directiva que, en su opinión, otorga a “las empresas privadas el derecho a demandar a cualquiera que adquiera, utilice o publique cualquier información o documento que pueda considerarse un secreto comercial”. En la práctica, estas entidades entienden que va dirigida contra los “soplones” que filtren a la prensa escándalos como los que están saliendo a la luz en los papeles de Panamá.

La eurodiputada popular francesa Constance le Grip, ponente parlamentaria, aseguró que se trata de “proteger la innovación y la creación en Europa” y evitar el robo de los secretos comerciales (desde el procedimiento de fabricación de un bien a su diseño) y el espionaje. Le Grip insistió en que ofrece un marco jurídico armonizado para ayudar al desarrollo de las empresas en un entorno “seguro y fiable”, al tiempo que protege “de la manera más clara posible” el trabajo de los periodistas y de sus confidentes.

La Eurocámara sostiene que existen “salvaguardas” suficientes para proteger el trabajo de los medios y de los confidentes que filtran la información necesaria para sus investigaciones. Sin embargo, la Federación Europea de Periodistas considera que es un intento de violación de la libertad de expresión y un ataque directo al periodismo dedicado a destapar escándalos. La Federación de Sindicatos de Periodistas calificó la norma como “atentado europeo contra la información”.

Los Verdes en la Eurocámara, informa Europa Press, criticaron antes del voto que el peso de la prueba recaiga sobre los informadores o delatores, ya que el nuevo marco jurídico solo protegería a quienes destapen actividades “ilegales”.

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