230 psicólogos para atender a las víctimas del terrorismo
El Ministerio del Interior y el Consejo General de Psicólogos de España presentan la Red Nacional de Psicólogos para la atención a personas que han sufrido atentados terroristas
El Ministerio del Interior y el Consejo General de Psicólogos de España presentaron ayer la nueva Red Nacional de Psicólogos para la Atención de las Víctimas del Terrorismo integrada por 230 profesionales, que atenderán en todas las provincias de España a las personas que sufren daños psicológicos por haber sufrido atentados terroristas.
Se trata de una iniciativa que tiene su origen en la firma, el 18 de junio de 2015, del Convenio de colaboración entre el Ministerio del Interior y el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos y que está cofinanciada por el Fondo Europeo de Seguridad Interior 2014-2020.
El objetivo era crear una red “viva” para intervenir tanto en situaciones de emergencia como de atención posterior. Hasta ahora, el Ministerio del Interior, a través de su equipo de trabajadores sociales y psicólogo, se ocupaba de las posibles derivaciones a una asistencia psicológica especializada de las víctimas.
Algunos de los profesionales incluidos en esta red ya han prestado atención psicológica a las víctimas españolas de los atentados terroristas registrados en Túnez, París y Kabul.
El subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera, afirmó “supone un importante avance en el sistema español de apoyo integral a las víctimas del terrorismo”. Y subrayó: “La intervención psicológica es fundamental para la recuperación de la víctima y de sus familiares, puesto que apoyar a la víctima no significa únicamente prestarle una ayuda económica o social, sino que supone escuchar activamente y empatizar con su estado emocional en tres momentos diferenciados: el del atentado, con la denominada asistencia inmediata o de emergencia, los meses posteriores y el resto de la vida de la víctima, especialmente en situaciones relevantes, como aniversarios o celebraciones de juicios, y con todo ello evitar la reactualización del trauma, o una posible victimización secundaria”.