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La Casa del Rey reduce a la mitad sus actos por la falta de Gobierno

Felipe VI protagonizó más el doble de eventos en los mismos 100 días del año anterior

Miquel Alberola
Felipe VI firma el real decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones generales el pasado 26 de octubre.
Felipe VI firma el real decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones generales el pasado 26 de octubre.CASA DEL REY

La actividad de la Casa del Rey se ha visto afectada por el período de interinidad política que vive España desde la celebración de las elecciones generales el pasado 20 de diciembre. Las dificultades que encuentran los partidos para alcanzar un acuerdo que permita la formación de gobierno y el mantenimiento del Ejecutivo en funciones han contagiado de forma notable su programación, que ha caído el 57,8%. En los mismos 100 días de 2015, Felipe VI protagonizó el doble de actos.

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El Rey no solo ha tenido que aplazar cuatro viajes oficiales previstos a Arabia Saudí, Reino Unido, Japón y Corea del Sur, sino que su agenda ha perdido la mitad de volumen en comparación con el mismo período del año anterior. Una reducción que cobra mayor significado en el marco de las previsiones de actividad y presencia del jefe del Estado que La Zarzuela proyectaba para después de los comicios, con capítulos pendientes paralizados por el Gobierno del PP como Cuba.

Fuentes de La Zarzuela admiten que aunque la jefatura del Estado no está en funciones como el Gobierno, la Casa del Rey se debe al Ejecutivo y a las Cortes y ese es un imperativo determinante en el desarrollo de su actividad. En ese sentido, y en la actual situación, recuerdan que el Rey y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, decidieron en uno de sus recientes despachos suspender los viajes de Estado previstos a Japón y Corea del Sur. “Pero, con todo, tratamos de seguir con la actividad”, afirman.

Sin embargo, el ritmo programático de la Casa del Rey se ha visto frenado de forma sensible por la dilatación del proceso ante los escollos para superar la investidura con unos resultados electorales sin mayoría clara. Las atribuciones constitucionales a las que debe dar cumplimiento el Rey tras la renovación del Congreso de los Diputados, así como su continua disponibilidad para dar curso a un proceso obstruido que podría despejarse en cualquier momento, han embargado su margen de maniobra.

Desde el pasado 20 de diciembre a finales de marzo, la Casa del Rey ha realizado 27 actos, de los cuales Felipe VI ha protagonizado 16. Solo tres de ellos han tenido carácter institucional. En ese mismo ciclo de tiempo del año anterior, La Zarzuela llevó a cabo 64 actos, ocho de ellos institucionales. El Rey estuvo presente en 44, es decir, en 28 más que en este período de Gobierno en funciones.

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Por el contrario, la irregularidad política derivada de la fragmentación electoral ha llevado al Rey a realizar el doble de audiencias en este trimestre que en el mismo del año anterior. Como consecuencia de las dos rondas de contactos mantenidas con los representantes de los partidos y las entrevistas correspondientes con el presidente del Congreso de los Diputados, el jefe del Estado ha tenido 45 audiencias frente a las 22 de principios de 2015.

Menos eventos. Entre el 20 de diciembre de 2015 (celebración de las elecciones) y el 31 de marzo de 2016, el Rey ha protagonizado 16 actos. En el mismo período del año anterior, Felipe VI estuvo presente en 44, es decir, 28 más que en la actualidad.

Más audiencias. La fragmentación electoral derivada de las elecciones ha aumentado las audiencias realizadas por el Rey. Las dos rondas de contactos con los representantes políticos y los correspondientes encuentros con el presidente del Congreso de los Diputados han disparado el número de audiencias a 44, frente a las 22 que llevó a cabo en el período anterior.

Pero donde mayor desfase se produce en ambos intervalos de tiempo es en los discursos del Rey. Entre finales de diciembre de 2014 y el primer trimestre de 2015, Felipe VI pronunció 22 discursos. En el período actual, solo cuatro: el del VII Congreso Internacional de la Lengua Española, el de la cena oficial del Mobile World Congress 2016, el de la celebración de la Pascua Militar y el mensaje de Navidad. La caída es del 82%.

El descenso de la actividad representativa también ha afectado a la agenda de la Reina. Doña Letizia protagonizó 31 actos en el plazo anterior a las elecciones frente a los 16 que ha llevado a cabo en la actualidad. Entonces pronunció cuatro discursos y ahora uno solo.

Los actos de la jefatura del Estado marcarían un mínimo histórico si los partidos no logran desbloquear la situación antes del 2 de mayo y el Rey tuviera que firmar la disolución del Parlamento y convocar nuevas elecciones para el 26 de junio. La repetición del proceso hipotecaría buena parte de la agenda hasta el otoño.

Sin agenda internacional

La situación, inédita en la historia de la reciente democracia española, ha alargado la vida de un gobierno en funciones con el motor al ralentí. Esto no solo ha mermado la tarea de Felipe VI en la expedición de decretos aprobados por el Consejo de Ministros y sus despachos con Mariano Rajoy, sino que también ha afectado a su papel de máxima relevancia en las relaciones internacionales fijado en la Constitución.

Entre el 20 de diciembre de 2014 y el 31 de marzo de 2015, Felipe VI realizó un viaje de Estado a París (Francia) y otro desplazamiento oficial a Addis Abeba (Etiopía) con ocasión de la Cumbre de la Unión Africana. Ahora, en el mismo plazo, ha tenido que postergar cuatro visitas de Estado, que con muchas dificultades podrían ser retomadas en 2016, aunque ha hecho dos viajes cuya ausencia resultaba inexcusable.

El Rey fue a Lisboa (Portugal) para la toma de posesión del presidente Marcelo Rebelo de Sousa, lo que supuso una ausencia de España de unas seis horas, y a San Juan de Puerto Rico con motivo de la inauguración del Congreso Internacional de la Lengua Española. En este caso, solo estuvo fuera de España unas 30 horas. Los viajes aplazados suponían al menos una semana de alejamiento.

Pero a Felipe VI le ha sobrevenido otra cita internacional a la que difícilmente puede faltar en otro momento que puede ser complicado. Se trata de la inauguración de la ampliación del Canal de Panamá, prevista para el 26 de junio, el mismo día que se llevarían a cabo nuevas elecciones si no se produce un acuerdo para formar gobierno. La ampliación de esta infraestructura ha sido ejecutada por un consorcio liderado por la compañía española Sacyr y es una de las obras más representativas de la Marca España.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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