_
_
_
_
_

Podemos y Ciudadanos, ante el reto de financiar otras elecciones

Las dos formaciones emergentes, con menos músculo financiero que PP y PSOE, cuentan con las subvenciones para intentar sufragar los gastos de unos hipotéticos nuevos comicios

Cartel electoral de Ciudadanos durante la campaña del 20-D.
Cartel electoral de Ciudadanos durante la campaña del 20-D.LUIS SEVILLANO
Más información
Podemos y Ciudadanos llenan sus arcas con su resultado electoral
Toda la información sobre Ciudadanos
Toda la información sobre Podemos
Diputados en el hostal a la espera del Gobierno
Ciudadanos gastará cuatro millones de euros en la campaña electoral
La entrada de los emergentes merma las subvenciones de PP y PSOE

Podemos ya ha comenzado a devolver los microcréditos que le permitieron financiar las distintas campañas de 2015, aunque propuso su renovación a los simpatizantes que se los concedieron para cubrir los gastos del 20-D y en un escenario de posible repetición de las elecciones generales. Aunque por primera vez contarían con las subvenciones aparejadas a haber obtenido representación en el Congreso, las dificultades para formar Gobierno y la posibilidad de una nueva convocatoria electoral colocan al partido de Pablo Iglesias y a Ciudadanos ante el primer gran examen a su capacidad económica.

Podemos no ingresa cuotas de afiliados y rechazó desde su nacimiento solicitar créditos bancarios. Depende, por tanto, de las aportaciones de simpatizantes, a los que fijó la meta de 2,2 millones para concurrir al 20-D. Por su parte, Ciudadanos, que no ha tenido el mismo éxito que su rival electoral con el crowdfunding, tendría que volver a pedir un crédito bancario, y estos se conceden en función de unas expectativas electorales que ahora no serían tan buenas como antes.

Aunque los partidos que lideran Iglesias y Albert Rivera cuentan ahora con ingresos que no tenían en 2015 —por ejemplo, las subvenciones por su representación autonómica—, también tienen más dificultades para financiarse que PP y PSOE, que disfrutan de más ingresos al tener más afiliados, cuentan con más activos, y reciben más subvenciones por su mayor representación institucional. Si hay nuevos comicios, los dos nuevos partidos se verían más expuestos al desgaste económico de una situación nunca vista en la historia de la democracia española: dos elecciones generales en menos de un año.

“No tenemos ninguna deuda, todos los gastos de la campaña quedan cubiertos por la subvención, con lo que tenemos el marcador a cero, y tenemos capacidad para pedir un crédito”, asegura José Manuel Villegas, vicesecretario general de Ciudadanos. “Además, esta vez tendríamos el anticipo del 30% por parte de la Junta electoral, más de un millón de euros [la Ley electoral establece que se concederán anticipos tanto por resultados como por los envíos electorales]”.

El partido de Rivera tiende la mano a Sánchez

“Mariano Rajoy ha tirado la toalla”, dijo ayer José Manuel Villegas, vicesecretario general de Ciudadanos y jefe de gabinete de Albert Rivera, sorprendido porque el candidato del PP no haya negociado con ningún partido su investidura como presidente. En la formación emergente creen que ha llegado la hora de Pedro Sánchez. Y le tienden la mano para evitar que Podemos gobierne.

“La pelota está en el tejado de Sánchez”, resumen en la Ejecutiva. “Según se acerque él a Podemos y los nacionalistas, nosotros nos alejaremos del PSOE”, añaden sobre las negociaciones, que comenzarán esta semana. Ciudadanos mantiene que nunca votará a favor de los candidatos de PP y PSOE. Sin embargo, en la Ejecutiva del partido ya hay voces que defienden la necesidad de revisar esa posición.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Sin embargo, la campaña del partido en el 20-D se vio limitada por el tamaño del presupuesto, según fuentes de la Ejecutiva. La formación apenas pudo contratar publicidad durante la primera semana de la quincena electoral, y tuvo que concentrar todo el gasto en el esprint final. Eso permitió que PSOE y PP coparan las cuñas radiofónicas, por ejemplo. Si hubiera una nueva convocatoria, Ciudadanos organizaría de una forma distinta su campaña, según reconocen desde el partido. Harían, por ejemplo, más actos sectoriales, centrados en un tema concreto y menos mítines (hubo hasta dos al día durante la campaña).

Podemos gastó durante la campaña unos 3,6 millones de euros, junto con sus alianzas territoriales en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia. Segundo González, responsable de finanzas del partido y diputado por Asturias, explica que “al disponer de subvenciones ahora se podrá ahorrar” para encarar el gasto corriente, las futuras devoluciones y cualquier escenario electoral. González asegura que, en cualquier caso, el método de financiación sería idéntico.

Ciudadanos probó para el 20-D con la financiación ciudadana, y así recaudó 30.000 euros en diez días. Eso se sumó a los cuatro millones que pidió al Banco Popular. “No estoy de acuerdo con que nos costará más el crédito, a nosotros nos han cobrado siempre precios de mercado”, analiza Carlos Cuadrado, secretario de Finanzas. “Para una repetición de elecciones estaríamos en mejores condiciones. Dispondríamos de un adelanto que no tuvimos en las otras por no tener representación”. “Además, dispondremos de espacios en TV y radio públicas gratuitos que no tuvimos en las anteriores elecciones. Tendríamos cosas sin coste que no tuvimos”, añade.

Unas nuevas elecciones no solo pondrían a prueba la fidelidad de los votantes de las formaciones emergentes. También examinarían con lupa la capacidad económica de los nuevos partidos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_