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Rajoy detallará su oferta de pacto al PSOE en la sesión de investidura

Propondrá al líder socialista reformas institucionales, constitucionales y económicas

Javier Casqueiro
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, posa con su maletín oficial tras formalizar su acta como diputado.
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, posa con su maletín oficial tras formalizar su acta como diputado.J. J. Guillén (EFE)

Mariano Rajoy tiene una oferta reservada para hacer al líder del PSOE, Pedro Sánchez, con reformas institucionales, constitucionales y económicas que podrían contar con el respaldo de 253 diputados, pero que aún no ha podido o sabido concretar. El presidente en funciones volverá a llamar al dirigente socialista y si no accede a verle de nuevo le planteará su oferta ya en el debate de investidura. Rajoy anhela así ser presidente, dentro de varios meses y tras varias votaciones, en un gobierno en minoría con la abstención de PSOE y Ciudadanos.

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El líder del PP hace tiempo que no se llama a engaño sobre las verdaderas pretensiones del socialista Pedro Sánchez. Rajoy sabe desde que citó al actual secretario general del PSOE el 23 de diciembre en La Moncloa que Sánchez no participará jamás en un gran gobierno de coalición con el PP, sea quien sea el presidente popular que lo encabece. El dirigente del PP es consciente igualmente de que va a ser muy difícil que Sánchez consienta la continuidad de un ejecutivo presidido por Rajoy en La Moncloa. Ni por activa ni por pasiva. Por eso le molestó tanto que se filtrara justo el día en que recibía a Sánchez la oferta que tenía planteado dibujarle. Porque trastocaba sus planes y porque anticipaba el proceso de una negociación que cree que puede durar muchas semanas o incluso meses.

"Si quiere escucharme"

Pero Rajoy sí tiene una oferta para realizar a Pedro Sánchez y Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, los dos dirigentes con los que cuenta para sumar los votos necesarios con los que superar su investidura como presidente.

“La plantearé a todo el que quiera escucharme, aunque hasta ahora no he podido hacerla porque no ha querido escucharla. La haré en el debate de investidura”, reveló este viernes el presidente en funciones en el Congreso.

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En el entorno de Rajoy, en La Moncloa y el PP, se apuesta ahora porque las negociaciones se centren estos días en la constitución de la mesa y los órganos de gobierno de las cámaras, que tienen de plazo hasta el 13 de enero, para continuar con la negociación de investidura a partir de entonces. Rajoy no renuncia aún a volver a llamar y tener otro encuentro después en La Moncloa con Sánchez y con más responsables políticos. Este viernes aprovechó su visita al Congreso para gestionar su acta de diputado electo y para recordar que sigue trabajando de manera reservada en ese objetivo: “Estoy en un constante proceso de conversaciones, no hay reglas cerradas, puede haber reuniones hoy o mañana... Lo importante es el fondo: la opción que yo planteo, la coalición de izquierda y de extrema izquierda o las elecciones”.

El presidente en funciones no quiso detallar con quién está manteniendo esas charlas “discretas”. Lo que Rajoy y su equipo sí tienen claro es que Sánchez es “capaz” y va a intentar formar una mayoría alternativa aunque para ello necesite poner de acuerdo a ocho o nueve partidos distintos. Rajoy entiende que eso sería malo para la estabilidad del país ante los próximos y decisivos años y su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, le puso adjetivo a las dos “agendas” ahora en disputa. Por un lado estaría la “agenda moderada y a favor de crecer y crear empleo” de Rajoy y en el contrario la “radical” de Sánchez con la izquierda y los nacionalistas e independentistas.

En el Gobierno le volvieron a recomendar a Sánchez que en su gira de “derecho comparado” por países europeos en busca de pactos visite Alemania, donde gobierna la gran coalición de conservadores y socialistas, mejor que Portugal, donde estuvo el jueves y se han puesto de acuerdo por primera vez en 40 años los socialistas de António Costa y los comunistas.

El líder del PP insiste, a la espera del rechazo final de Sánchez o de que funcione la presión interna y externa contra él y ceda a su investidura, con la idea de que un Gobierno con un amplio respaldo parlamentario detrás podría acometer grandes cambios. “Se podría crear un grupo fuerte de 250 diputados que podía llevar adelante las reformas y que transmitiría dentro y fuera de España un mensaje de tranquilidad, estabilidad y certidumbre”, remachó este viernes el presidente en funciones. El PP suma ahí, en el mismo paquete, a los 123 diputados de ese partido, a los 90 del PSOE y a los 40 de Ciudadanos.

El Ejecutivo mantiene la apariencia de normalidad

J. C.

La última consigna que dio Mariano Rajoy el pasado lunes a su partido, tras la reunión de su comité de dirección, fue que siguiese convocando citas, juntas directivas regionales y provinciales y todo tipo de encuentros habituales para dar sensación de normalidad. La misma orden de continuar con la gestión diaria como si no pasase nada se ha transmitido a los ministros del Gabinete, que están también en funciones. Quiere evitar que cale la idea de parálisis o vacío de poder. Pero el Gobierno, en realidad, está muy atado y apenas puede aprobar cuestiones de trámite o máxima urgencia. Esa disyuntiva se apreció este viernes tras el primer Consejo de Ministros del nuevo año.

El Ejecutivo aprovechó para preparar una comparecencia posterior de tres ministras. La titular de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, presentó la aprobación de 12 planes hidrológicos de diferentes ríos, que ya debían estar hace tiempo en vigor y que cuentan con millonarios fondos europeos. El Gobierno, por si acaso, encargó un informe a la Abogacía del Estado para respaldar su actuación.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, desarrolló un detallado informe sobre la situación del paro cuando Mariano Rajoy llegó al poder en 2011 y cómo ha evolucionado hasta ahora. Con datos, cuadros y gráficos que mostraron el cambio de tendencia “que no se debería truncar”.

La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría reveló la estrategia al contraponer esa “agenda moderada” ocupada en crecer y crear empleo a la “agenda radical” del socialista Pedro Sánchez.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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