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Los debates electorales frenaron los resultados de Ciudadanos

La formación de Albert Rivera analiza un informe sobre su estrategia para el 20-D

Juan José Mateo
Albert Rivera recogiendo sus credenciales en el Congreso.
Albert Rivera recogiendo sus credenciales en el Congreso.Bernardo Pérez

El papel de Albert Rivera en los debates, que no se alcanzara una participación histórica en los comicios y la ley electoral propiciaron que Ciudadanos lograra 40 diputados tras el 20-D, lejos de las expectativas alentadas por los sondeos y sus dirigentes. La Ejecutiva de la formación analiza este jueves un informe sobre los aciertos y errores de su estrategia electoral.

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El 30 de noviembre, Rivera se presentó al cara a cara organizado por EL PAÍS como representante de la primera fuerza en intención directa de voto. Los analistas consultados por este periódico coinciden en que perdió la iniciativa al insistir en su táctica de "proponer, proponer y proponer", sin contestar a los ataques del socialista Pedro Sánchez ("Rivera defiende la sociedad machista que nosotros queremos combatir". "Vais a mantener los copagos del PP". "Eres de derechas, tan solo de derechas").

En el siguiente debate, el 7 de diciembre, Pablo Iglesias, candidato de Podemos, acaparó todos los focos con su discurso final. Una semana después, el sondeo preelectoral de Metroscopia reflejó las consecuencias de las dos citas: Iglesias adelantaba a Rivera, al que también perjudicó el papel de otros portavoces en distintos debates en horarios de máxima audiencia ("No estuvimos como esperábamos en ninguno", dijo un miembro de la Ejecutiva). Como consecuencia de esos debates y de una campaña marcada por las polémicas, Ciudadanos perdió seis puntos de intención directa de voto, según Metroscopia (de 16.2% a 10,1%).

Rivera llegó a esos cara a cara con la meta de transmitir que tenía la experiencia y los equipos necesarios para ser presidente. Los datos de Metroscopia avalan que no lo consiguió. Eso obligó a un giro radical en su estrategia: de presentarse como gran rival de Mariano Rajoy a anunciar el último día que se abstendría si este o Sánchez conseguían una mayoría suficiente para gobernar.

Para entonces, la campaña ya no estaba centrada en la regeneración, la unidad de España y la lucha contra la corrupción, los temas fuertes de Ciudadanos. Ya era una campaña de la derecha contra la izquierda, de las promesas de estabilidad del PP contra las sociales de Podemos. El peor escenario para Ciudadanos, que no movilizó a su electorado. Rivera pidió que la participación llegara al 80%. Se quedó en el 73%.

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Sus propuestas

"Tenemos que explicar mejor nuestras medidas", dice un integrante del equipo de campaña del partido sobre varias polémicas que pudieron desmovilizar a los electores o permitir a PP y PSOE retener a sus votantes con más dudas. Por ejemplo, el contrato único; la propuesta de cerrar las diputaciones y unificar servicios de pequeños Ayuntamientos; y su voluntad de acabar con "la asimetría" en las penas por violencia de género. Rivera no contraatacó con propuestas estrella. Según fuentes de la Ejecutiva, todas habían sido presentadas antes para llegar en la posición más alta posible a la campaña y reducir así la previsible bajada durante esta.

"Podemos logró enfrentarse a la ley electoral de una manera más eficaz", explican fuentes de la Ejecutiva como otro de los problemas de su campaña. Al firmar alianzas con otros partidos en Galicia, Cataluña y la Comunidad Valenciana, Iglesias evitó el desgaste al que se vio sometido Rivera: unos 500.000 votos de los 3,5 millones que logró Ciudadanos no se han traducido en escaño. Aunque en el partido defienden su decisión de presentarse con una única marca, los beneficios logrados por Podemos son evidentes. Sin esas plataformas, Iglesias logró 42 diputados. Con ellas, 69.

Dificultades con la publicidad en la campaña

Ciudadanos no logró que su mensaje calara más allá de las grandes ciudades y las medianas, y bajó en Cataluña, donde en los tres meses transcurridos desde las elecciones del 27-S perdió inco puntos (del 18% al 13%).

"Se vota en otra clave", argumentó Inés Arrimadas, la líder del partido en esta comunidad. "Estábamos fuera del Congreso, y por tanto éramos una opción que en muchos resúmenes no aparecíamos, en los espacios electorales no estábamos", siguió. "No era como Podemos, que como iba con Iniciativa, cogía toda esa cuota". Ciudadanos, según fuentes consultadas, acabó gastando más de los cuatro millones presupuestados para la campaña, pero el dinero no alcanzó para competir con la publicidad del PP y PSOE.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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