¿Voto menguante o voto creciente?
Pedro Sánchez prefiere dirigirse como Pedro, tutear a los votantes en la distancia corta
La imagen recortada de una pareja de espectadores en un mitin de Pedro Sánchez celebrado en Toledo tanto define la metáfora del voto menguado o descabezado como la expectativa del voto que va creciendo hasta tomar cuerpo —y cabeza— definitivamente.
Los sondeos y las encuestas apuntan a la primera hipótesis, mientras que la segunda posibilidad tendría su justificación en la conveniencia del voto útil que adoptarían los indecisos en el momento decisivo de las urnas. Para acercarse a ellos, Sánchez prefiere dirigirse como Pedro, tutearlos en la distancia corta. Así se observa en la mercadotecnia de la bolsa que acompaña al simpatizante socialista como una superstición: Pedro, presidente.
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