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Los ‘etarras de México’ se desligan de la bomba que mató a dos Tedax

Alberdi y Narváez Goñi, detenidos en 2014, niegan el envío del artefacto a un empresario

Fernando J. Pérez
Narváez Goñi y Alberdi en el juicio de este jueves en la Audiencia Nacional.
Narváez Goñi y Alberdi en el juicio de este jueves en la Audiencia Nacional.Javier Lizón (EFE)

Los etarras Itziar Alberdi Uranga y Juan Jesús Narváez Goñi, detenidos en Puerto Vallarta (México) en febrero de 2014 tras 22 años de huida de la justicia, han negado este jueves cualquier vinculación con el envío de un paquete bomba que mató a dos artificieros de la Policía en junio de 1991 en Madrid. En el juicio que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Nacional, Alberdi ha afirmado que se encontraba en Valencia cuando el paquete, cargado con tres kilos de amonal, fue depositado en una agencia de transporte de Toledo para su envío al constructor madrileño Jesús Gallego, que participaba en las obras de la autovía de Leizaran, obra pública a la que ETA se oponía.

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Alberdi ha sido absuelta en las dos causas por las que ha sido juzgada desde que fue entregada a España: el asesinato del catedrático Manuel Broseta y otro envío de un paquete bomba que mató a tres artificieros. Este último caso es muy similar al que se ha juzgado este jueves.

La principal prueba contra Alberdi consiste en una lista manuscrita en la que figuran una serie de empresas de paquetería, entre ellas la compañía Servitrans de Toledo desde la que se envió el paquete mortal. El artefacto fue interceptado por los trabajadores de la delegación de la empresa en Madrid antes de ser remitido al constructor Gallego, presidente de Construcciones Atocha. Los empleados, tras comprobar que los datos del remitente y el destinatario eran falsos, avisaron a la policía. En el mismo momento que los agentes empezaban a inspeccionar el paquete sospechoso, este explotó. Los policías Andrés Muñoz Pérez y Valentín Martín Sánchez fallecieron en el acto.

Otras diez personas —siete policías y tres empleados de la empresa Servitrans y de una cerrajería próxima— resultaron heridas. El furgón policial en el que los agentes se disponían a desactivar la bomba quedó completamente destruido.

Sobre el listado manuscrito que la incrimina, Alberdi ha dicho que debió hacer esas anotaciones en un cuaderno donde escribía los gastos de una casa que había alquilado en Valencia con documentación falsa y donde figuraban también datos de medios de transporte, aunque ha dicho que no recuerda en concreto la anotación de la empresa de Toledo.

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Su pareja, que ha sido condenado a 60 años por el asesinato a tiros de dos policías en Barcelona en 1991, también ha asegurado al tribunal que no tiene "nada que ver" con esta causa. "Es más, no conozco la ciudad de Toledo ni he participado en ningún transporte de un paquete de Toledo a Madrid. No es mi letra la que aparece en un remite de Toledo a Madrid, absolutamente esa no es mi letra", se ha defendido.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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