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El presidente de Copisa defiende los pagos a Jordi Pujol Ferrusola

Josep Cornadó afirma que el hijo del expresidente catalán intermedió para que la constructora lograra contratos

Fernando J. Pérez
Jordi Pujol Ferrusola, durante su comparecencia parlamentaria.
Jordi Pujol Ferrusola, durante su comparecencia parlamentaria.Albert Garcia

Josep Cornadó, presidente del grupo Copisa, ha asegurado este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata que Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente de la Generalitat catalana, realizó labores de “intermediación” para que su empresa lograra contratos con otras sociedades. Cornadó, que ha declarado como imputado en la causa de blanqueo de capitales que afecta a Pujol Ferrusola, ha asegurado que “no entraba en el detalle de los contratos” de Copisa con las sociedades del hijo de Pujol, que recibía como comisión entre el 1% y el 3% del valor de los acuerdos que la constructora firmaba con las empresas con las que mediaba aquel.

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Copisa (Constructora Pirenaica) es una de las principales pagadoras del primogénito de Pujol: 3,59 millones entre 2008 y 2009. Según declaró en noviembre de 2014 ante el juez Pablo Ruz, ayudó a diversificar la actividad de Copisa en cinco áreas de negocio: turismo interior, energías alternativas, oficina en Madrid, industria y expansión internacional.

Cornadó ha asegurado que no conocía personalmente a Pujol Ferrusola y que todos los contactos los realizaba Xavier Tauler, el consejero delegado de Copisa, que es quien firma y abona las facturas a las sociedades del hijo del expresident. Cornadó ha afirmado que el trabajo de Pujol Ferrusola es de “intermediación” en la fase “preliminar” de contacto con las empresas, nunca de asesoramiento.

Una de las “intermediaciones” de Pujol Ferrusola con Copisa, siempre a través de su amigo Xavier Tauler, alto directivo de la empresa, tuvo que ver con la compra del proyecto de Los Merinos, una urbanización de lujo frustrada en Ronda (Málaga). Por esta gestión de intermediación, no plasmada en ningún contrato escrito, Pujol Ferrusola ganó 1,1 millones de euros.

Por la compra de unas oficinas para Copisa en Madrid, Pujol recibió 175.000 euros, pese a que el inmueble se hallaba anunciado en diversos periódicos y portales inmobiliarios.

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Cornadó ha reconocido que no medió ningún contrato por escrito. “Era un acuerdo entre caballeros”, ha asegurado. Según él, las comisiones de Pujol Ferrusola eran “un poco bajas respecto al mercado”, dice Cornadó. “Lo alto y lo bajo es muy relativo, no eran precisamente 50 euros”, le ha replicado De la Mata, según fuentes presentes en el interrogatorio.

Los empresarios que supuestamente contrataron a Pujol Ferrusola, tanto por estas operaciones como por otras como las gestiones para un tendido eléctrico de Isolux en Gabón o unas obras de Copisa para Repsol en la refinería de Cartagena declararon el 12 de noviembre de 2014 como imputados ante Ruz. Todos ellos aseguraron que este realizó trabajos de manera efectiva, aunque siempre trataron con él de manera verbal. Sin embargo, al día siguiente, en declaraciones como testigos, una decena de empresarios con las que supuestamente debió mediar el hijo del fundador de Convergència en estos negocios negaron siquiera conocerle.

Tras Cornadó, ha entrado a declarar como imputado Carles Vilarrubí, vicepresidente segundo del FC Barcelona y que está relacionado con una operación en la que Pujol Ferrusola pagó 50 millones de pesetas (300.000 euros) a la sociedad Restaurantes de Cerdanya SL. Esta mercantil, de la que Vilarrubí fue partícipe entre 1993 y 2003, es la propietaria del restaurante de lujo Torre del Remei.

El directivo azulgrana ha explicado que entró en esa sociedad en 1993 con otros dos amigos para ayudar al chef José María Bosch, acuciado por una deuda de 500 millones de pesetas que tenía con el Banco Popular. Según su versión, él puso tres millones de pesetas para entrar en el consejo de administración. Después, en 1998, este consejo se disolvió y aunque los socios mantenían las participaciones, el cocinero Bosch se quedó como consejero delegado. En 2003, aseguró, Bosch les pidió a los socios comprarles de nuevo las acciones, por las que percibió 18.000 euros, la misma cantidad que puso 10 años antes, según fuentes jurídicas.

Villarrubí ha afirmado que todos los movimientos económicos de Restaurantes de Cerdanya SL con las empresas de Jordi Pujol Ferrusola empiezan cuando el consejo de administración de aquella se disolvió.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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