Mariano Rajoy concluye su breve balance de la X legislatura, basado en la economía. El presidente del Gobierno y candidato del PP ha eludido cualquier respuesta sobre un posible pacto postelectoral.
"Lo mejor para el futuro de España es que el PP vuelva a gobernar otros cuatro años", señala Rajoy que sortea las preguntas sobre las elecciones.
"Pretendo seguir gobernando y voy a plantear un programa de Gobierno para los cuatro próximos años. Gobernaremos como digan los ciudadanos. Si no soy la primera fuerza, no lo voy a intentar", dice Rajoy que elude cualquier pregunta sobre pactos postelectorales.
"Soy el político español que ha participado en más debates, es mi medio natural", asegura el presidente del Gobierno.
"Estoy dispuesto a hablar y a ser constructivo, salvo de lo que no se puede hablar que es liquidar la ley", expone el presidente del Gobierno sobre Cataluña. "Jamás me he negado a hablar", insiste.
"No le voy a pedir a ningún católico que me vote porque yo sea católico", ha respondido a la pregunta de cómo les convencería para que le voten. "No les voy a agredir", señala.
Mariano Rajoy defiende el balance, estrictamente económico, que ha realizado "porque la economía es la máxima preocupación de la gente".
"Es muy importante darle una solución, que no es solo competencia nuestra, al tema de inmigración y asilo porque es el tema del futuro", expone Rajoy como otro de los temas que deja por hacer.
"Me hubiera gustado que se hubiera creado más empleo y haber avanzado en la reforma de la Administración, aunque no tenga mucho atractivo", señala Rajoy como temas que no ha podido sacar adelante.
"Soy partidario de que gobierno siempre el más votado", defiende Rajoy y señala Ayuntamientos como Madrid, Zaragoza o Valencia en los que han pacto los partidos de izquierdas. "De esto de los pactos ya se hablará en su momento", desvía.
"Lo divertido es poder gastar dinero y quedar bien con todo el mundo pero teníamos que tomar decisiones presupuestarias", alega Rajoy.
Rajoy señala como positivo el mes de octubre de 2013, cuando el paro empezó a dar un giro. Entre los momentos malos destaca "muchas decisiones que no me gustó tomarlas pero no me quedaba otro remedio, como quitar la extra a los funcionarios" o "subir los impuestos".
"Voy a hacer cuanto esté en mi mano para seguir gobernando porque es lo que le conviene es a España porque sería muy triste darle marcha atrás a lo que se ha hecho", dice Rajoy sobre su futuro, que no desvela.
"La reforma de la Constitución no es una prioridad", afirma rotundo Rajoy.
"Hay cosas que pueden reformarse, como la sucesión en la Corona o los nombres de las Comunidad Autónomas pero yo no creo que haya un consenso sobre el tema fundamental que es el modelo territorial", justifica el presidente.
"No irá en nuestro programa una reforma de la Constitución pero siempre estaré abierto a las propuestas de los demás. No es algo que demande el conjunto de la sociedad", asegura Rajoy que descarta una iniciativa propia para reforma la Ley Fundamental.
"Tenemos que recuperar toda la riqueza que destruyó la crisis pero hemos demostrado una sólida voluntad colectiva. Si sabemos mantenerlo con firmeza, estaremos en condiciones de comenzar un período de crecimiento y bienestar", concluye Mariano Rajoy.
"Los españoles han mostrado al mundo, entereza y solidaridad. Ha sido un orgullo y un honor presidir el Gobierno de un gran país", expone Rajoy quien agradece el trabajo del rey Felipe VI y su padre, don Juan Carlos.
