Copago sanitario, solo para los extras
La cartera básica del sistema de salud es universal y gratuita
El sistema sanitario español es universal y gratuito. Esto quiere decir que la cartera básica de servicios (de hecho, muy amplia y que cubre tanto la asistencia en ambulatorios como en hospitales) es gratis para todos. Pero, desde su origen, incluye un copago: el farmacéutico. Este es el mismo para todos los españoles según su renta y si es pensionista o no en todas las comunidades. Va desde el 0% (rentas de reinserción, pensiones mínimas) hasta el 60% del precio de los medicamentos para quien gane más de 100.000 euros al año.
Hay otras prestaciones, consideradas secundarias, donde algunas comunidades ya tienen copago, como la atención odontológica a niños o en la ortoprotésica (sillas de ruedas, por ejemplo). En el decreto de los recortes de 2012, el Gobierno las incluyó en la cartera secundarias, sobre la que quiso imponer un copago (para ambulancias no urgentes, para alimentos especiales). Al final, la rebelión de los usuarios y las comunidades, unido a la dificultad de su implantación, lo paró.
También se quiso imponer un pago del 10% a algunos medicamentos dispensados en hospitales (por ejemplo, tratamientos para la hepatitis). Las comunidades tampoco lo pusieron en marcha.
La ley de sanidad establece que la atención común es financiada por el Estado, lo que implica que ahora lo sea por las comunidades. En teoría esa parte obligatoria está incluida en los fondos que el Gobierno central les transfiere, pero no hay una partida específica para sanidad en esa partida. A partir de esos mínimos, las comunidades pueden ampliar lo que quieran la oferta, pero deben pagarlo con fondos propios.
En la práctica, la cartera de servicios básica es muy amplia. De las grandes demandas, las sociosanitarias y la odontológica son las peor cubiertas por el sistema.