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Las malas artes de Abdelaziz, ‘El Cabra’, con los ‘vuelcos’ de droga

Convertido en mercenario para proteger a narcotraficantes, el marroquí 'Houlía' (cabra) montó una red para robar a quien le contrataba. Ha sido detenido junto a otras 19 personas

Patricia Ortega Dolz
Momento en que la Guardia Civil realizaba las detenciones de la llamada Operación Espurio el pasado 21 de septiembre.
Momento en que la Guardia Civil realizaba las detenciones de la llamada Operación Espurio el pasado 21 de septiembre.

Se llama Abdelaziz, pero es conocido por toda la Vega Baja alicantina como "Houlia" (cabra, en árabe). Un marroquí de 30 años, temerario y violento, acostumbrado a llevar armas robadas y a entrar y salir de prisión y con un extenso historial de delincuencia. La Guardia Civil y la policía le pisaban los talones desde el 2007, "por robos, atracos, posesión de armas...". La semana pasada era detenido por la policía por conducir un coche con un carné falso. El expediente de expulsión tramitado se dio de bruces con el proceso judicial que tenía abierto por otras causas y que impedía su salida del país. Y así, blindado por la burocracia legal, ha campado por sus respetos, convertido --con su propia banda-- en una especie de mercenario al servicio de los narcotraficantes que contrataban "su protección" para asegurar sus alijos de droga, hasta que el pasado 21 de septiembre fue detenido por la Guardia Civil, junto a otras 19 personas.   

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La llamaron Operación Espurio. Comenzó en mayo, con motivo de un tiroteo entre narcos en una casa de Roquetas de Mar (Almería). A El Cabra no le temblaba el pulso para disparar y lo hizo, dejando herido de bala a uno de los traficantes. Su temeridad, según cuentan fuentes de la investigación, le había llevado a engañar a sus propios clientes. Es decir, él acudía para supuestamente proteger un alijo pero, en realidad, lo había preparado todo previamente con la gente de su banda --"unos cinco o seis colegas"-- para que, a su vez, le robasen la mercancía, de manera que se quedaba con todo. Era un especialista de lo que en el argot policial se conoce como "vuelcos", los robos de droga entre narcos.

En aquella ocasión, como en esta última que condujo a su detención, acudió a la población almeriense a través de un contacto de la zona para garantizar la recepción de un alijo de hachís de madrugada. Él iría con el jefe de la organización en un coche por si surgía algún problema. Lo que no sabía el narco es que el responsable de su seguridad sería quien le daría el palo. El Cabra, colocó una baliza en el vehículo para que los de su banda lo tuvieran localizado en todo momento y les interceptaran en el lugar más apropiado. Pero esta vez, antes del asalto, fueron todos detenidos antes de terminar a tiros.  

Son todos de origen marroquí y de edades similares, "unos 30 años". Todos con permiso de residencia en España desde hace años. Y todos con antecedentes penales. Los agentes  realizaron 13 registros domiciliarios en las provincias de Alicante y Almería, e intervinieron 11 vehículos, una pistola, munición, dos chalecos antibalas, dos subfusiles de aire comprimido, material electrónico e informático, 30 kilogramos de hachís, 5.250 euros falsos y 6.480 euros en efectivo.

El doble engaño

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Otras veces, les hacía creer a los narcotraficantes que estaba interesado en la mercancía y les mostraban dinero falso como garante del pago. Cuando los grupos se disponían a realizar la transacción, otros miembros de su red irrumpían violentamente en el lugar y se apropiaban de toda la droga.

El cabra, no le hacía ascos a nada, y durante los robos que cometían en viviendas particulares, robaban los vehículos que encontraban, además de apropiarse del dinero y los objetos de valor. Después de instalarles sistemas electrónicos de geolocalización —balizas—, se los vendían a otras organizaciones de narcotráfico a las que seguían fácilmente y robaban la droga.

Por otro lado, y dentro de la actividad criminal, la misma red había protagonizado una serie de atracos en macro-bazares chinos repartidos por toda la Vega Baja alicantina, provocando una gran alarma en dicha comarca, sobre todo en los propietarios y trabajadores de estos establecimientos comerciales.

Los detenidos, en prisión preventiva, se enfrentan a acusaciones de "intento de homicidio", "tráfico de drogas", robo con violencia", "crimen organizado"... La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja (Alicante), ha sido desarrollada por el Equipo Contra el Crimen Organizado ((ECO) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Alicante y por la Unidad Orgánica de Policía Judicial del mismo Cuerpo de Almería, y ha contado con la colaboración de otras Unidades de la Guardia Civil de las provincias donde se ha desarrollado el operativo. Para la intervención fue necesario contar con Unidades de asalto de Grupos de Reserva y Seguridad número tres de Valencia habida cuenta de la peligrosidad de los detenidos.

 

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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